José Ortiz: "Hace 15 años estaba subido en el bus... y no quería que acabara nunca esa noche"

UD Almería

Tal día como este jueves, un 19 de mayo de 2007, José Ortiz capitaneaba desde el extremo derecho a una Unión Deportiva Almería que alcanzaba la gloria en un Mediterráneo rebosante de entusiasmo

Su incipiente barba, con algún pelillo blanco en crecimiento, le faculta como veterano para avisar: la euforia no puede entrar en el vestuario, hay que trabajar muy, muy, muy bien el partido

Así será la celebración en caso de ascenso

José muestra la camiseta conmemorativa del ascenso, con los nombres de toda la plantilla, en el interior de su tienda: Ay Lolita! / Rafael González

Icónica fue su carrera con la camiseta de Juan Rojas aquel inolvidable 19 de mayo de 2007, con la gente festejando el primer ascenso de la Unión Deportiva Almería. Previamente había saltado con una bandera rojiblanca para ser manteado, pero José quería dedicar aquella gesta al cielo, a su predecesor en la capitanía de un Almería que iba a jugar en la máxima categoría, bajo las siglas de Agrupación Deportiva.

Quince años se cumplen este jueves de aquel hito, con Unai Emery de maestro de ceremonias. José Ortiz Bernal sigue hecho un pincel, quien tuvo retuvo. Está fino, su metabolismo no olvida esa inolvidable década profesional en la que llegó al Almería Club de Fútbol en Tercera División y fusión mediante, llevó a la UDA a Primera. Mata el gusanillo con el Amistad en el fútbol veterano, tiene ganas de retomar el triatlón, pero como a cualquier ciudadano, al excapitán le toca ahora calzarse las espinilleras y echar una mano en el negocio familiar, para golear a las secuelas de la pandemia.

Hace quince años la ciudad estaba igual de ilusionada que hoy.

Entiendo a la afición, pero habiendo estado dentro de un vestuario, sé que la plantilla está aislada de todo esto y está centrada en el partido para sacarlo adelante. La euforia que se vive en Almería no se debe de trasladar al vestuario. Veo a un equipo fuerte, unido y con ganas de sacarlo adelante este mismo fin de semana, como ha demostrado en estos últimos partidos. El grupo está con una confianza tremenda en defensa y en ataque.

¿Hay similitudes en la semana previa con la de su ascenso?

Son circunstancias diferentes porque en aquella temporada no había play off y estábamos tres equipos distanciados del cuarto (Ciudad de Murcia). Parecía cuestión de tiempo, queríamos haberlo conseguido en Lorca, en el desplazamiento más multitudinario de la afición del Almería a un campo rival, pero no pudimos. No hay que hacer nada del otro mundo esta semana, trabajar en la misma línea y tomárselo con intensidad, ganas y normalidad. Sobre todo, nada de exceso de confianza.

"La afición volcada ayuda a que llegues al balón que se va fuera, te anticipes al cruce con el rival, te estires ante el disparo que va a gol..."

¿Y nerviosismo?

Siempre lo hay, cada partido es tensión. Es bueno tener ese gusanillo de desear que llegue el partido, la hora del comienzo. La afición volcada, el estadio lleno... todo eso ayuda a que llegues al balón que se va fuera, te anticipes al cruce con el rival, te estires ante el disparo que va a gol, empujemos entre todos el balón que va a rematar el delantero... Todo eso ayuda mucho. Lo bueno de esta afición del Almería es que va a estar este sábado con el equipo, pero también ha estado en los momentos difíciles, que los hubo no hace muchas temporadas.

José también estuvo en el primer ascenso de la UDA, en Pasarón a Segunda División.

Recuerdo con mucho orgullo aquella plantilla, llena de almerienses, con Casuco como técnico y RogelioHidalgo, que en paz descanse, como presidente. Era un grupo humilde y poco a poco nos lo fuimos creyendo, hasta vencer en la promoción a dos filiales muy potentes (Madrid y Espanyol) y a un gran Pontevedra. Pusimos una base fuerte para que el equipo se afianzara en la Liga de Fútbol Profesional, cumpliera su mayoría de edad entre los mejores, y hoy esté luchando por volver a Primera.

19 de mayo de 2007, se adelanta la Ponfe a los diez minutos... ¿Qué?

No era el primer rival que se nos adelantaba, esa temporada remontamos muchísimos partidos. Eso hablaba de la personalidad y la confianza que teníamos. Con Emery teníamos esa mentalidad ganadora, no nos dábamos nunca por rendidos.

