Un mar de palmas y olivos recibe a La Borriquita

La Semana Santa ha comenzado un año más en Almería, envuelta en una mezcla de ilusión, fe y cielos nublados. En la mañana de ayer Domingo de Ramos, cientos de almerienses alzaban la vista con recelo, pendientes de las nubes que amenazaban con empañar uno de los días más esperados del calendario cofrade. Pero el cielo, sin llegar a abrirse, sí que aguantó sin que el agua cayera para que la ciudad se llenara de palmas y olivos

A las 10:00, la cruz de guía de la Hermandad de la Borriquita marcaba el inicio de la Semana Santa en la capital. Un cortejo de niños hebreos, rodeado de un mar de palmas y ramas de olivo aguardaba con entusiasmo la salida de Nuestro Padre Jesús de la Victoria y Nuestra Señora de la Paz.

Tan solo cuatro minutos después, a las 10:04, el Señor de la Victoria cruzaba el umbral de la puerta, acompañado por los sones de la Agrupación Musical Nuestra Señora del Mar. En esta ocasión, el Señor lucía túnica azul bordada y mantolín rojo igualmente bordado, además de portar gemelos de oro, un nominal y potencias de plata chapadas en oro. El paso de misterio se presentaba con un exorno floral vibrante en tonos naranjas, compuesto por rosas, alstromelias, flor de cera, verdes africanos, statice salmón, hypericum, claveles, lentisco y eucalipto.

A las 10:22, era Nuestra Señora de la Paz la que impresionaba a los presentes vestida con una saya bordada en raso blanco y manto bordado de salida. Entre sus alhajas destacaban una rama de plata en su mano derecha y un nominal de oro. El palio mostraba una elegante composición floral en tonos blancos, con rosas, rosa spray, eucalipto, alstromelias, claveles, hypericum, alelíes, orquídeas y flor de cera. Acompañaba el andar del palio la Asociación Musical El Castillo de Serón, que interpretaba la Marcha Real seguida de Tú eres el orgullo de nuestro pueblo, mientras caía una simbólica petalá ofrecida por vecinos.

Uno de los grandes estrenos del año ha sido, sin duda, la nueva bambalina frontal del paso de palio, diseño y obra de Álvaro Abril Vela, que ha despertado la admiración de cofrades y curiosos por igual.

Así, con fe y emoción, Almería ha vuelto a encontrarse con sus imágenes, sus marchas y su devoción, en una Semana Santa que, pese a las nubes, ya late con fuerza. Siete días para disfrutar con esta fiesta y para acoger con fe la Pasión de Cristo.