¿Quién fue el incombustible Poncio Pilato

Semana Santa 2025

Millones de veces se ha repetido el nombre de este cruel gobernador de Judea, y santo para los coptos

Paso de la Sentencia, donde se observa a Poncio Pilatos al fondo.
Paso de la Sentencia, donde se observa a Poncio Pilatos al fondo. / Javier Alonso

Ni Julio César, ni Augusto, ni Nerón... La figura del Imperio Romano más evocada en la historia es la de Poncio Pilato. Millones de cristianos recitan en el Credo desde época muy temprana -al menos desde el s.II- que Cristo “padeció bajo el poder” de este prefecto romano, subrayando así que la muerte de Jesús de Nazaret fue un hecho histórico. Poco podía imaginar este gobernador de Judea que iba a ser recordado por aquel proceso.

Ni que el gesto de lavarse las manos que relata San Mateo en su evangelio para expresar que Jesús fue condenado injustamente, asociaría para siempre su recuerdo con el de una persona que pretende descargarse de una responsabilidad.

No se sabe con seguridad ni dónde nació ni cómo fue su vida antes de llegar a esta provincia romana. El periodista italiano Vittorio Messori, señala que era de la noble familia de los Poncios, originaria probablemente del territorio samnita próximo a Benevento (Italia).

Cuando recibió a Jesús aquella víspera de la Pascua del año 784 de la fundación de Roma, llevaba siete años al frente de esta conflictiva provincia romana cuya capital era Cesarea Marítima.

Pilato solo acudía a la ciudad sagrada de los judíos en las fiestas y entonces se alojaba en el palacio-fortaleza construido por Herodes “el Grande”.

Una piedra del anfiteatro de Cesarea hallada en 1961 por arqueólogos italianos con una dedicatoria de Pilato al emperador Tiberio confirmó el cargo de prefecto de este personaje histórico del que ya daba cuenta Tácito, así como Flavio Josefo en sus “Antigüedades judías”.

Tanto este último historiador nacido en Roma 37 años d. C., como Filón de Alejandría, coetáneo de Jesús, describen a Pilato como una persona cruel. Filón señala incluso que se caracterizaba por «su venalidad, su violencia, sus robos, sus asaltos, su conducta abusiva, sus frecuentes ejecuciones de prisioneros que no habían sido juzgados, y su ferocidad sin límite».

Lo cierto es que tampoco se sabe con seguridad cómo y dónde murió Poncio Pilato. Una leyenda cuenta que se mató con su propio cuchillo y su cuerpo fue después atado a una rueda de molino y arrojado al Tíber, pero se perturbaron las aguas, por lo que fue llevado a Vienne y hundido en el Ródano. Como volvió a ocurrir lo mismo, se llevó hasta un lago de una montaña cercana a Lucerna (Suiza), aún hoy llamada Pilato.

Otros creen que Pilato fue cesado y desterrado a la Galia donde murió. “Probablemente no fue un hombre tan sangriento y malvado como lo describe Filón, pero ciertamente fue un gobernador que “no dudaba en recurrir a métodos brutales y expeditivos para resolver los conflictos”, estima Pagola en su aproximación histórica a los hechos.

Mano derecha de Poncio Pilatos.
Mano derecha de Poncio Pilatos. / Efe

“Pilato es un tipo de hombre mundano, conocedor del derecho y ansioso de cumplirlo en la medida que pudiera ser hecho sin sacrificio personal de ninguna clase, pero cediendo fácilmente a la presión de aquellos cuyo interés era que él actuase de manera diferente. Él hubiera gustosamente absuelto a Cristo, y hasta hizo serios esfuerzos en esa dirección, pero cedió a la presión de inmediato cuando su propia posición fue amenazada”.

Tertuliano y Justino Mártir hablan de unas actas hoy desaparecidas sobre el juicio y la crucifixión de Jesús que supuestamente Pilato envió al emperador Tiberio y que dio pie a la creencia de que el gobernador de Judea acabó convirtiéndose al cristianismo, como también lo haría su mujer Claudia Prócula, la misma que según San Mateo le advirtió: “No te mezcles en el asunto de este justo, porque hoy, por su causa, tuve un sueño que me hizo sufrir mucho”. A Prócula se la venera como santa en la Iglesia Ortodoxa griega y en la etíope.

Más sorprendente resulta comprobar que el mismo Poncio Pilato, que tuvo en sus manos la vida y la muerte de Jesús, es considerado santo por la iglesia etíope y la copta egipcia. Algunos textos apócrifos le llegan a asignar incluso un final de mártir.

Cobarde lavado de manos

La más funesta higiene de manos de la historia, protagonizada por Poncio Pilato cuando entregó a Jesús a sus verdugos sabedor de que no era culpable, retrata cómo la maldad opera tanto por acción como por omisión, pero también cómo una estrategia política de eludir responsabilidades se cobra víctimas cuyo supuesto delito no es tal. Poncio Pilato o Pilatos, quinto Procurador romano enviado por el emperador Tiberio para los territorios de Judea y de Samaría, sobre los años 26 y 36 d.C., había tenido problemas con sus administradores en la zona casi desde su llegada.

La historiografía civil le tiene por hombre colérico, falto de tacto y débil en el gobierno; y justamente para ocultar esta debilidad recurría a actos brutales. Entre sus errores figura hacer desfilar por Jerusalén a soldados romanos con la efigie del emperador, sin respetar el horror que sentían los judíos por la representación de figuras humanas. Osó también sufragar un acueducto con oro del templo, y reprimió con crueldad innecesaria un motín de samaritanos.

Con semejante historial de desencuentros, el cobarde Pilato no se atrevió a desafiar a los acusadores de Jesús pese a creerle inocente, tal como recogen los cuatro evangelistas, aunque solo Mateo especifica el modus operando: Pilato “se lavó las manos ante el pueblo, diciendo: No me hago responsable de esta muerte; allá vosotros”. A Pilato, hasta entonces enemistado con el tetrarca Herodes Antipas, no le interesaba indisponerse con los sumos sacerdotes y deseaba a toda costa mantener la paz en Palestina.

De sus fallos anteriores se quejaron los judíos, cuenta Flavio Josefo, así que Vitelio, gobernador de Siria, lo envió a Roma a ser juzgado. Llegó en el año 37, muerto Tiberio, y su suerte fue diversa; según las versiones, o se suicidó o fue ejecutado por Nerón. Un evangelio apócrifo le quiere convertido al cristianismo y muerto mártir, pero se cree la poca veracidad.

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