Cuenta atrás para alcanzar un futuro sostenible

Día Mundial del Agua

En el Día Mundial del Agua de este año, la ONU hace un llamamiento global para 'Acelerar el cambio', en el que personas, organizaciones, empresas y gobiernos tomen medidas

Telegestión Aqualia, en Almería.
Telegestión Aqualia, en Almería.
Redacción

22 de marzo 2023 - 06:00

En 2015, como parte de la Agenda 2030, el mundo se comprometió con 17 objetivos globales para erradicar la pobreza y proteger el planeta. Uno de ellos, el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6, establecía como meta que todos los ciudadanos tuvieran agua y saneamiento gestionados de forma segura para el año 2030. Sin embargo, Naciones Unidas ya ha advertido que, a juzgar por los últimos datos, los gobiernos deben trabajar cuatro veces más rápido que hasta ahora para llegar a cumplir con el ODS 6 a tiempo. Por este motivo, en el Día Mundial del Agua de este año, la ONU hace un llamamiento global para “Acelerar el cambio”, en el que personas, organizaciones, empresas y gobiernos tomen las medidas a su alcance para cambiar la forma en que gestionan el ciclo integral del agua y consumen estos servicios.

Aunque en los últimos años se han alcanzado importantes logros, Naciones Unidas afirma que todavía hay 2.000 millones de personas en todo el mundo no tienen acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura. El agua resulta clave para el bienestar humano y solo puede convertirse en un recurso renovable y sostenible si está bien gestionada. Más de 700 millones de personas viven en cuencas fluviales sobreexplotadas y se estima que en 2025 dos tercios de la población mundial podrían vivir en países con escasez de agua. Por ello, es preciso tomar medidas para revertir este panorama.

La gestión eficiente del agua gana cada vez más importancia en la agenda internacional. En este escenario, las empresas especializadas en la gestión del ciclo integral del agua juegan un papel clave, al desarrollar iniciativas de innovación para poner los recursos hídricos en la vanguardia de la sostenibilidad y el cuidado de la salud humana.

Transformación digital y eficiencia, el reto en España

En España, el objetivo se centra en mejorar la eficiencia y, en consecuencia, la sostenibilidad en la gestión del agua. Para ello resulta imprescindible el desarrollo y mejora de las tecnologías hídricas. El gran reto es el cambio climático y su impacto sobre el ciclo integral del agua. Cada vez sufrimos más episodios de falta de agua en determinadas zonas de nuestro país, incluso en territorios hasta ahora considerados “húmedos”, una situación que no se puede atajar únicamente con actuaciones puntuales. “Vivimos en un país donde las tres cuartas partes del territorio están sometidas a estrés hídrico y donde, por lo tanto, debemos disponer de una planificación sostenida”, apuntan desde Aqualia, una de las compañías con mayor implantación en nuestro país.

Para preservar el recurso, es vital contar con operadores que gestionen el ciclo del agua de forma eficiente, y eso pasa por la mejora continua de la tecnología y la aplicación de la I+D. Aqualia ha buscado la adaptación a este nuevo entorno transformado su forma de trabajar. La compañía está implantando una red de nueve centros tecnológicos en España, en los que centraliza la gestión de redes, la cartografía, el lanzamiento de órdenes de trabajo, y el control de los almacenes, entre otras actividades. Todos los trabajadores adscritos a estos centros tecnológicos reciben en su móvil sus órdenes de trabajo, ahorrando tiempo y aumentando su productividad. Pero la principal herramienta en este proceso tecnológico es Aqualia Live, una plataforma modular e integrada en torno a la que se concentran todos los servicios digitales de la compañía y que tiene como objetivo la interconexión de los millones de datos que la empresa gestiona cada día para la toma de decisiones más eficientes.

Es necesario seguir avanzando hacia la transformación digital del sector para mejorar la gobernanza del agua y alcanzar un uso más racional y eficiente del recurso, tal y como pretende la primera convocatoria de ayudas del PERTE de Digitalización del Ciclo del Agua, impulsado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO). La colaboración público-privada en el sector del agua está siendo, una vez más, una herramienta muy valiosa para abordar los proyectos en el marco de estas ayudas europeas. Estamos ante una oportunidad para acometer una transformación del sector.

