Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Política decente
Nutrición y dietética
Podríamos decir que es casi un hecho empírico que llevar una alimentación y un estilo de vida saludable previene y nos protege de muchas enfermedades y afecciones. Los beneficios de llevar una dieta equilibrada y rica en nutrientes, ha mostrado resultados muy positivos en la medicina alternativa para tratamientos de enfermedades como el cáncer. Sin embargo, el por qué unas dietas y otras no tienen dicho efecto y cómo se causa sigue siendo un enigma. Ahora, un nuevo estudio publicado en la revista Nature, ha demostrado que llevar a una situación extrema a las células cancerosas podría ser la clave para destruirlas y combatir los tumores.
Fueron investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts de Estados Unidos quienes ofrecieron una explicación de por qué la restricción de calorías puede retrasar el crecimiento tumoral, información que puede ser relevante para dos dietas distintas en ratones.
Específicamente, el estudio analizó los efectos de una dieta baja en calorías y una dieta cetogénica en roedores con tumores pancreáticos y encontraron que aunque ambas dietas reducen la cantidad de azúcar disponible para los tumores, teniendo en cuenta que el ''alimento'' preferido de las células cancerígenas es la glucosa, solamente la restricción de calorías puede disminuir la disponibilidad de grasas y esto se relaciona con una desaceleración de crecimiento tumoral.
La investigación destaca entonces que la escasez de grasas impide el crecimiento tumoral porque las células cancerosas necesitan lípidos para construir sus membranas celulares. "La restricción no solo priva a los tumores de lípidos, sino que también altera el proceso que les permite adaptarse a ella. Esa combinación realmente está contribuyendo a la inhibición del crecimiento tumoral", comenta Lien.
Normalmente, cuando los lípidos no están disponibles en un tejido, las células pueden producir los suyos. Como parte de este proceso, necesitan mantener el equilibrio adecuado de ácidos grasos saturados e insaturados, lo que requiere una enzima llamada estearoil-CoA desaturasa (SCD, por sus siglas en inglés). Esta enzima es responsable de convertir los primeros en los segundos.
Se encontró que los ratones con la keto tenían grasas disponibles en su dieta y los de la dieta restringida en calorías no podían obtener ácidos grasos ni producir los suyos propios: en ellos, el crecimiento tumoral se ralentizó significativamente, en comparación con el resto.
Muchas de las preguntas dietéticas que los pacientes tienen se centran en una dieta restringida en calorías, que reduce el consumo de calorías entre un 25% y un 50%, o la keto, que es baja en carbohidratos y alta en grasas y proteínas. Y aunque este estudio mostró que la restricción calórica tiene efectos beneficiosos en ratones, los investigadores dicen que no recomiendan que los pacientes con cáncer sigan una dieta restringida en calorías, que es difícil de mantener y puede tener efectos secundarios dañinos.
Ahora los investigadores planean estudiar cómo las dietas con una variedad de fuentes de grasas, incluidas:
- Grasas de origen vegetal o animal con diferencias definidas en el contenido de ácidos grasos saturados
- Grasas monoinsaturados
- Grasas poliinsaturados
Los hallazgos no sugieren que los pacientes con cáncer deban intentar seguir ninguna de estas dietas, dicen los investigadores. En cambio, creen que los hallazgos justifican más estudios para determinar cómo las intervenciones dietéticas podrían combinarse con medicamentos existentes o emergentes para ayudar a los pacientes
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