"La imagen de Jesús Nazareno me encanta"

RAFAEL López es natural de Almería. Un gran aficionado al cante, además de muy buen saetero. Con voz muy flamenca comenzó en este palo del cante cuando empezó el primer concurso de saetas de la Peña el Morato.

Es otro cantaor imprescindible de este palo en las calles de nuestra ciudad. "Yo era cantaor de flamenco. Toda mi vida he cantado flamenco. Estábamos en la peña El Morato hace por lo menos 25 años cantando flamenco y el presidente por aquel entonces, Constantino, nos sacó a la calle para comenzar a cantar saetas", indica Rafael López.

El saetero recuerda con añoranza aquellos primeros años de hace ya más de dos décadas. "Fueron difíciles. Era un palo del flamenco que no estábamos acostumbrados a cantar pero, gracias a Dios, aquí seguimos a día de hoy".

"Recuerdo como un año en el concurso que organizó la Peña El Morato se pusieron altavoces por el paseo y el cante de las saetas se escucharon por todas las calles de Almería", cuenta Rafael López con nostalgia. La dimensión de aquello fue tal que hasta fue narrado el concurso por Matías Prats (padre).

Preguntado por qué el cante de la saeta, Rafael López lo tiene claro. "La saeta es un cante que me gusta. Además de ser católico, es una oportunidad que me brindó El Morato y pese a la dificultad de la misma, me apasiona".

El cantaor es un habitual, como decimos, en nuestras calles durante estos días. "El sábado le canté a la Virgen de la Unidad en Piedras Redondas. El domingo hice lo propio con el Cristo de la Misericordia, de la Hermandad de Los Ángeles, cuando salió este de la calle Tiendas. El Lunes Santo le canté al Gran Poder en Navarro Rodrigo, en el edificio de Diputación, y ayer enfrente de la Bodega Joaquín le canté al Cristo de la Oración en el Huerto".

Pese a tener ya la voz fastidiada, como reconoce a este medio el saetero, Rafael promete cantarle mañana al Nazareno y el Viernes Santo al Entierro y Soledad, siempre y cuando "la voz me lo permita".

Precisamente es con Jesús Nazareno, titular de la Hermandad del Encuentro, con el que al saetero se le ponen los pelos de punta. "Me encanta verlo con la cruz a hombros. Sin duda, me apasiona".

"En la Catedral me quedé asfixiado el otro día por el humo del incienso. Eso, unido al cambio de tiempo brusco y a que uno ya tiene una edad, ha hecho que tenga la voz regular". "Ya tengo edad para cantar en un balcón y no a pie de calle", comenta bromeando Rafael.

Por último, sobre el aporte del ayuntamiento a la promoción de la saeta, Rafael López, como el resto de compañeros, considera que se podría hacer algo más. "Antes en Almería se cantaban muy pocas saetas por no decir ninguna. Gracias a la Peña El Morato se ha engrandecido mucho la Semana Santa de la ciudad y también de la provincia. Las saetas les gusta a la gente, y a la que viene de fuera también". "Es bueno que hagas concursos porque así los jóvenes aficionados acuden y el futuro está asegurado. Cantar saetas es muy difícil y ello debería ser más valorado por el ayuntamiento o por el área competente en este tema ya que es una cultura que no debe de perderse nunca", finaliza el saetero almeriense.