Qué es un adenoma pleomorfo, el tumor por el que han operado a Carlos Herrera

Este tipo de tumores es el más común en la zona cervicofacial.

La operación que ha dejado a Carlos Herrera: "Con media cara"

Especialistas en quirófano. / R. D.
B.O.

04 de septiembre 2023 - 18:05

Comienzan las nuevas temporadas para las cadenas de televisión y radio y muchos programas han estrenado estos días sus primeros programas. Aunque en el caso de uno de los comunicadores más conocidos de España, el periodista y comunicador radiofónico, Carlos Herrera, lo hizo aún recuperándose de una operación reciente.

La extracción de adenoma pleomorfo

El adenoma pleomorfo es uno de los tumores más comunes que afectan a las glándulas salivales, entre las que se encuentran las glándulas parótidas (que es una de las glándulas salivares de mayor tamaño). Estas glándulas son fundamentales para la producción de la saliva, que facilita la digestión de los alimentos al humedecer la comida que se consume, se caracteriza por su poder antiséptico y ayuda a mantener una buena salud bucodental.

Sin embargo, en ocasiones algunas personas desarrollan tumores, como el adenoma pleomorfo. Este se trata, según un artículo publicado en Scielo, de un "tumor benigno mixto formado por células epiteliales y mesenquimales· y representa el 3% de los tumores cervicofaciales y el 80% de los tumores benignos de las glándulas salivales, según Emedicine. En el caso del tumor por el que Carlos Herrera fue operado, se trató de un caso benigno.

Incluso cuando se trata de un tumor benigno en muchas ocasiones se opta por su extracción, ya que de continuar creciendo puede suponer un problema en el rostro de la persona y llegar a afectar a los nervios facial o auriculotemporal que atraviesan las glándulas parótidas.

Según establece Mayoclinic, algunos de los síntomas que pueden tener los pacientes que sufren de tumores en las parótidas son: hinchazón del rostro o la mandíbula, pero también pueden darse casos de problemas para tragar o de "pérdida del movimiento facial".

Una vez diagnosticado el tumor se puede extraer parte de la glándula parótida o realizar una extracción total de la misma. En el caso de la retirada parcial de esta glándula, el resto seguirá funcionando con normalidad. Y tanto en casos de la extracción total o parcial, una de las complicaciones más frecuentes que se da en este tipo de cirugías es el daño en el nervio facial.

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