Desahucios cofrades de antaño

En 1976 se celebra la primera Semana Santa sin Franco, ello provoca muchas marchas y que una parte de la historia y también de documentación y patrimonio termine en el basurero

El misterio de la Santa Cena a su paso por la calle Cubo.

24 de marzo 2016 - 01:00

EN 1976 llegaba la primera de la Semana Santas sin Franco, aunque con un sistema político, que iría abandonando toda relación de afiliación directa con el ámbito de la religiosidad popular. Fue las gran "desbandá". Aquellos que mantuvieron cargos durante el régimen franquista en las Cofradías desaparecieron, unos volvieron más tarde, cuando vieron que existía normalidad en la vida pública y nos les perjudicaban en su ámbito personal y profesional. El Movimiento Nacional y el CNS, con su millón de funcionarios, se integraron en la Función Pública, equiparándose a los funcionarios de carrera de la Administración del Estado, pero salvo algunos que se mantuvieron arrimando el hombro con pasión en las Cofradías, las cuales estaban incardinadas a estos Centros Directivos o en otros similares, de vinculación político-social con el régimen autoritario, de la inmensa mayoría de cofrades funcionariales no se supo nada. Lo peor de todo, es que con ellos, se fue una parte de la historia y también de documentación y patrimonio, terminando en el basurero.

Llegamos jóvenes de familias heterogéneas, sin alguna vinculación política, neófitos en el concierto cofrade, y solo tuvimos tiempo para no pensar en exigir responsabilidad por determinadas conductas irregulares, que nos hicieron perder un patrimonio que teníamos el uso y disfrute, en aras a los fines pastorales que perseguían las Cofradías. La Cofradía del Silencio, solo recuperó parte de su patrimonio artístico de culto, gracias a hombres como Federico Bueno Haro, Francisco Sierra Guirado y Miguel Aparicio Rodríguez. Sin embargo, se nos ordenó devolver los inmuebles sin ningún tipo de indemnización, cuya obligación por imperativo, nos obligó a quedarnos en la calle, y tener que buscar alojamiento en cocheras o locales para guardar y custodiar los tronos y otros enseres, sí no queríamos que se nos expropiara, sin ningún procedimiento administrativo reglado. Teníamos temor, a que los nuevos gestores del sistema con corbata y largas melenas, sin la uniformidad protocolaria del pasado, ya no se sentían autoridades, eran muchos de ellos los mismos pero con otro rol democrático, como de toda la vida, sí veían una actitud poco colaboracionista, pudiesen actuar en sentido beligerante, y las medidas requisitorias se convirtieran en otras más gravosas para los intereses de la propia Cofradía. Se nos requisó, sin ningún tipo de justiprecio, una casa-local en la calle Cucarro, dónde estaba el paso o trono de la Virgen del Consuelo y donde repartíamos las túnicas, así como, otros habitáculos en la llamada "Granja" en Los Molinos.

También, las Cofradías quitaron de sus enseres todo aquello que les pudiera relacionar con el anterior régimen, quitándose de los báculos la simbología de la Organización Sindical, y cambiando algunos de sus nombres, o dejándolos en el rescoldo de las tibiezas: Excautivos - El Prendimiento. Algunas Cofradías sufrieron amenazas, que nunca llegaron a materializarse en ningún hecho luctuoso, pero sí hizo que, se adoptaran medidas preventivas. En el trono de la Virgen de la Mercede, durante la procesión del Miércoles Santo de 1978, fue escoltado prudentemente, por hombres y mujeres vestidas de nazarenos, pertenecientes, muchos de ellos, a una formación política, para evitar que nadie se acercase al mismo y pudiese pintar en su manto algunos signos de carácter marxista. Había ocurrido en otros lugares de Andalucía.

El Jueves Santo de 1979, antes de la salida desde el Convento de los franciscanos de la Cofradía del Silencio, unos individuos nos encrespaban porque llevábamos una escuadra de gastadores de la Guardia Civil, y que tras unas palabras entre los fieles presentes y éstos, desistieron de hacer más ruido mediático. Sufrimos también el abandono de los medios de comunicación, los cuales, tras pasar del control del Estado al ámbito privado, nuestra presencia se reducía a párrafos escuetos y previamente normalizados por los redactores, sin muchas más explicaciones, y poca producción literaria y fotográfica. A penas se sabía que estábamos en Semana Santa y Cuaresma sí no fuese por TVE.

Ahora, en la lejanía de los cuarenta años que han transcurrido, se ven las cosas con cierta normalidad, pero hay que sacar como conclusión, que el nacional-catolicismo no hizo nada bien al ámbito de la religiosidad popular, no tanto, como las ideas bolcheviquizadas de quemar conventos, iglesias y otros atropellos mortales a curas y laicos por ser creyentes, pero sí, influyó para que tras la vinculación existente, en Almería, en concreto, desapareciesen las Cofradías. Por ello, las relaciones de sociabilidad y socialización entre las Cofradías y la vida política debe ser siempre institucional, y evitaremos en un futuro mediato, cualquier tipo de desajustes o disociaciones inorgánicas en sistema organizacional y funcional de las Hermandades.

