Los colores de los mocos en temporada de frío: esto nos cuentan sobre la afección que padecemos
José Ángel, enfermero
Las tonalidades más oscuras pueden indicar una infección respiratoria grave en los pulmones
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Ya adentrados en el otoñootoño, los cambios horarios y las pocas horas de sol, el frío es un compañero que, aunque se resista, acabará llegando y tocando a las puertas de nuestros hogares. Y esta temporada se ha comprometido a llegar con infecciones respiratorias de la mano: twindemic, tripledemia o, simplemente, la interferencia de varios virus que provocarán una oleada de catarros, gripe y Covid. Debemos tener en cuenta que esta temporada, ya se están presentando cuadros de varios virus respiratorios simultáneos. El virus respiratorio sincitial o VRS está causando estragos en los hospitales pediátricos y la bronquiolitis también han alcanzado ya un cénit prematuro de ocupación hospitalaria. Y, precisamente, uno de los síntomas que suele acompañar a toda afección respiratoria o virus que se precie es, sin duda, la mucosidad.
Es común que los pañuelos y las narices rojas se integren como parte de la estampa durante estos meses, pero fijarnos en el aspecto de nuestros mocos puede resultar útil para identificar que afección padecemos Eso sí, los mocos, sean del color que sean, están compuestos en un 96% por agua, proteínas y sales minerales que funcionan como defensa y que ayudan a nuestro organismo a combatir agentes externos. Para identificar que señales nos mandan según su color, un enfermero popular en TikTok (@enfermerojorgeangel) ha dado las claves. Te lo contamos
Lo que indican los diferentes colores de los mocos
En primer lugar, antes de fijarnos en su color, debemos prestar atención a su textura. Esto ya nos indica que el sistema de defensa está funcionando y que los glóbulos blancos están combatiendo patógenos potenciales. En el caso de los colores, también debemos saber como característica esencial que los colores más oscuros son los que indican afecciones más graves. Por tanto, si la mucosidad se espesa y tiene un color más oscuro, debemos prestar mayor atención. Con estas dos pautas, procedemos a su clasificación.
Según comenta este enfermero, con casi 4 millones de seguidores en esta viral plataforma, los colores más claros, como los transparentes y los blancos, suelen ser los más normales y comunes. En el caso de que se presenten de manera abundante, podrían indicar rinitis alérgica o un resfriado común.
A este respecto, los procesos alérgicos suelen ir acompañados, además, de goteo nasal y estornudos. En concreto, si se trata de un resfriado, según asegura, suelen estar más asociados a los blancos ya que suelen ser ''más densos''.
En la tonalidad amarilla y verdosa, nuestro sistema de defensas ya indica que está luchando con más fuerza para combatir estos agentes externos que ya se han introducido en nuestro organismo. Ambos colores pueden indicar, según explica, un resfriado aunque ''puede haber una ligera infección'' en el caso de los amarillos; En el de los verdes, puede existir ya una ''infección importante'' que podría manifestar una sinusitis. Si pasan más de 10 días y la mucosidad no cesa conviene consultar para descartar esta afección.
Avanzando en el abanico de colores, el rojo resulta el tono que empieza a provocar cierta alarma. Una enfermedad respiratoria grave puede presentarse con esputo o mucosidad sanguinolenta, pero tiende a ser más sintomática que un resfriado por lo que notarás su presencia. En este sentido, si estos síntomas no se manifiestan, lo más usual es que sea sangre que proviene de los capilares de la nariz, que al sonarse muchas veces o demasiado fuerte, se rompen.
Los problemas reales comienzan a aparecer, como hemos mencionado, con las tonalidades oscuras la marrón y la negra. Estos ya suelen ser síntomas de que un agente extraño se ha instalado en nuestros pulmones y está causando una infección severa.
En los marrones, comenta José Ángel, pueden indicar una infección en los pulmones, como la neumonía. Los 'negruzcos', como los denomina, son señal de ''suciedad'' provocada por la nicotina o la inhalación de humo. Otra opción es que se haya desarrollado una infección fúngica grave y es importante consultar a un médico de inmediato. Las personas con inmunidad debilitada son más susceptibles a tales infecciones.
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