Una dolorosa, dos parroquias y la catedral al fondo (II)

Semana Santa 2025

Dolorosas. Cabe distinguir dos imágenes marianas bajo la misma advocación de Ntra. Sra. de los Dolores perfectamente diferenciadas; las dolorosas de San Pedro y de Santiago (La Soledad)

Iglesia de San Pedro el Viejo.
Iglesia de San Pedro el Viejo. / José A. Márquez

EL acta con la que -en el cuadernillo especial del viernes- concluía la primera parte de este reportaje, pone de manifiesto, entre otras cuestiones, la prácticamente nula tradición local en cuanto a manifestaciones catequéticas semanasanteras en el exterior de los templos, limitada a la procesión del Santo Entierro. Y aun así, sin el decoro requerido, tal como ocurría en las celebradas en otras capitales andaluzas.

El pleno consistorial de 30 de abril de 1859 (presidido por Francisco Jover Berruezo) vuelve a sorprendernos con una iniciativa inédita en los anales pasionistas almerienses. Pese a que dicha alternativa no obtuvo repuesta. Conviene leer con detenimiento la primicia, especialmente la referente a la parroquial de Santiago y sus sacerdotes responsables. El obispo Anacleto Meoro Sánchez (con17 años de prelatura en la seo urcitana) no se dignó a ofrecer repuesta alguna, ignorando el razonado y razonable memorándum:

Plenario municipal desoído

Por los Sres. Concejales Lledó, Cámara y Percebal se presentó la proposición del tenor siguiente:

M.I. Ayuntamiento=

Hace muchos años que la única función de Semana Santa que se celebra en esta capital en Memoria y representación de los principales misterios de Ntra. Religión augusta es la procesión del entierro de Ntro. Redentor Jesucristo en la tarde del Viernes Santo, cuyo acto religioso, unos años ha tenido lugar en la Iglesia de Santiago y otros en la de San Pedro, con asistencia de la parroquia, autoridades, Municipio y personas convidadas por éste, por ser el que toma la iniciativa en esta solemnidad=

Todos los años presentan desgraciadamente dificultades por parte de los Sres. Curas de cuyas iglesias sale la procesión, llegando en el presente hasta el extremo de que se dudase si podría verificarse aquel acto religioso, cuya realización se ha debido exclusivamente a la moderación y cordura con que se ha conducido las Autoridades eclesiásticas en unión de los Sres. Concejales comisionados al efecto:

Por el fin pues laudable de alejar todos aquellos inconvenientes y de que la procesión salga con toda la solemnidad y esplendor que representa, los que suscriben tienen el honor de proponer a V.S.S. que desde el año próximo de 1860 se establezca que en lo sucesivo salga la procesión de esta Sta. Iglesia Catedral, asistiendo a ella el Cabildo Eclesiástico como presidente, el que como lo hace siempre que sale en Corporación, disponga que concurran las parroquias y hermandades legalmente establecidas con el justo y loable objeto de que se efectúe dicho acto religioso de una manera propia de un pueblo culto y eminentemente católico=

Iglesia conventual de Las Claras.
Iglesia conventual de Las Claras. / José A. Márquez

Sería ofender el celo religioso que siempre ha distinguido al Ilte. Cabildo Catedral, si ligeramente se presumiera que podía oponer las muchas dificultades a tan laudable como religioso pensamiento; antes al contrario, los que suscriben se lisonjan con la presunción de que se prestara gustoso, removiendo cualquier obstáculo que se presentara queda alejado de este modo todo motivo de maledicencia y colocándose a la altura en que está el Clero español por sus esfuerzos en promover el culto y sostener el brillo debido a la santa Religión=

En tal concepto, procede se dirija atento y razonado oficio al Ilmo. Sr. Obispo y Cabildo con el indicado objeto, manifestándose que el gasto de cera para los convidados y conducción de Imágenes a la Sta. Iglesia Catedral lo satisfará el Ilmo. Ayuntamiento, como lo verifica anualmente, prestando desde luego su asistencia en Corporación para cuyo fin, si se considerase conveniente, podrán ponerse de acuerdo comisiones de ambos cabildos para el mejor desempeño de esta solemne y religiosa función=

El Ilmo. Ayuntamiento, sin embargo, en su superior ilustración acordará lo que estime más conveniente=

Casas Consistoriales de Almería, a 30 de abril de 1859=

Pedro Lladó= José de la Cámara= Miguel Pérez de Percebal.

Incógnitas a estudiar

A qué obedecían las “dificultades” esgrimidas por los párrocos? Misterio. Porqué se negó el cabildo de canónigos a cogerla cuando ellos no debían aportar ni un real de vellón? Prosigue el misterio. Conviene indicar que -a partir de 1876- de la cera sobrante del Entierro se nutría la procesión de La Soledad. Cirios y velas que se confeccionaban en sendas cererías del barrio de Las Perchas y en los aledaños del palacio episcopal. Tampoco sabemos con certeza la antigüedad y hechura de la Dolorosa, propia de la estilística granadina entre los siglos XVI-XVII. Aunque pudo pertenecer al original inventariado patrimonial del Stmo. Sacramento. en San Pedro el Viejo.

Tras dejar constancia de las investigaciones del eclesiástico Carpente Rabanillo que apuntan sobre la posibilidad de que el Cristo del Escucha fuera adquirido por el cabildo catedralicio a la citada cofradía a comienzos del XVI, abordamos los inicios del s.XIX con dos significativos documentos referidos al culto a la Virgen procedente del desaparecido archivo de San Pedro. Fervorosa imagen datada en los siglos XVII-XVIII y tal vez perteneciente a uno de los por entonces prestigiosos talleres escultóricos granadinos: ¿Alonso de Mena, José Mora, Torcuato Ruíz del Peral? Esta pasó al actual templo de San Pedro tras la Desamortización de Mendizábal y desapareció en julio de 1936, durante los desmanes de la guerra incivil del 36/39. Con anterioridad a estas aciagas fechas, las dos ocupaba un lugar de preferencia dentro en el interior de las iglesias a que nos referimos: capilla de Santa Lucía (Santiago) y de San Antonio o de Los Remedios, en San Pedro. La Soledad corre un camino paralelo plagado de lagunas: autor, fecha de su hechura, cuantía de la talla, etc. Es cierto que el presbítero Manuel de Bargas donó ropajes y enseres varios, pero en ningún lugar se explicita que él adquiriese la imagen (de busto completo o ensamblada) que ocupó dicha capilla de Santa Lucía (en Santiago) y que sería la que procesionó la noche del viernes Santo a partir de 1876 desde Las Claras. Después vendrían las preseas y joyas de ajuar regaladas por la familia Babarín y los marqueses de Torre Alta. Y lo más sorpresivo a nuestro juicio: porqué salió indistintamente del templo de San Pedro (antiguo convento de San Francisco) y de Las Claras, a la sazón sede de la parroquial de Santiago. ¿Acaso porque ambas (masculina y femenina) pertenecían a la Orden franciscana?

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