Luces y razones
Antonio Montero Alcaide
Representación taurina
FÚTBOL
Corría el minuto 51. Nino merodeaba por la frontal del área, su lugar favorito. Recibió el balón, lo controló con un toque para orientarlo a su pierna derecha y golpeó fuerte, a la izquierda de la portería del Racing de Santander. ¡Gol! Pero no era uno más en la dilatada carrera del delantero veratense. Con esa diana ha logrado acrecentar su leyenda y convertirse en el máximo goleador de la historia del Elche CF, con 130 goles, empatado con Pierita. Aunque no tardará en superarlo (lleva 4 goles este año).
Con 39 años y 5 meses, el jugador salido de la cantera del CD Vera sigue mostrando su categoría en la Segunda División. Y aún no piensa en la retirada: “El que no engaña es el campo de fútbol. Todavía no me ha dicho que ya no estoy para competir”, confesaba en junio cuando fue homenajeado en su pueblo al dar nombre a unas pistas deportivas.
Con este logro, Nino ya suma uno más a su impresionante palmarés: jugador con más partidos en el Elche (428), máximo goleador de la historia de la Segunda División y futbolista con más encuentros en la categoría.
En Vera, Nino es todo un héroe. Desde que salió de su casa para probar suerte en la cantera del Real Madrid, siempre se ha seguido su carrera con especial interés y orgullo. Él ha logrado que el nombre de su pueblo se conozca en el panorama futbolístico.
Juan Francisco Martínez Modesto nació un día señalado en rojo para los veratenses: el 10 de junio, día de su patrona. Qué mejor fecha para que viniese al mundo un veratense de pro.
Hijo de Bernardino (del que heredó el apodo de Nino) y de Pura, Juan se crió en la barriada de Verasol, pasando las horas en ese parque y esa plaza rodeados de once edificios de colores popularmente conocidos como Los Pitufos. Casi siempre estaba con un balón en los pies. “De mi infancia recuerdo especialmente el salir a la calle a jugar con los amigos hasta las 12 de la noche en verano”, contaba el futbolista hace unos meses a este diario.
Es el mayor de tres hermanos. Tanto Javi como Antonio también hicieron carrera en el CD Vera. Uno como portero, y el otro como delantero. Y aunque se separaron muy jóvenes, pues Juan se fue a Madrid, su unión siempre ha sido muy fuerte: “Vengo a Vera cada vez que puedo, sobre todo en Navidad y vacaciones, para estar con la familia y que mis hijos jueguen con sus primos”, admite.
Desde muy pequeño Nino destacó en el fútbol. Se podía entrever que, con un poco de suerte, llegaría a hacer grandes cosas en este deporte. Y vaya si las ha hecho. Aquel niño que daba patadas a un balón despellejado en un parque de chinorros a las afueras de Vera es hoy en día es una leyenda. Es ovacionado en cualquier campo, pues con trabajo y humildad se ha convertido en un ejemplo.
Con 14 años, Nino ya jugaba en el Juvenil A del CD Vera. “Eran mucho más grandes y fuertes que yo”, recuerda. Su calidad y su olfato goleador no pasaron desapercibidos. A través de Frasquito Alonso, que tenía hilo directo con el Real Madrid, hizo una prueba en Murcia. Un partidillo en el que gustó a los ojeadores y decidieron ficharlo para la cantera blanca.
En Madrid pasó dos años. Allí conoció, entre otros, a Vicente del Bosque, por aquel entonces director de la cantera del Real Madrid. “Fue un maestro. Aprendí mucho en la cantera madridista, tanto a nivel futbolístico como personal”, asegura. Pero cuando el Madrid quiso cederlo a otro equipo, decidió que era hora de buscar su oportunidad en otro sitio. “Surgió la opción del Elche, y estaba muy cerca de Vera, así que era perfecto”.
Tras pasar por el filial ilicitano, Nino debuta con el primer equipo en la temporada 1998/99. Esa temporada, con 19 años recién cumplidos, anotaría un gol clave para el ascenso del Elche a la Segunda División. Así comenzaba a escribirse laleyenda de Nino.
Todo lo que ha venido después es de sobra conocido: cientos de goles, un ascenso con el Tenerife siendo máximo goleador de la categoría, temporadas brillantes en Primera División con los tinerfeños y Osasuna…
Ahora, en esta nueva etapa en el Elche, Nino podría ver cumplido otro sueño y jugar con el equipo franjiverde en Primera División (ya está a un paso de los puestos de playoff).
Y aunque sigue en activo, en los últimos años se le suceden los homenajes y reconocimientos. Uno de los últimos, en junio, cuando dio nombre a las pistas polideportivas de Vera.
¿Cuál es el secreto de Nino para haber logrado todo lo que ha hecho? Lo tiene claro: “Humildad, trabajo, ilusión y respeto al rival. No hay otra”.
Ya han pasado muchos años desde que salió de su casa para hacerse futbolista, y por el camino ha perdido el acento, pero Nino sigue siendo un veratense más. Aquel día de la patrona de 1980, pocos podían imaginar que ese niño de nombre Juan Francisco sería el mejor embajador de Vera por toda España. El cañonero de Vera.
También te puede interesar
Lo último
No hay comentarios