Jesús Cautivo y Virgen de la Pureza, desde el Barrio al corazón de todos los veratenses
Semana Santa 2024
Este Miércoles Santo la Mayordomía de San Antón estrenó su bandera y su banda de música en una noche de saetas y mucho sentimiento
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Miércoles Santo. En uno de los barriles de la Terraza Carmona, un grupo de amigos apura unas cervezas y unos cuenquecitos de ajo colorao. A escasos metros se escuchan los tambores y cornetas de la Banda de Jesús Cautivo de Vera, por primera vez sonando en una Semana Santa. El capataz golpea la campana con el martillo y los casi 150 hombres vestidos de riguroso traje negro se pasan los varales del hombro a la mano para elevar al cielo al Cristo de los Gitanos. Se oyen fritos de “¡Viva Jesús Cautivo! ¡Viva! ¡Viva el Cristo de los Gitanos! ¡Viva!”. ¿Puede haber una estampa más veratense?
Eso preciso instante se vivió este Miércoles Santo, ya pasadas las nueve y media de la noche, en la plaza de Antonio Carmona, uno de los rincones preferidos por el público en Vera para ver pasar las procesiones.
El Miércoles Santo es el día de la Mayordomía de San Antón desde hace ya ocho años, cuando en 2017 comenzaron a procesionar, primero con la imagen de Jesús Cautivo del Soberano Poder y, un año más tarde, con la Virgen de la Pureza. La comunidad gitana, que ya participaba muy activamente en otras de las cofradías veratenses, decidía entonces congregarse en torno a estos dos titulares en la Iglesia de Santa María de los Pueblos y la ermita de San Antón, en el Barrio, desde donde salen cada año en procesión.
Abriendo la procesión iba con la cruz de guía Gabriel Martínez Carretero, precedido del nuevo banderín de Mayordomía, obra del granadino José Manuel Martínez Hurtado y que fue bendecido el 1 de marzo. Es una bandera bordada sobre terciopelo de algodón azul pavo, bordados a mano en hilo de oro fino en la cual predominan motivos florales y en el centro el escudo corporativo de la mayordomía, rematado con fleco de bellota y forrado en damasco del mismo color.
Detrás, diferentes autoridades municipales y el hermano mayor de la Mayordomía, Juan José Fernández Cortés.
El Cautivo, como siempre, vestía túnica blanca , con cordón y potencias doradas. Va en un trono con cuatro largos varales, muy al estilo levantino, con 27 hombres en cada uno de ellos.
La Virgen de la Pureza vestía este año su saya de blanco y oro, como ya hizo en 2019, bajo su manto azul. El trono, también con cuatro varales, es portado por un grupo de 80 mujeres. El acompañamiento musical este año corrió a cargo de la Agrupación Musical Virgen de las Mercerdes, de Oria.
De este desfile destacan, sobre todo, tres cosas: el estilo tan característico que tienen los gitanos para procesionar, muy vistoso y espectacular; las saetas que les cantan durante el recorrido a ambas imágenes, tanto de sus fieles como de un cantante profesional —este año fue Antonio Cortés, de “Se llama Copla”— y, por último, su recorrido, que es diferente al partir y acabar en el Barrio.
Este Miércoles Santo, Vera salió a la calle para ver a su Cautivo y su Virgen de la Pureza. Porque ya no son de los gitanos, sino del corazón de todos los veratenses.
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