Huércal-Overa, una ciudad histórica entre dos tierras
100% alma, 100% origen
El municipio cuenta con monumentos como el Castillo, de origen musulmán, o la iglesia, del Barroco Murciano
Si hay en la provincia de Almería un pueblo con hechuras de ciudad, éste es Huércal-Overa. A sus espaldas tiene una densa historia que se pierde en los tiempos y que, además, se ha desarrollado en una tierra que ha tenido el privilegio de ser puente de civilizaciones. Este pasado se deja ver en sus calles, plazas y monumentos que invitan al viajero a detenerse largo rato para conocer cada rincón.
Todo aquel que llegue a Huércal-Overa no puede irse sin visitar el castillo-fortaleza. Declarada Bien de Interés Cultural, esta torre vigía Nazarí de Huércal-Overa, es conocida por todos como “El Castillo”. Data de la segunda mitad del siglo XIV, y tradicionalmente se creía que era una estructura de carácter defensivo: una torre-vigía para alertar de la presencia del enemigo. Sin embargo, tras las excavaciones realizadas en su entorno, se observó que en realidad se trataba de una fortificación que además de la torre estaría formada por una línea de muralla exterior, con torres adosadas, y espacios intramuros, probablemente destinados a vivienda de la guarnición que la ocupaba.
Precisamente durante los trabajos de rehabilitación del castillo fue el descubrimiento, en una de las paredes de la tercera planta, de un elemento decorativo denominado Hom o “árbol de la vida”. Este motivo, realizado mediante trazos geométricos que se entrelazan incisos en un estuco, es una de las representaciones iconográficas características del universo según la filosofía islámica. Es el símbolo del municipio.
No muy lejos, se puede pasar del islam al cristianismo, como en un viaje en el tiempo. La iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción comenzó a edificarse en 1709 y se terminó en 1739.
Posee doble torre, lo que la enmarca dentro del Barroco de inspiración murciana. Cuenta con un magnífico retablo mayor finalizado por José Ganga en 1748 y con una de las primeras obras realizadas para la Semana Santa por el escultor murciano del siglo XVIII Francisco Salzillo, Nuestro Padre Jesús Nazareno, que se encuentra en una de las capillas de la iglesia, así como con la bella imagen del Cristo de la Misericordia obra del escultor valenciano del siglo XIX Francisco Bellver.
Y es que la Semana Santa de Huércal-Overa es un evento que, quien pueda, no debe perderse. Está declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional desde 1983 por su escenificación que sobrepasa cualquier frontera de la imaginación. Los días grandes de la Semana Santa de Huércal-Overa son Miércoles, Jueves y Viernes Santo, en que procesionan el paso morado, paso blanco y paso negro, como se conoce a las principales hermandades. Los días previos tiene lugar la Procesión de las Palmas, la de Nuestro Señor Cautivo y la de la Virgen del Río, entre otros actos.
Pasear por las calles de Huércal-Overa, disfrutar de sus días soleados, propios del Levante Almeriense, y descansar en sus plazas es un placer que hay que vivir. Entre sus rincones merece especial mención el Parque Municipal Adolfo Suárez, un gigantesco jardín de 9.000 metros cuadrados situado en pleno centro de Huércal-Overa, junto a los institutos. Cuenta con instalaciones de esparcimiento para todos los gustos, desde zonas de columpios con suelo acolchado para que jueguen los niños sin peligro, hasta zonas de esparcimiento en un espacio biosaludable para los mayores, así como zonas de picnic con bancos y mesas de madera dónde se puede pasar un agradable día de ocio. El Templete de Música es otra de las instalaciones con las que cuenta el parque, muy utilizado, sobre todo en verano, en actuaciones musicales.
La cultura también es una parte vital de esta ciudad levantina. Como muestra, el Museo del Agua, el Museo Etnográfico, su Plaza de Toros, construida en 1901, o el Teatro Villa de Huércal-Overa, uno de los más grandes de toda Andalucía en su categoría.
Los amantes del deporte también encuentran en la ciudad huercalense una amplia oferta. La Vía Verde de Huércal-Overa discurre sobre el antiguo trazado en desuso del ferrocarril Almajalejo-Las Norias, en el tramo comprendido entre el límite provincial de Almería y de la Región de Murcia, y el límite entre los términos municipales de Huércal-Overa y Zurgena; el denominado por los almerienses Ferrocarril del Almanzora. 17 km de itinerario para realizar a pie o en bicicleta acondicionado con áreas de descanso equipadas con bancos y mesas, miradores donde poder contemplar maravillosas vistas de su entorno natural.
Quien quiera hacer senderismo tiene otras rutas como el sendero de Huércal -La Vieja (11,8 km), sendero La Sierrecica (10,5 km), La Santa (8,7 km), sendero Cerro Minado-Castillo de Huércal-Overa (8,8 km), la ruta Encinares de Huércal-Overa (13 km), o la subida al Cabezo de la Jara (3,4 km).
Y después de patear las calles, visitar museos y monumentos o hacer una ruta a pie o en bicicleta, no hay nada mejor que recuperar fuerzas probando la rica gastronomía huercalense. Una oferta donde se mezcla lo mejor de la cocina almeriense y murciana. Empedrao, migas, buñuelos de bacalao, choto al ajillo, gurullos, perdiz estofada...
Para quien guste de viajar en caravana, Huércal-Overa cuenta con una amplia área en la zona urbana con capacidad para 15 plazas y todos los servicios.
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