La Puebla, 50 años después
De Venta pasó a pueblo de Colonización y este año cumple medio siglo
Nació como una Venta, como lo eran a escasos metros Venta Gutiérrez o la de Las Cabañuelas, pero a finales de la década de los 60 formó parte del grueso de las nuevas poblaciones proyectadas por el Instituto Nacional de Colonización que darían pie al llamado “milagro económico” de la provincia de Almería.
La Puebla de Vícar cumple 50 años en 2019. Medio siglo de vida en el que ha sufrido una espectacular transformación de Venta a epicentro de la vida social y cultural del municipio de Vícar, y que es sede de la administración vicaria.
Encuadrada en el Campo de Dalías, que había sido declarado Zona de Interés Nacional en 1941, su ampliación se proyectó en un segundo plan. Primero le había tocado a localidades vecinas como Roquetas de Mar o El Parador. Entre 1954 y 1968, los arquitectos José García-Nieto Gascón, Manuel Jiménez Varea, José Luis Fernández del Amo, Jesús Ayuso Tejerizo y Francisco Langle Granados desarrollaron también los planes de ampliación de otros seis núcleos de población, los de Las Norias, Camponuevo del Caudillo (hoy, La Mojonera), Las Marinas, San Agustín, El Solanillo y, también, Puebla de Vícar, finalizado en 1969.
Los pueblos de Colonización, levantados en la posguerra, transformaron el medio rural almeriense, con resultados tan significativos como la puesta en cultivo de una gran cantidad de hectáreas baldías y la construcción de hasta catorce núcleos por toda la provincia, determinantes en la explosión agrícola, puesto que al margen de estos pueblos en el Campo de Dalías se sumaron otros en el Campo de Níjar como Campohermoso, Puebloblanco, San Isidro o Atochares, así como en Huércal-Overa. Todos ellos puntos que han sido claves en el desarrollo económico de Almería a través de la agricultura bajo plástico.
En la Puebla de Vícar, concretamente, se construyeron trece viviendas proyectadas por José Luis Fernández del Amo, que llevó al límite los giros en las parcelas para originar pequeños retranqueos, algo que ya se había realizado en Las Norias, Camponuevo del Caudillo o Puebloblanco, en contraposición a otros pueblos en los que existía una mayor monotonía, con viviendas de fachadas planas.
De esta manera, frente a las viviendas surgieron algunos espacios semipúblicos de forma triangular que proporcionaron mayor privacidad a las mismas y que originó una disposición de viviendas en disposición de diente de sierra. Una composición interesante con edificios públicos en una manzana triangular que quedaría poco clara al no construirse una segunda fase.
Medio siglo después, la Puebla de Vícar se prepara para conmemorar su fundación. Para ello, se está coordinando un grupo de trabajo que fue constituido hace menos de un lustro por el párroco de la Puebla, Antonio Felices Álvarez, figura que antes de su reciente fallecimiento creó e impulsó este grupo con la ilusión de celebrar los 50 años del pueblo.
En aquellos años de finales de los 60 y primeros 70, dentro del Franquismo tardío, la población acababa de asentarse procedente de los pueblos de la Alpujarra. Antonio Felices, que tenía un grupo social, buscó entre los cortijos y se encargó de hacerle llegar a todas esas familias la importancia de que los niños se alfabetizaran y acudieran a la escuela o las guarderías; así, el colegio llegaría poco después.
Esos jóvenes de la época que se resguardaban bajo la tutela del párroco realizaban convivencias, excursiones y charlas y hoy en día son los encargados de formar ese grupo de trabajo, tomando el relevo del ya finado sacerdote. Entre esos miembros del grupo se encuentra el propio alcalde de Vícar, Antonio Bonilla.
Junto con Bonilla, el grupo actual lo conforman los maestros Juan Pedro Vázquez, autor de varios libros sobre el municipio de Vícar, y Lucas Tomás Torres, así como José Miguel Galdeano, José Antonio Barrera Espín, la concejal de Cultura y Deportes Vanesa Lidueña y Luz Divina Vargas, con la inestimable ayuda del archivero municipal.
La casa de Lucas, la casa del maestro, estaba situada enfrente de la Iglesia Parroquial, como también lo estaba la casa del cura. Hoy en día, estos edificios son el Centro Social y Cultural y el Centro de Voluntariado del municipio de Vícar, respectivamente.
Ambas son dos de las tres únicas casas que quedan en pie de aquella época de la Colonización, que sirvió como germen, desde su nacimiento en torno a la Carretera Nacional 340, actual Bulevar de Vícar, y su desarrollo como ciudad lineal, a lo que hoy es la Puebla.
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