Las otras dos fechas, por contrario, tienen un hilo conductor de sentimientos contrariados respecto al anterior. Este año, será la Pascua de Resurrección, Pascua florida, quienes la acojan. El día 14 de abril, proclamación de la II República española, tras la celebración de unas elecciones municipales, y que cada año, llegada esta fecha, sí suele tener una mayor celebración, más qué recordando la misma, instando la llegada de una III República con motivo del vació constitucional ante determinadas demandas cívico-sociales y económicas de la sociedad española. Desde la celebración de un funeral laico en la puerta del Ingenio en el barrio del Puche, lugar donde todavía laten las almas y corazones que sufrieron, indistintamente, al ideario, el ignominioso conflicto bélico, hasta la realización de otras actividades académicas o sociales para convencer a la ciudadanía de esta mejor vía orgánica - jurídica del Estado.

No podemos obviar, que la llegada de este día en aquella fecha histórica tuvo una influencia negativa para la religiosidad popular por el elevado grado de anti clericalismo con actuaciones dolosas, ya que, muchas Cofradías tuvieron que realizar sus desfiles procesionales en el interior de las iglesias, y otras fueron disueltas o, en muchos casos, sus imágenes destruidas, debido al fuerte anticlericalismo. (La Soledad, Cristo de la Escucha, Amargura, Nazareno…..)

En este caso, y en lo referente a la cuestión republicana, al Jefe del Estado, que actualmente recae en la figura del Rey como Jefe de la histórica Dinastía de los Capetos-Borbón, se vería afectada la Familia Real, al ser muchos de sus miembros Hermanos Mayores Honorarios, incluso presidir, determinados cortejos procesionales, aunque sea a través de delegación real por parte de otras Autoridades civiles o militares. La llegada de un Presidente de la República laica y aconfesional sí podría afectar a este tipo de relación tradicional con las cofradías, en las que actualmente los miembros de esta Casa Real como de otras (Orleans, Dos Sicilia, Parma, Habsburgo, etcétera) suelen ostentar cargos honoríficos. Me imagino, que continuarían como miembros honorarios, al igual, que en muchas otras Cofradías continúa el anterior Jefe del Estado, sin que le haya afectado la aplicación de la Ley para la Memoria Histórica, al día de la fecha en vigor.

La otra fecha, el 9 de abril, "el sábado santo rojo", primer viernes de Pascua, con motivo de la legalización del Partido Comunista de España en 1977, en pleno periodo de la Transición política, y que supuso una vuelta a la normalidad democrática en cuanto al pluralismo político, el cual estaba hasta esa fecha monopolizado por el Movimiento Nacional. Fecha, igualmente, que se sigue celebrando, con menos profusión, aunque actualmente se aprovecha la misma para ser de carácter reivindicativo ante los momentos de carestía económica y en recuerdo al alto sentido de consenso político que conllevo a este momento histórico tras cuarenta años de represión a los comunistas y masones. Esta legalización y su posterior desarrollo no afecto en nada a la religiosidad popular, ya que muchos integrantes de las Cofradías están impregnados de la doctrina social de la iglesia en colación con determinadas posiciones ideológicas de la izquierda. En Almería, ese Sábado Santo, salvo la Vigilia Pascual, no hubo procesiones al igual que ahora, al haberse dejado de celebrar la Soledad de la Virgen del Consuelo del Silencio, cofradía afecta al sindicalismo vertical que procesionaba desde la iglesia - convento de los padres franciscanos menores. La calle estaba tranquila y sosegada, en especial los aledaños a la Puerta de Purchena, a pesar del "ruido de sables" de los periódicos "El Alcázar" y "Arriba". No es menos cierto, que algunas cofradías sufrieron avisos y llamadas que iban a ser pintadas en los mantos de sus imágenes y tronos la hoz y el martillo - manto de la Virgen de la Merced, Cofradía de los Excautivos, realizado por éstos en acción de gracias por haber salvado la vida de su cautivos en el bando rojo- y cuyo trono fue flanqueados en ese año y el posterior por militantes de Fuerza Nueva y Fuerza Joven, no llegando a producirse ninguna incidencia durante su recorrido.

En conclusión, este año de tintes electorales, podemos conciliar en todo un alarde de pasional de santidad y fraternidad, el día 1 de abril, "Día de la Victoria", al coincidir con el Jueves Santo, Día del Amor Fraterno al instituirse la Eucaristía, y el 9 de abril, "legalización del PCE" y el 14 de abril, "II República", al coincidir, a buen seguro, con días de claro signo "indalianos" del Indalo, propios de la Pascua florida almeriense luminoso Sol de Villalán-Portocarrero y las fragancias de la mar del mediterráneo en el centenario del nacimiento del universal Jesús de Perceval.

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