Caso Rafa Mir: a la espera del testimonio de otro testigo

La cronología de lo que ha pasado con Rafa Mir se remonta al domingo 1 de septiembre.

No osbtante, los medios de comunicación informaban a primera hora de la mañana del martes, día 3.

El conocido futbolilsta del Valencia había sido detenido por un presunto delito de agresión sexual.

El delantero y amigo suyo fueron detenidos después de que dos mujeres denunciaran haber sido objeto de una agresión sexual en la casa del jugador en la urbanización de lujo de Torre En Conill, en la localidad de Bétera.

Hasta allí se desplazaron los cuatro en taxi en la madrugada del domingo tras haberse conocido en una conocida discoteca de Valencia.

El informe de la Guardia Civil recoge que el domingo por la mañana una patrulla de la policía local de Bétera acudió a la puerta de la casa de Mir alertada por un vecino que escuchó gritos.

Las jóvenes, de 21 y 25 años se trasladaron al Hospital de la Fe de Valencia. Posteriormente presentaron una denuncia que ha originado ambas detenciones.

El abogado del detenido, y puesto en libertad, mantiene que las relaciones fueron "consentidas", y así lo declaró Mir ante la jueza del caso.

Teléfono móvil intervenido

La magistrada ya ha intervenido el teléfono móvil de Mir en la búsqueda de pruebas para que se prueben los hechos, mientras que se espera la declaración de un tercer testigo.

No obstante, el jugador no ha acudido durante la semana a su entrenamiento con el Valencia este martes por la mañana, tras estar en las dependencias del instituto armado en el barrio valenciano de Patraix, donde ha pasado dos noches.

El Valencia ha emitido un comunicado martes en el que se mostró conocedor de la detención, aunque mantiene desconocer los "detalles" de la causa y se puso a disposición de la justicia.

Cabe destacar que no es plato de buen gusto para nadie, ni para ningún club deportivo, ni para ninguna otra empresa de cualquier otro ámbito, contar con un expediente de esta índole, al mismo tiempo que hay que respetar la presunción de inocencia.

No obstante, es obligación social dar cabida al testimonio de las víctimas que han denunciado lo sucedido, creyendo también su versión, y teniendo en cuenta severos antecentes en otros casos recientes.

A la espera de los hechos probados

En algunas tertulias televisivas se ha comentado, nuevamente, que "las mujeres tienen, al mismo tiempo, que tener precaución" a la hora de acudir a casa de desconocidos; una vez más poniendo el foco en lo que no debe hacer víctima, alejándose de lo que no debe hacer el agresor.

Pero es lícito salir, conocer gente y mantener relaciones.

Lo que se consiera un delito es la agresión sexual y nunca, y bajo ningún concepto, se deben producir.

Los datos están por probar, y con lo recabado Rafa Mir tendrá que asumir lo probado hasta la fecha mediante una firma ante la juez, además de otras medidas cautelares como la prohibición de salir de España.

La información que hay revela que en la casa había otra persona más, además de Mir, su amigo también futbolista, y las dos jóvenes.

Hay otra persona que fue quien abrió la puerta para que salieran las chicas, cuyo testimonio aún se desconoce, y podrá sobre la juez nuevos datos como testigo de lo sucedido.

Rafa Mir tiene 27 años, y en el año 2021, fichó por el Sevilla, club con el que tiene contrato hasta junio de 2026 y que este verano cerró un acuerdo para que jugara a préstamo esta temporada en el club de Mestalla.

Caso de Santi Mina

Cabe recordar que no es la primera vez que el Valencia CF se encuentra en una situación similar.

La Audiencia Provincial de Almería condenó en 2022 al jugador Santi Mina, a cuatro años de prisión al futbolista del RC Celta Santi Mina por abusar sexualmente de una mujer en junio de 2017 en el municipio de Mojácar, cuando era jugador del Valencia.

En el juicio, el fiscal apuntó: La violencia se produjo, no solo por la falta de consentimiento, que no fue tácita, sino que fue expresa, sino también porque el acusado actuó de forma absolutamente sorpresiva, inesperada, imprevisible”, ha remarcado para preguntarse a continuación si “hay algo más violento que cometer esa acción de esa manera” y concluir que existió “una intimidación clara” aumentada por que la presunta agresión se produjo en un espacio de “apenas dos metros cuadrados y en presencia de dos hombres jóvenes, atléticos”.

Además, los médicos y psicólogos del instituto de Medicina Legal de Almería indicaron que la lesión “genital” que presentaba la victima era “compatible y verosímil” con una agresión sexual, también presentaba heridas en los brazos y en una pierna y la “sintomatología” de trastorno de estrés postraumático que se le diagnosticó estaba “directamente relacionada” con los hechos que se relataron durante el juicio.

En 2023, el TSJA confirmó la sentencia de cuatro años de prisión para Mina.