Tribuna Económica
Carmen Pérez
T area para 2025
¿Desde cuándo los españoles decimos "Finstro pecardorl"? Una forma de identificar a un español en cualquier parte del mundo es saber si se ríe al gritarle "pecadorrl". Hace exactamente treinta años que los españoles, siempre tan enfrentados entre ellos, se unieron para decir “Hasta luego, Lucas”, “tedacuén”, “quietoorl”, "la caidita de Roma" o “al ataquerrl”.
Con aquella expresiones, que siguen vigentes en su mayoría, sobre todo si hay un par de copas de por medio, remedaban al personaje del momento, el que aparecía en las noches de Antena 3 con Genio y figura, un espacio de chistes que apareció como relleno en el verano de 1994 y que sobre todo gracias a él y a una novata, Paz Padilla, se había convertido en el espacio más seguido y más comentado. Y más imitado. Todo el mundo se ponía la mano a la altura de los riñones y daba saltitos diciendo “no puedo, no puedo”. Como gracia de un día no estaba mal, pero hay que reconocer y admirar el poder de Chiquito para que tres decenios después sus expresiones se sigan usando y sus recursos para contar chistes aún hacen fintas para llamar la atención y sacar una sonrisa.
Chiquito iniciaba su apogeo en el otoño de 1994 para instalarse definitivamente en el corazón de los espectadores. No hay nadie como este veterano cantaor que cuando aparecía en la tele estaba de vuelta para haber acuñado un lenguaje propio que adoptaron los demás. Absolutamente todos los españoles saben quién es Chiquito de la Calzada, incluso los que han nacido bastantes años después de que frecuentara las pantallas. Gregorio murió el 11 de noviembre de 2017 pero sigue bien presente. En octubre de hace treinta años más de cuatro millones de españoles se agolpaban para verle cada semana, con el infortunado mago Pepe Carrol de conductor del formato dirigido por Tomás Summers, que para Canal Sur creó espacios como el primer concurso de la cadena autonómica, Saque bola, con el recuperado Emilio Aragón.
Gregorio Esteban Sánchez, Chiquito (de la Calzada, por su barrio), hasta su primera aparición en el prime time se había recorrido el mundo jaleando palmas y cantando. Japón fue su gran influencia y muchos de sus giros y expresiones tienen ese tamiz nipón, de hacerse entendible por allá. Su primera imagen en televisión fue a mediados de los años 60 en un reportaje sobre el flamenco y donde aparece Chiquito entonando por verdiales para un cuadro de bailaores. Y en esa guisa, veinte años después, apareció en unas imágenes de tipismo malagueño en la serie romántica Vacaciones en el mar. Por entonces la ficción del crucero dirigido por el capitán Stubing ya estaba más que amortizada, así que para tener nuevas tramas mandaron al Princesa del Pacífico a recorrer el mundo, más allá de Acapulco y Puerto Vallarta, por lo que en 1985 el barco recaló en la Costa del Sol. Una de las parejas que formaban esas tramas episódicas se marchaba a Mijas, para un almuerzo al aire libre donde asistían a una actuación flamenca.
Y Chiquito, batía palmas una década antes de que se convirtiera en un fenómeno nacional y en la persona más demandada por las cadenas para hacerse con sus apariciones, chistes y entrevistas. Fue una anónima aparición internacional de Chiquito que incluso debutó en el cine con papel protagonista en Aquí llega Condemor, el pecador de la pradera, en 1996. Protagonizaría otras dos cintas y en total intervino en ocho películas, a lo que habría que añadir ese cameo en una de las series norteamericanas más queridas por el público setentero.
Al cómico malagueño le faltaron pocos retos por cumplir cuando estaba en edad de jubilarse. Incluso coincidió en pantalla con el actor del cine paródico por antonomasia, Leslie Nielsen, también fallecido, y con el que apareció para promocionar Spanish Movie, en 2009.
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