Un toque de campana abre paso a Caridad

El toque de campana del muñidor anuncia la salida de la Hermandad de la Caridad a las calles de Almería. Una tarde de Viernes Santo soleada y primaveral esperaba al Santísimo Cristo de la Caridad en su Traslado al Sepulcro. Le abrían paso un cortejo de un centenar de nazarenos, con su tradicional túnica negra de cola recogida al brazo con cinturón de esparto y sandalias franciscanas.

Con su característico golpe de campana, el muñidor provocada una atmósfera de recogimiento que sobrecogía al ver el paso que simboliza ese momento en el que Jesús es descolgado de la cruz, ya inerte, y es trasladado al sepulcro para darle sepultura. Un tañido que pone la piel de punta, que es capaz de provocar escalofríos en una fecha tan señalada como es el Viernes Santo dentro de cualquier Semana de Pasión

Los vecinos del barrio de Oliveros se emocionaron cuando escuchan las dulces, dolorosas y envolventes voces del Cuarteto Vocal Anacrusa y Capilla Musical de viento BAM, abriendo el camino al paso del misterio. Se trata ésta de la representación de los últimos momentos de la presencia humana de Cristo en la tierra, en los que muerto es trasladado al sepulcro, medio envuelto en una sábana blanca a manera de mortaja por San José de Arimatea, San Nicodemo y San Juan Apóstol y Evangelista, inclinada a sus pies Santa María Magdalena. Detrás aparece la cruz de la que prende el santo sudario en el lado derecho de las Santas Mujeres, María Salomé y María Cleofás y a su lado izquierdo Santa Marta, en actitud consoladora junto a María Santísima de las Penas. La autoría de todas las imágenes pertenece al tallista e imaginero Juan Manuel Miñarro López. El exorno floral consiste en una simbolización del Calvario estilo penitencial de un Viernes Santo. Combinación de Eryngium, Estaría, Delphinium, Ruscus, Retama, Eucalipto, Senecio, Arbiré y Scabiosa.

Poco a poco la campana que hace sonar el muñidor anuncia su presencia de cara a comenzar en breve la Carrera Oficial. En la calle Gravina le esperaba Peña Flamenca el Morato para cantarle una saeta al Santísimo Cristo de la Caridad y poner aún más los pelos de punta con esas voces ‘rajás’ y tan de la Semana Santa almeriense.

Era a la salida de Catedral donde la hermandad solía dejarnos una bonita estampa pasando por la calle Cubo, cuya estrechez cautiva la mirada de cualquiera que pasa. Pero este año, a última hora, la cofradía se vio obligada a cambiar su recorrido previsto inicialmente, dejando de acceder a Bendicho por la calle Cubo. El recorrido seguido finalmente fue: Plaza de La Catedral, Ronda del Beato Diego Ventaja, Plaza Jesús de Medinaceli y Plaza Bendicho.

Por otra parte uno de sus estrenos que se le pudo observar en su estación de penitencia fue la modificación y restauración de la carpintería del paso del misterio, obra de los tallistas sevillanos Antonio y Daniel Ibáñez del taller de carpintería La Rambla de Cordoba. Sin duda, hacía más espectacular esta composición del descendimiento.