Estos son algunas ejercicios que pueden ayudarte a relajar la mandíbula si sufres bruxismo

Si se sufre de esta afección se recomienda acudir al dentista y a fisioterapia, además de poder incorporar en la rutina diaria una serie de ejercicios.

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Las mandíbulas sufren con el bruxismo. / PIXABAY
Beatriz Ocaña

17 de abril 2024 - 07:00

El bruxismo es una afección que se produce cuando una persona rechina o aprieta los dientes, estando dormido o despierto y muchas veces sin ser consciente de ello. Esto puede tener una serie de consecuencias, como dolores en la mandíbula, en los dientes (que también pueden sufrir daños) o en la cabeza.

Esto hace que muchas personas, especialmente aquellas que sufren de bruxismo durante el sueño, usen férulas de descarga por recomendación de su dentista. Los pacientes también pueden beneficiarse de acudir a un especialista en fisioterapia para descargar los músculos que sufren sobrecarga y tensión por culpa del bruxismo. Allí le realizarán un masaje que ayudará a relajar la articulación (o en zonas que también se hayan visto afectadas) y rebajará la tensión. Aunque además de eso existen una serie de ejercicios que pueden hacerse en casa y sirven para ayudar a que la persona que sufre de bruxismo se encuentre mejor.

Ejercicios para relajar la mandíbula

Desde centros especializados como la Clínica Dental Constantino Colmenero recomiendan, además de acudir a un fisioterapeuta, masajear la zona nada más despertarse. Algunos de los masajes que sugieren y que se pueden realizar sin ayuda de un profesional son los siguientes:

Recomiendan también estirar los músculos de la zona cervical, pero también realizar otros ejercicios, como abrir ligeramente "colocar los dedos índices sobre los molares inferiores” o "contraer la musculatura elevadora de la mandíbula" mientras se hace resistencia con los dedos en dirección hacia los pies durante 4 o 5 segundos.

Causas del bruxismo

El bruxismo puede tener diferentes causas, desde el estado de ánimo, hasta la genética o ciertas bebidas. Por ejemplo, desde el estadounidense Instituto Nacional de Investigación Dental y Craneofacial recogen algunas de los siguientes factores como posibles causas del desarrollo de esta afección:

Tener que tomar ciertos medicamentos, entre ellos algunos que se recetan para tratar la depresión, las convulsiones o el TDAH.

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