Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Política decente
Nutrición
El veganismo suscita todo tipo de discusiones entre partidarios y detractores. Esta dieta tan de moda se basa en consumir sólo alimentos vegetales sin ni siquiera derivados animales como los huevos o la leche. Algunas personas dan este paso y comen alimentos veganos por razones morales y éticas, en este caso para fomentar el cuidado de los animales o el medioambiente. Para otros, seguir una dieta vegana forma parte de seguir patrones de tendencia en la sociedad e incluso hay quienes esperan perder peso con ello. ¿Pero qué pasa con la salud? ¿sufrirás un déficit proteínico como consecuencia?
Los más beligerantes en contra del veganismo esgrimen argumentos como que es una dieta desequilibrada y falta de proteínas, que sus partidarios contrarrestan diciendo que es mucho más sana y que existen muchos productos de origen vegetal con suficiente contenido proteico para suplir el proporcionado por carnes y pescados.
La realidad es que los suplementos son muy variados. No tiene por qué faltar proteína incluso si decides no comer ni carne ni pescado. Las proteínas conforman nuestros músculos, órganos y tejidos pero también forman parte del sistema inmune, de muchas enzimas e incluso están relacionadas con los neurotransmisores.
Están compuestas de cadenas de aminoácidos. Existen 20 aminoácidos, de los cuales ocho se denominan “esenciales”, pues nuestro cuerpo no es capaz de fabricarlos y debemos ingerirlos a través de la dieta. Pues bien, las proteínas completas serán las que contengan los ocho aminoácidos esenciales en cantidad suficiente. Por el contrario, las incompletas serán las que no posean todos los aminoácidos esenciales.
Las proteínas completas se encuentran principalmente en alimentos de origen animal (las llamadas esenciales), como carne, huevo, pescado, leche… y en algunos de origen vegetal como la soja y todos sus derivados (tofu, tempeh, soja texturizada, bebida de soja, miso…), en los garbanzos, en algunos tipos de alubias, en la quinoa, las semillas de cáñamo, el amaranto y en los pistachos.
Si prescindimos de algunos de estos alimentos lo único que pasará es que perderán algunos aminoácidos esenciales o que contengan en menor medida. Esto, si se suple con otros complementos, no supondría ningún riesgo para la salud. Como con cualquier otra dieta, aquí también se aplica la máxima de que lo importante es encontrar el dorado término medio. Los beneficios de ser vegano solo son reales si la alimentación es variada.
A continuación los pros y los contras a destacar:
• Ayudar a bajar de peso y controlarlo.
• Con más consumo de fibra, se purifica el cuerpo de manera natural.
• Previene el cáncer de mama, colon, estómago, próstata y pulmón.
• Como no se consumen grasas animales, ni colesterol, se disminuye la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares y cerebrales.
• Los cereales, vegetales y frutas permiten un mejor control de la diabetes.
• Al prescindir de la carne, más cara que la soya, por ejemplo, ese presupuesto se puede invertir en más alimentos naturales y así, convertirse en una dieta económica.
• Las proteínas necesarias, como la carne, son de alto valor biológico, con aminoácidos necesarios para el cuerpo humano.
• Escasez de medicamentos veganos
• un vegano deberá consumir una mezcla de cereales y legumbres, así como frutos secos, quinoa, arroz integral y guisantes.
• La vitamina B12, que ayuda a mantener sanas las neuronas y los glóbulos sanguíneos, está sólo en productos de origen animal.
• Para reemplazarla, se deben tomar suplementos o cereales enriquecidos con esta vitamina.
• Para no tener un déficit de calcio (presente en los lácteos), deberán integrar alimentos que poseen en buena cantidad, como espinacas, soya, semillas, tofu, frutas y hortalizas.
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