Opinión
Carlos Navarro Antolín
El Rey brilla al defender lo obvio
Levante
Nuevo episodio de maltrato animal en la provincia de Almería, en este caso ha sucedido en el municipio de Vera. Fue en la noche del pasado lunes cuando vecinos veratenses alertaron a la Asociación Animalista Eleos acerca de la aparición de una perra de raza galgo aparentemente atropellada.
Tras personarse en el lugar de los hechos, los miembros de esta entidad dieron con un animal sin chip, asustado y dolorido. Acto seguido, fue puesto en manos de Galgos del Sol, una entidad sin ánimo de lucro que se dedica al rescate, rehabilitación y reubicación de estos perros, para que fuera sometido a las exploraciones necesarias que esclarecieran el estado en el que se encontraba.
Los primeros exámenes no arrojaron conclusiones nada halagüeñas, pues el can había sufrido un disparo por la espalda y a quemarropa y había sido abandonado en la calle con la bala en el interior de su cuerpo, lo cual le había dejado inmóvil y sin apenas sensibilidad en las dos patas traseras.
Ante esta coyuntura, el animal necesita una operación urgente, comenzando por una mielografía para cotejar cuán profunda es la herida. Desde Galgos del Sol subrayan que el can se encuentra en las mejores manos y que no llevarían a cabo esta intervención si no tuvieran la certeza de que pudiera tener una mínima calidad de vida después. Para acometer esta operación, la asociación ha puesto en marcha una recaudación de fondos a la que se puede acceder a través de este enlace.
Fuentes consultadas por este periódico apuntan que, si todo sale según lo previsto, el animal podrá llevar una vida normal y caminar por sí mismo tras unos meses de rehabilitación.
Desde las entidades animalistas de Vera y la Comarca del Levante almeriense piden al Ayuntamiento y a la Policía Local del municipio que cumplan con las leyes en vigor sobre bienestar animal.
María Presa García es presidenta de la Asociación Eleos. A colación de este caso, ha tenido a bien atender a Diario de Almería para denunciar "el abandono institucional" del que están siendo objeto, ya que son los propios vecinos los que en ocasiones se están encargando de dar traslado a los animales abandonados hasta las clínicas veterinarias para cotejar si tienen chip o en qué estado se encuentran. Incluso son los propios ciudadanos y voluntarios los que, quitándole horas a su tiempo libre e incluso a su descanso, están portando a los canes hasta las perreras municipales, añaden desde esta organización animalista. Unas perreras, denuncian, que carecen de los recursos humanos precisos para atender el volumen de animales que reciben.
Presa García subraya que en el municipio de Vera es común ver deambulando por las calles "a cinco o seis galgos esqueléticos". "Son animales que no solo los usan para la caza, sino para la mala caza. Mercadean con ellos y los utilizan como meras herramientas", sostiene.
De todo ello, apunta la responsable de la organización, es consciente el Ayuntamiento de la ciudad, habida cuenta de que el contacto con el equipo de Gobierno local es continuo. "Para que actuaran en un cortijo en el que había decenas de animales en pésimo estado tuve que poner un mensaje en redes", lamenta Presa García, que añade que la Corporación Local ha de actuar ante estos casos por imperativo legal, pero que no lo hace "ni por ética ni siquiera por pena". El Consistorio, apostilla María, tiene que entender que "esto no es cosa de cuatro animalistas, sino que es una demanda social".
Este suceso ha generado gran revuelo en las redes sociales, con usuarios que reclaman al Consistorio veratense que no mire hacia otro lado ante una problemática que consideran de primer orden.
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