Al cielo la Esperanza Macarena

Cuatro años han tenido que esperar los vecinos de la Plaza de Toros para vivir un Miércoles Santo tranquilo. Tras dos años de una pandemia que nos arrebató la Semana Santa y después de procesionar mirando al cielo por la lluvia que nos sorprendió el Miércoles Santo de 2022, los almerienses ansiaban con más entusiasmo que nunca la estación de penitencia de la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia, María Santísima de la Esperanza Macarena y Nuestra Señora del Santo Rosario.

A las siete de la tarde se abría el portón de la Iglesia Parroquial de San Ildefonso para dar la bienvenida a la comitiva, encabezada por la cruz de guía y seguida por los nazarenos, cuya vestimenta constaba de túnica y capa blancas con antifaz y cíngulo morado y dorado de terciopelo, así como calzado negro con hebilla plateada.

Minutos antes de las siete y cuarto tenía lugar en el interior del templo la primera levantá del titular cristífero, representado por Nuestro Padre Jesús de la Sentencia. El paso de misterio fue recibido por los cientos de fieles que abarrotaban la calle Nuestra Señora de las Mercedes acompañado por los sones de la Marcha Real interpretada por la Banda de Cornetas y Tambores Santa Cruz de Almería.

La salida del paso fue ejecutada por los costaleros con suma delicadeza y a la perfección debido a la estrechez de la calle, lo que aumenta aún más si cabe el encanto de una de las cofradías de la ciudad a las que más devoción se le rinde.

Seguidamente comenzaron a desfilar los nazarenos de la Virgen, ataviados con antifaz y cíngulo verde y dorado. Un año más, la Santísima Virgen vino precedida por decenas de mantillas que marcaban su paso. María Santísima de la Esperanza Macarena afrontó su salida bajo los sones del Himno Nacional, siendo la Banda de Torredonjimeno la que puso la nota musical al paso de palio.

El semblante emocionado de los fieles, muchos de ellos con lágrimas en sus ojos, reflejaban una mezcla de devoción y orgullo cargados de sentimiento. El sentimiento y el deseo de que reinase la esperanza en este Miércoles Santo.