Padilla pregunta qué tiene en el ojo y piensa torear en América
El torero, que se encuentra "muy estable", se quedará sin la movilidad facial izquierda y tiene casi perdido un ojo.
El torero Juan José Padilla, herido de suma gravedad ayer en la plaza de Zaragoza, responde bien al tratamiento médico en la UVI del Hospital Miguel Servet de la capital aragonesa, donde esta tarde tuvo una breve visita de su familia y sus amigos, a los que les preguntaba: "¿qué tengo en el ojo?". El matador se encuentra "muy estable" aunque no recuperará la movilidad de la parte izquierda de la cara y posiblemente tampoco la visión del ojo afectado, ha explicado el equipo médico que le atendió tras ser corneado en el rostro en la segunda corrida de la Feria del Pilar.
"Parece que la cosa va mejor, y, así, los médicos han decidido bajarle la sedación. Incluso le han desentubado para que pudiera comunicarse con nosotros. Quería que le dijésemos la verdad de lo que tiene. Pero está muy tranquilo. No sé de dónde saca tanta fortaleza", explicó su apoderado, Diego Robles, en conversación telefónica con desde el mismo hospital."Con la mascarilla puesta, por lo que hablaba algo forzado, y todavía un poco atontado por la paliza que lleva encima, pero fuerte como es él, me ha agarrado la mano que casi me la revienta, mientras me decía que no le quite de ninguna de las corridas que tenemos hechas en América", dijo el apoderado.
"Increíble. No hay palabras para definir la situación y al personaje. Al mismo Toño Matilla, que ha entrado también a verle, le he explicado a la salida que ésto no se acaba. Que las fuerzas de Padilla no son normales. Y tengo muy claro que Padilla va a volver a torear, aunque sea como la gallinita ciega, con venda y todo. Porque hay que echarle tierra en los ojos a este torero para que no pueda torear", insistió Robles.
La visita fue a las ocho de la tarde. Primero entró la esposa del torero, Lidia, a quien los médicos le habían advertido que estuviera preparada para contestar las preguntas que seguramente le haría, como así fue. "Quiere saber lo que tiene en el ojo, y después que no se va a perder ninguna corrida. Así que hay que hablarle con suavidad y camuflarle la realidad".Luego entraron los padres, Pepe y Ana; a continuación los apoderados, Toño y Diego; y finalmente un matrimonio amigo de Santander, Juan Renedo y su esposa Loli. "A todos la misma pregunta, y a los padres y la mujer, también recomendaciones para sus dos hijos, Paloma y Martín. Está en todo", explicó el apoderado.
Y una reflexión del propio Robles, hablando con Toño Matilla: "la recuperación de los toreros se hace toreando. Y como es éste, hay que ir pensando que no se va a ir a la calle por una cornada. Yo le conozco bien, y Padilla vuelve, ya lo creo, a no ser algo de fuerza muy mayor. Hay que mirar a José Tomás, al cabo de un año después de haber estado más cerca de la muerte que de la vida. Se ha llevado un tiempo, pero ahí está".
El apoderado, no obstante, reconoce que "hay que acomodar la realidad a la nueva situación, aunque yo no digo ni que sí ni que no. Y al mismo torero se lo he advertido. No te quito ni una corrida, que hasta media hora antes de salir a torear tenemos tiempo de ver si estás recuperado y puedes".Las próximas corridas que tiene contratadas Padilla en América son: el 13 de noviembre en Lima, en cuya plaza de Acho todavía no ha debutado; el 18 en Valencia (Venezuela); el 19 en Maracaibo (Venezuela); y el 30 en la Feria de Quito.
La previsión del ojo, "nada positiva"
En una rueda de prensa en el Hospital Miguel Servet, de Zaragoza, en cuya UCI se encuentra ingresado el diestro, la doctora Victoria Simón ha explicado que ya en el primer escáner se observaba que el nervio óptico estaba "muy elongado y un poco fuera de su sitio, por lo que la viabilidad de ese ojo es dudosa" y la previsión no es "nada positiva".
La doctora Esther Saura, jefa de cirugía maxilofacial del Miguel Servet, ha explicado que el asta entró por la parte de atrás de la mandíbula y "atravesó todas las estructuras óseas del lado izquierdo de la cara, hasta salir por la región supraorbital", lo que provocó muchas fracturas que ya "están reducidas y fijadas". También ha indicado que habrá una parálisis facial por arrancamiento del nervio facial y, respecto al pronóstico de la visión del ojo izquierdo, ha reconocido que "es muy incierto". También ha intervenido la doctora Utande, jefa de medicina intensiva, quien ha afirmado que el torero está en la UCI, bajo sedación y ventilación mecánica, pero aunque "las complicaciones siempre pueden surgir" espera que "el pronóstico sea favorable", teniendo en cuenta que no hay otras lesiones añadidas.
Jaime Padilla, hermano del torero y banderillero, ha reconocido a los medios de comunicación que ésta ha sido "la peor noche" de su vida, ya que esperaban con mucha incertidumbre una llamada desde Zaragoza y hasta las cuatro de la mañana no tuvieron noticias sobre el estado del diestro. "Estamos con muchas esperanzas", aunque el torero ha sufrido mucho, ha dicho el hermano, quien espera que ésta sea la última cornada que reciba Juan José Padilla.
También ha hablado el apoderado del torero, Diego Robles, quien ha remarcado que detectó la gravedad de la cornada ya en la enfermería, porque la herida era muy espectacular y sangraba mucho. Ha comentado que el propio equipo médico estaba "muy nervioso" y "hasta les cambió el color", pero ha valorado la buena atención recibida por parte del personal del 061 y de los médicos del centro sanitario.
Padilla resultó corneado tras clavar el tercer par de banderillas al cuarto toro de la ganadería de Ana Romero en la segunda corrida de la Feria del Pilar. Durante toda la noche y a lo largo de la mañana han sido muchas las personas relacionadas con el mundo del toreo que han pasado por el hospital para interesarse por la evolución de Padilla. Entre otros, se ha visto a los toreros Finito de Córdoba, Manuel Caballero y Jesús Millán, así como a apoderados y empresarios, como Ignacio Zorita.
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