"La plantilla del ascenso en Pasarón pusimos una base fuerte para que el equipo se afianzara en la LFP, de lo que se cumplen veinte años"

El empate fue de José Ortiz.

Sí, un saque de banda de Bruno, prolongación de Míchel y tuve la suerte de que me cayera a mí el balón y acertara con la portería. Inolvidable.

Resumen del ascenso de la UD Almería en 2007.

Menudo fiestón organizaron.

Baños, champán, manteos..., todos lo visteis, los medios estuvisteis dentro del vestuario. Yo entré y salí corriendo primero con una bandera de Almería; luego cogí la camiseta de Juan Rojas, que tenía preparada gracias a su familia y mi hermano Dani, creí que era el mejor homenaje que le podía hacer al capitán y a aquella generación de futbolistas que consiguieron el primer ascenso a Primera. El resto... es lo que surge, realmente no tienes nada preparado, sólo celebras con felicidad hasta que sales con el bus.

José Ortiz, manteado por los aficionados aquel 19 de mayo de 2007. / Efe

Con el bus José ha ido a la Puerta Purchena y a la Plaza de las Velas, ¿con cuál se queda?

Por lugar y ubicación, me encantaba la fuente de la Puerta Purchena. Pero es cierto que las Plazas de las Velas fue impresionante por lo que significó el volver a Primera División casi treinta años después. Iba en el autobús subido, con las calles desbordadas y sólo quería que no se acabara la noche, es de esos días que es imposible de olvidar.

José estuvo en otro partido importantísimo para la UDA. Como aficionado, estuvo animando en Lugo para evitar el descenso a Segunda B en 2018.

En las buenas es normal estar. Esa masa social, ese orgullo rojiblanco, ese orgullo de ser almeriense también ha aprendido a estar en los momentos no tan buenos. Aquel día creí que era importante estar junto al equipo y en el coche hacia Lugo íbamos las cuatro patas de la mesa que decía Unai Emery: un directivo (Manolo García), un periodista (Jordi Folqué), un gran aficionado (Miguel Ángel Batlles) y yo como exfutbolista.

"Ese orgullo rojiblanco, ese orgullo de ser almeriense también ha aprendido a estar en los momentos no tan buenos, como en Lugo"

Un zapillero como usted, Fran Fernández, salvó al Almería ese día y este sábado se sienta en el banquillo rival.

Es un papel difícil. Como profesional, tratará de terminar la Liga lo mejor posible, sobre todo después de una temporada complicada para el Alcorcón.

¿Se puede perder un partido así?

Por supuesto. Empieza el partido, hay un balón dividido que se lleva el delantero, el defensa agarra y te quedas con uno menos. En el mundo del fútbol no hay que dar nada por hecho, hay infinidad de partidos que se dan circunstancias sorprendentes. Mira el Madrid en Champions.

"Apuesto por el 2-0 aunque me conformo incluso con uno en el último minuto. Para ello, insisto, hay que trabajar mucho"

¿Y al José exfutbolista cómo le va la vida?

Estoy con mi mujer sacando el negocio adelante, con esta situación tan complicada que está pasando la sociedad. Ahora preocupados con la luz, la gasolina, la guerra... Trabajando mucho en la tienda de ropa con mucha ilusión. Al final, del fútbol he aprendido a seguir luchando, a no darme nunca por rendido.

¿Triatlón, bici, fútbol...?

El deporte ahora lo tengo apartado, ya habrá tiempo de retomar el triatlón, que lo recuerdo con mucho cariño. Era una etapa de mi vida en la que me encontraba muy bien físicamente.

El homenaje que José se merece está a la vuelta de la esquina.

No lo sé, ahora está aparcado por motivos evidentes. Ojalá se pueda llevar a cabo en el futuro, pero lo importante es llevar al equipo a Primera División.

El zapillero muestra el escudo que tantos años defendió con gallardía como profesional. / Rafael González

Permítame el apunte. Se merece ese homenaje, lástima que llegue tan tarde. Últimas: ¿Nuevo Mediterráneo o se queda, como yo, con el Campo Municipal 'Juan Rojas'?

A uno se le ponen los pelos de punta cuando ve la transformación del estadio, con el anillo superior cerrado. Lo más importante es la transformación de la afición, con los recibimientos al equipo, cantando el himno a capela... Deseando que se termine la remodelación y deseando ver el nuevo 'Power Horse Mediterráneo'.

Vamos con la porra del sábado.

Ojalá que una victoria. Un 2-0 es mi resultado. Aunque me conformo incluso con uno en el último minuto. Para ello, insisto, hay que trabajar mucho.

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