Turre corre con los tronos de San Juan y la Virgen en busca del Resucitado

Semana Santa 2025

Esta peculiar procesión que cierra la Semana Santa es algo así como un teatro sacro sobre la resurrección

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Las carreras de San Juan del Domingo de Resurrección en Turre
Las carreras de San Juan del Domingo de Resurrección en Turre / Víctor Visiedo

Hay municipios donde la Semana Santa aún tiene ese carácter de catequesis urbana, algo así como un teatro sacro donde las tallas representan escenas de los Evangelios. Una de esas procesiones es la del Domingo de Resurrección en Turre, conocida popularmente como las carreras de San Juan.

Es el día más esperado de cada Semana Santa en Turre. Es su día grande, en el que participan grandes y pequeños. Por afinidad, fervor o tradición, acompañan a San Juan, la Virgen de los Dolores o Jesús Resucitado. Con túnica blanca y capa verde para San Juan; túnica negra, fajín y capa blanca, reversibles con el interior en celeste, para la Virgen; y una túnica blanca sin capa para el Resucitado.

Este Domingo de Resurrección amaneció nublado, pero el cielo no parecía amenazar tormenta —el año pasado estuvo a punto de suspenderse la procesión por culpa de la lluvia—. A las once tocaban las campanas de la iglesia de la Purísima Concepción, un templo único en todo el mundo por tener vidrieras del embarazo de la Virgen María. Comenzaba la misa mientras que en la calle no cesaba de llegar gente para ver la salida de los tronos.

A las 12:00 daba comienzo la procesión. Primero salía San Juan, con un nuevo capataz, Antonio Caparrós, y con un amplio cortejo de niños vestidos de blanco y verde. Sonaban las marchas de la Banda de Música de la Archicofradía del Stmo. Cristo de la Sangre Paso Encarnado de Lorca. Luego era el turno de la Virgen de los Dolores, en su paso de palio con tres varales, dirigido por el capataz Juan Ángel Llorente. En segundo plano, ya fuera de la mayoría de las miradas, salían el Santo Sepulcro (vacío) y el Resucitado, que no participan en la procesión general, sino que se marchan hacia la plaza a esperar.

‘Las carreras de San Juan’, como se le conoce popularmente, es una de las procesiones más peculiares de Almería. Los tronos pasan del hombro a la mano para correr con ellos por las calles. Cada movimiento tiene un significado que todo turrero conoce, pero que puede pasar desapercibido para el visitante. Es, como se decía antes, un teatro sacro que narra la resurrección de Cristo.

Al llegar a las inmediaciones de la plaza comienzan las carreras. La caja vacía, sin el cuerpo inerte de Jesús, espera sobre las escaleras en la plaza de la fuente del pescado. La Virgen en la calle Rosalías y San Juan, en el Paseo de la Rambla. En ese momento cayeron algunas gotas del cielo, pero apenas llegaron al suelo.

Las famosas carreras de San Juan de Turre, en imágenes
Las famosas carreras de San Juan de Turre, en imágenes / Víctor Visiedo

Primero, San juan sale a la carrera hasta que se encuentra con la Virgen, a la que saluda, antes de volver a emprender su marcha a toda velocidad hasta el sepulcro. Al encontrarlo vacío regresa de nuevo —siempre corriendo con una multitud de niños detrás— hasta donde está la Virgen para darle la noticia. Y así hasta tres veces, para cerciorarse de que no hay nadie en la tumba.

Después la Virgen emprende también la carrera con San Juan para comprobar con sus propios ojos que, efectivamente, en el sepulcro no está el cuerpo de Jesús. La Virgen vuelve a su “descanso” y entonces es cuando el evangelista, con su palma bailando con cada acelerón, llega hasta la Plaza de la Constitución donde se encuentra con Jesús Resucitado.

San Juan emprende de nuevo la carrera para comunicarle la buena noticia a la Virgen, en una fingida conversación (se dice que hace años sí que se interpretaba). San Juan va y vuelve tres veces para confirmarlo.

Finalmente la Virgen María, con su manto negro de luto, echa a correr tras el evangelista para encontrarse con Jesús Resucitado. Es el momento culmen. Como si fuese a propósito, en ese mismo momento un rayo de sol abrió el cielo nuboso y regresó el calor.

Las famosas carreras de San Juan de Turre, en imágenes
Las famosas carreras de San Juan de Turre, en imágenes / Víctor Visiedo

La felicidad se expresa con una lluvia de confeti, una traca, la suelta de palomas y el baile de las imágenes, balanceadas por sus portadores de un lado a otro. Entonces la Virgen se desprende de su manto negro para mostrar uno celeste, de celebración pues su hijo ha vuelto a la vida. Los miembros de la hermandad voltean su capa, pasando del blanco al celeste.

Entre bailes, fotos y brindis, los turreros celebran la resurrección de Cristo. En alegre procesión se dirigen de nuevo a la iglesia donde la banda de música lorquina les ofrece un breve concierto de marchas procesionales, antes de dar por finalizada la Semana Santa.

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