Una maldición reúne a los difuntos en el Convento de la Victoria de Vera
OCIO
Casi 900 personas asistieron al pasaje del terror 'El Convento de los Malditos'
Gran éxito de las actividades de la Noche Encantada

Durante décadas, el Convento de la Victoria estuvo en ruinas. La hiedra se enredaba por la fachada, hacia la Plaza de la Verja, ocupando cada hueco en los ajados muros. Muchas eran las historias y leyendas que se contaban acerca de lo que pasaba tras las viejas paredes de piedra del edificio del siglo XVII. Había quien aseguraba que entre los escombros se podían encontrar las calaveras los monjes que un día habitaron el lugar.
El Convento de los Padres Mínimos es uno de esos rincones de la ciudad de Vera lleno de misterio y romanticismo. El sitio ideal para que los muertos, aquellos que nunca se fueron, se reúnan cada año el 31 de octubre.
Esta es la premisa de la que partía el pasaje del terror ‘El Convento de los Malditos: aquellos que nunca se fueron’. Una experiencia aterradoramente divertida, en la que grupos de unas veinte personas realizaron un recorrido por el templo, guiados por uno de los antiguos padres mínimos y tan solo con la luz de un candil.
“Bienvenidos a un lugar donde locura y realidad son la misma cosa”. Así eran recibidos quienes se atrevían a cruzar las puertas del convento. En su camino, se encontraban con una reunión de difuntos, aquellos que nunca se fueron, pero que tan solo se dejan ver una vez al año, el 31 de octubre.
Un velatorio, por aquí, un vampiro por allá. Gritos, lamentos, llantos y terroríficas risas. No faltaron a la cita ni siquiera algunos de los personajes de terror más famosos, como la niña de ‘The Ring’, junto a su pozo, o Momo, el reto viral que aterrorizó a los jóvenes de todo el mundo.
Todo ello mientras del teclado del pianista lorquino Aure Ortega salían las más aterradoras melodías, interpretadas en directo.
La visita por este pequeño rincón del averno, de apenas siete minutos, se hizo muy larga para las casi 900 personas que se adentraron en él. Y es que desde minutos antes de las ocho de la tarde, cientos de personas ya esperaban a las puertas del convento para recorrer el pasaje del terror.
El Convento de los Malditos era una de las actividades incluidas en la programación de la Noche Encantada celebrada por el Ayuntamiento de Vera en la previa del Día de Todos los Santos.
Una actividad gratuita y totalmente altruista en la que han participado casi una veintena de vecinos de Vera: Antonia Soler, Olivier García, Aure Ortega, Elisabet Lewa, Alejandro Crespo, Julio Gilabert, Miguel Jorge, Rosa Hernández, Javier Lara, Emma Cortizo, Mari Carmen Gutiérrez, José Andrés Morales, Sandra Lozano, Pablo Lozano, Mario Vázquez, Chloé Vázquez, Miguel A. Gómez y María del Mar Navarrete, además del Ayuntamiento de Vera, Asprodalba y La pita y el pitaco.
Esta iniciativa parte de la experiencia previa de los últimos dos años realizada a nivel particular en la vivienda de dos de estas personas. “En Halloween de 2018 llegaron a pasar por casa unas 500 personas”, aseguran.
Hoy, los muertos ya no deambulan por el Convento de la Victoria. No queda ni rastro de su presencia. Se han retirado a descansar hasta el 31 de octubre del año que viene. O, al menos,eso es lo que quieren que creamos. Y es que las leyendas sobre el convento de la Victoria nunca cesarán.
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