¿Cómo vivían en Mojácar en el siglo XIII? Un mes de excavaciones para descubrirlo
PATRIMONIO
Desde el lunes, decenas de voluntarios trabajan en el yacimiento de Mojácar la Vieja
Las actuaciones se centran en las zonas donde han encontrado viviendas e instalaciones defensivas
Saber cómo vivirían los habitantes de Mojácar hace 800 o 900 años no es tarea sencilla. Desentrañar los misterios ocultos bajo toneladas de tierra durante tantos siglos es una labor colosal, pero no imposible. Por ello, como el año pasado, casi un centenar de personas trabajan desde el lunes, y todo este mes de julio, en el yacimiento de Mojácar la Vieja para conocer más sobre el asentamiento que allí se ubicaba.
El doctor José María Martín Civantos, director de MemoLab-Laboratorio de Arqueología Biocultural, perteneciente a la Universidad de Granada, explicó ayer en un acto público cómo se va a desarrollar la excavación y cuáles son los principales objetivos. Básicamente, continuarán donde lo dejaron hace un año. En el sondeo de la parte baja, donde se encontraba la muralla y la puerta del castillo, y dónde además apareció una vivienda qué quieren seguir estudiando para hallar más estancias e, incluso, intentar saber quién estaba al mando del castillo. Y en la parte superior, donde encontraron recintos de tipo militar, como un almacén de bolaños para las catapultas, zona de cocina o mezquita para la guardia. “Queremos conocer más datos sobre cómo se organizaba el poblamiento y sobre las fortificaciones”, cuenta el arqueólogo.
Gracias a un equipo de voluntarios, llegados de nueve países diferentes, cada jornada se excava para documentar cómo era la vida de los mojaqueros del siglo XII y XIII y la propia ciudad. “Nos gustaría incluso poder encontrar el acceso al segundo recinto, el de carácter más militar”, asegura Martín Civantos.
Son 80 los estudiantes de Arqueología e Historia de Italia, Portugal, Francia, Armenia, Hungría, Bulgaria, Sri-Lanka, Argentina y México que han acudido a Mojácar. Trabajarán en dos turnos, 40 de ellos la primera quincena del mes y otros tantos en la segunda. Llegan atraídos por la posibilidad de aportar luz a la historia de una villa musulmana tan importante como fue Mojácar.
Por lo pronto, los trabajos del pasado año ya consiguieron dar respuesta a muchos de los interrogantes que había de partida, por ejemplo, sobre la cronología del yacimiento. Los restos encontrados están datados entre los siglos XII y XIII, en épocas almorávide, almohade y nazarí. Pero, ¿estuvo habitado antes? No se descarta, y de hecho es probable, pero no se ha encontrado aún ninguna evidencia. Por ello, la excavación de este año podría servir para dar respuesta a otra cuestión que ahora se plantea: ¿De dónde llegaron entonces esos pobladores?
Por otro lado, aunque ya tienen hipótesis al respecto, se buscarán datos que confirmen la causa que produjo el cambio de asentamiento, desde el cerro del yacimiento hasta la ubicación actual de la ciudad. Su teoría es que fue un abandono programado, no urgente ni caótico, pues no quedan restos de cerámica o metales abandonados. Las razones habría sido estratégicas, pues el nuevo asentamiento está sobre la fuente de agua y tiene una topografía que permite una mejor defensa y un mayor control sobre la costa, desde donde podrían llegar los principales peligros.
Durante todo el mes, los mojaqueros o visitantes que lo deseen pueden colaborar en la excavación, convirtiéndose en arqueólogos por un día. Y es que el objetivo de Memolab es, no solo estudiar la historia, sino mostrarla a la sociedad, tener impacto en el municipio y la comarca y que todos se sientan partícipes.
or lo pronto, el concejal de Turismo, Emmanuel Agüero, bromeaba ayer en la presentación y animaba a quien quiera a “ponerse una gorra y coger un pico para subir y echar una mano”. En setiembre u octubre se darán a conocer los resultados de esta segunda excavación.
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