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¿Hidratos de carbono en la cena? ¿Verdad o mito? A priori,uno de los consejos más repetidos siempre que intentamos perder peso o mantenernos es evitar tomar los hidratos de carbono por la noche. Normalmente, después de cenar nos acostamos, y pensamos que todos los carbohidratos que comamos de noche se almacenarán como grasa. grasa.De hecho, los gurús de la musculación se han pasado años predicando que el desayuno o la comida son las mejores ocasiones para ingerir hidratos de carbono porque tomarlos en la cena hace aumentar de peso.
Lo cierto es que esta creencia extendida no tiene una base científica sólida. Algunos estudios confirman que es del todo indiferente la hora del día en que se consuman. Y algunos concluyen que por la noche es mejor. En mitad de los polos, lo importante es destacar es, sin duda, la cantidad de carbohidratos que se ingiere a lo largo del día y el tipo de carbohidrato que se elige.
En este sentido, hay carbohidratos complejos (los buenos) que incluso "pueden protegernos frente al aumento de peso", según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU). Los carbohidratos simples, son los presentes en las galletas, donuts, pan, refrescos y, por tanto, no son nada saludables. Estos son los carbohidratos que se deben evitar, aunque no solo en la cena, también durante el resto del día.
Debemos tener presente que cuando hay un desequilibrio de nutrientes en nuestro cuerpo todo empieza a funcionar mal. Por tanto, eliminarlos no tiene ningún sentido ya que los hidratos de carbono deben aportar entre el 55-60 % de las calorías de la dieta, además de ser nuestra mayor fuente de energía. Por eso, es interesante ingerir una buena dosis tras haber hecho ejercicio, para favorecer la recuperación, o incluso antes si es que vamos a correr una maratón, por ejemplo.
Sí y no. Los carbohidratos, como cualquier otro macronutriente (incluso las proteínas), pueden convertirse en grasa, pero no es una cuestión de a qué hora los comas, es cuestión de la cantidad y de tus niveles de glucógeno. Cuando consumimos hidratos de carbono, lo primero que hace el organismo es utilizarlos para rellenar las reservas de glucógeno, pero una vez que están llenas, el cuerpo pasa a almacenar el resto en forma de grasa.
Esto mismo sucede a cualquier hora del día, los carbohidratos engordan lo mismo independientemente de la hora a la que sean consumidos, comerlos por la noche no aporta más calorías que hacerlo durante el día. Por tanto, la causa de aumentar de peso no sería por culpa de incluir carbohidratos en la cena sino de mantener una dieta prolongada con un exceso calórico.
A favor, incluso, podemos decir que durante la noche también se queman calorías. Normalmente, una persona quema alrededor de 1 calorías por cada kilo de peso en una hora de sueño. Una persona de unos de 57 kilos quemará en torno a 38 calorías por hora de sueño, es decir, unas 304 calorías si duerme las 8 horas recomendadas. Es decir, durante la fase REM el organismo también quema calorías.
Otro argumento a favor es que aumenta la producción de leptina. Es la hormona responsable de enviar al cerebro señales de saciedad, lo que hace que el organismo deje de pedir alimento. En pocas palabras, quita el hambre. Se considera que la leptina es más eficiente por la noche porque tiene muchas horas por delante para realizar su función. Otro beneficio de tomarlos en la cena es que se libera serotonina, que mejora la calidad del sueño.
Lo importante en este contexto, es controlar lo que se toma de noche teniendo en cuenta lo que ya se ha comido el resto del día. Se trata, simplemente, de no sumar calorías excediendo las que cada persona necesite en el día.
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