Níjar, un aliado para las demandas de los agricultores de la comarca
Campo de Níjar
El futuro pasa por poner en marcha la desaladora Mar de Alborán
El Campo de Níjar es un modelo a seguir en cuanto a cultivos ecológicos y sostenibles. Eso pasa, entre otras cuestiones, por el uso eficiente del agua. Los agricultores no desaprovechan ni una sola gota, sacan el máximo rendimiento de cada gota de agua.
El Ayuntamiento no tiene competencias en materia de políticas hídricas. No obstante, puede y debe ser un importante aliado de los agricultores, respaldando sus demandas y mediando con otras administraciones (autonómica y estatal) para agilizar proyectos y actuaciones.
Níjar pertenece a una provincia modélica en ese sentido: Almería, pese a ser una tierra donde apenas llueve, donde se encuentran los embalses más vacíos de España, y donde el agua es un bien más escaso que en otras provincias, es la principal provincia exportadora de frutas y hortalizas a Europa, y una de las provincias españolas con menos consumo (en m3) per cápita (1,69%), muy por debajo de otras grandes zonas agrícolas como Valencia, con 5,39%, o Murcia, con un 3,79%. La huella hídrica de la provincia, es decir, el volumen total de agua utilizada para producir los bienes y servicios consumidos por un individuo, grupo de personas o por un país, es de 44’14 metros cúbicos per cápita, mientras que la media de España es de 844,69 metros cúbicos.
Almería consume la mitad de agua que la media del resto de agricultura española, con una huella hídrica hasta 20 veces menor (453 metros cúbicos per cápita frente a 937,34 a nivel nacional). En Níjar, el futuro de la agricultura pasa por poner en marcha cuanto antes la desaladora Mar de Alborán: Producirá 20 hectómetros cúbicos de agua al año, y el campo de Níjar tiene una necesidad de 17. Por supuesto, también hay que impulsar la concienciación sobre el uso eficiente y responsable del agua, y crear conciencia de utilidad del agua alternativa. Ante la falta de lluvias y la escasez de acuíferos existentes, apostar por el agua regenerada, impulsar obras para la modernización de regadíos y aumentar la capacidad de almacenamiento de esas aguas.
José Francisco Garrido ha apuntado durante toda la legislatura a otros retos que tiene por delante la agricultura nijareña. En ese sentido, admite la “complejidad” de algunos de ellos, como sucede, además de las políticas hídricas, con la competencia desleal de terceros países, la proliferación de virus que atacan los cultivos, o “las crisis de precios que, prácticamente cada campaña, tienen que afrontar nuestros agricultores”.
“Podemos estar muy orgullosos de nuestros agricultores, porque gracias a ellos, Níjar es un ejemplo para el resto del mundo en lo que se refiere a cultivos intensivos en general, y a ecológicos en particular. Gracias a su esfuerzo y a su talento para innovar y adaptarse a las nuevas tecnologías y a las técnicas más pioneras, el campo de Níjar produce y distribuye por medio planeta hortalizas con los más altos estándares de calidad”, afirma Garrido, ahondando en que los agricultores “deben trabajar con el respaldo incondicional de las administraciones”.
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