Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Política decente
Dieta
A todos se nos llena la boca hablando de la dieta mediterránea, pero muy pocas la ponen en práctica a la hora de la verdad. Consejos vendo que para mí no tengo y la persistente falta de voluntad para llevar a cabo una serie de rutinas que van más allá de la alimentación saludable y que forman parte de un estilo de vida.
La Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad) ha sido la encargada de visualizar algo que se hace notorio en la sociedad pero que impacta más cuando lo lees escrito en los resultados de una encuesta sobre hábitos de alimentación, antes y después de la pandemia. Siete de cada diez españoles no sigue una dieta mediterránea.
La dieta mediterránea es una filosofía de vida basada en una forma de alimentarnos, de cocinar los alimentos, de compartirlos, de disfrutar de nuestro entorno y nuestro paisaje, de vivir y de relacionarnos con el medio, de generar arte y cultura, historia y tradición; todos ellos vinculados a nuestros alimentos emblemáticos y a su origen. Sin duda, más que hablar de una forma de alimentación hay que hacer referencia a una forma de vida.
Nos encontramos ante un estilo de vida equilibrado y saludable directamente relacionado con la prevención de enfermedades crónicas y con la promoción de la salud, tanto en el entorno escolar como familiar, y en sentido más amplio, en toda la sociedad. Mucho más en el momento actual de pandemia por Covid-19.
Todos sabemos cómo llevarla a cabo, pero pocos logran convertirla en una realidad. Utilizar el aceite de oliva, preferiblemente virgen extra. Consumir frutas, verduras, legumbres, frutos secos, especias y hierbas aromáticas. Nada de alimentos procesados, consumo diario de productos lácteos y moderado de carne roja y procesada. Comer mucho pescado y tener la fruta como referentes principal en el postre. Y beber agua, mucha agua.
La encuesta realizada saca a relucir que únicamente el 30% de personas es fiel a la dieta mediterránea, a pesar de que muchos han variado su forma de alimentarse a raíz de la pandemia. En esto influye también no tanto el qué comes, sino el cómo lo comes. Los especialistas insisten en que para que una dieta mediterránea tenga el efecto deseado hay que ingerir los alimentos de forma pausada y sin distracciones en forma de móviles, televisiones, algo que aseguran hacer casi la mitad de los encuestados.
Para completar el manual del estilo de vida mediterráneo debemos prestar especial atención a la actividad deportiva. No basta con hacer algo de actividad física diaria como afirma hacer el 70% de los encuestados. Hay que ir más allá y mejorar ese dato del 22% que practica más de dos horas a la semana de deportes de equipo.
Hoy en día, con la vacunación Covid a buen ritmo, un último esfuerzo por protegernos del virus se hace más importante que nunca y mantener el sistema inmunitario fuerte gracias a una alimentación saludable que nos aleje de posibles enfermedades puede llegar a ser decisivo. La dieta mediterránea es el aliado perfecto y la excusa para empezar a cuidarnos de verdad.
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