El desafío de la era tecnológica impulsa a la compañía a innovar en sistemas, equipos y procesos dentro del nuevo modelo de economía circular. Las nuevas tecnologías aportan mucho más que un incremento de la productividad; son un aliado imprescindible en el camino hacia los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Casos de éxito en España

En la depuradora de Algeciras, por ejemplo, Aqualia ha instalado una planta de purificación de biogás con la que obtener biocombustible vehicular 100% renovable a partir de las aguas residuales, dando una nueva vida a lo que hasta ahora eran solo desechos. Mediante un innovador proceso de bajo coste patentado por la empresa (ABAD Bioenergy®), el biogás “sucio” de la depuradora se transforma en biometano 100% renovable de alta calidad, asimilable al gas natural comprimido (GNC) para vehículos o para inyección en red. Un claro ejemplo de cómo la tecnología impacta positivamente en el medioambiente.

Además, la empresa va a instalar más de 1.500 placas fotovoltaicas en las cubiertas y terrenos del recinto de esta misma depuradora. Estas placas, que se desplegarán a lo largo de este año, tendrán una potencia total instalada de 1.005 kW pico, generando la energía que consumiría una población de unas 1.500 viviendas y que servirá para aumentar sensiblemente el autoconsumo actual de la propia planta depuradora.

En los últimos 30 años la ciudad de Almería, cuyo servicio del agua gestiona Aqualia, ha reducido a la mitad el agua que consume, de 30 hectómetros cúbicos anuales en el año 1993 a 16 hectómetros cúbicos en la actualidad. Todo ello pese a que la ciudad ha aumentado un 30% su población. Este incremento de la eficiencia se ha logrado gracias a la sectorización de la red de agua, a la implantación de sistemas de detección de fugas y el desarrollo de campañas de concienciación ciudadana.

En el municipio gaditano de Rota, Aqualia ha desplegado cerca de 1.000 contadores de última generación que, conectados a redes del internet de las cosas (IoT) alimentan de información a la plataforma de ciudad inteligente que la compañía ha desarrollado, Aqualia Water Analytics. Esto le permite conocer los perfiles de consumo de los clientes, determinar volúmenes de agua suministrados por zonas, detectar averías por fugas de agua que se informan a los clientes, o aplicar técnicas de inteligencia artificial para anticipar consumos, comportamientos de las infraestructuras, etc. Esta plataforma de ciudad inteligente, junto a la división de la red de tuberías en sectores, o la búsqueda constante de fugas de agua ocultas, han conseguido llevar las pérdidas de agua de Rota por debajo del 10%, ahorrando más de 600.000m3 de agua al año respecto a la situación de 2010.

Placas solares en el EDAR de Jerez.
Placas solares en el EDAR de Jerez.

En la depuradora de Jerez de la Frontera, Aqualia ha desplegado 1.580 placas fotovoltaicas en los terrenos del recinto de la instalación y con la energía que generarán se podrá prescindir del 22’6% de la energía eléctrica que hasta ahora se consumía en la depuradora. Esta instalación fotovoltaica evita la emisión de 708.900 kg de CO2 al año a la atmósfera, lo que es lo mismo que eliminar las emisiones de 153 vehículos de gasolina conducidos durante un año.

Desde Aqualia apuntan que “la principal aportación que las empresas pueden hacer frente al estrés hídrico son la innovación y la capacidad de inversión”. A través de estos puentes las compañías pueden acelerar el cambio, mejorar la eficiencia del ciclo integral urbano del agua desde la captación, almacenamiento y distribución, hasta el saneamiento y depuración. Los actores del cambio tienen ese deber de contribuir a realizar un uso más eficiente y sostenible del agua, convirtiendo el ciclo urbano del agua en un pilar de la sostenibilidad en sus tres dimensiones: social, medioambiental y económica.

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