Roquetas despide al padre Adrian tras 11 años de "trabajo y esfuerzo" por la Iglesia Ortodoxa Rumana

Religión

Gabriel Amat destaca la entrega y cercanía del sacerdote, a quien le hizo entrega de un libro sobre la historia del municipio roquetero

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Gabriel Amat y el padre Adrian, en el acto homenaje de su despedida. / DIARIO DE ALMERÍA

Roquetas de Mar despidió el pasado domingo al padre Gheorghe Adrian Fofiu, que durante los últimos 11 años ha estado al frente de la Iglesia Ortodoxa Rumana en el municipio, desempeñando una labor pastoral de profunda entrega y cercanía. En un acto emotivo celebrado en la parroquia, el alcalde de Roquetas de Mar, Gabriel Amat, tuvo la oportunidad de expresar su reconocimiento a la labor del sacerdote y agradecerle personalmente su contribución a la vida social y espiritual de la ciudad.

Amat destacó la conexión que el padre Adrian ha establecido con la ciudad y con sus feligreses, y le dedicó unas palabras de gratitud, resaltando su sentido de responsabilidad y dedicación: “Siempre hemos tenido una gran amistad con la comunidad rumana. Pero todo cambió cuando llegó el padre Adrian. Desde su llegada, ha sido más que un amigo. Para mí ha sido como mi familia, siempre defendiendo su comunidad. Le agradezco su trabajo, esfuerzo y seriedad”, expresó el alcalde.

En símbolo de reconocimiento y respeto, el alcalde entregó al padre Adrian un libro sobre la historia de Roquetas de Mar, un presente que simboliza el vínculo especial que el sacerdote ha forjado con el municipio y que le permitirá llevar consigo un recuerdo de la ciudad y de sus habitantes.

Palabras cargadas de gratitud

Durante el acto, los feligreses de la parroquia ortodoxa rumana también dedicaron unas emotivas palabras al padre Adrian, calificándolo como un guía espiritual generoso y comprometido, que ha estado presente en sus momentos de dificultad y de alegría. “Fuiste el Ángel de la Guarda que nos ayudó y aconsejó con tanto amor en las circunstancias más difíciles, pero presente con nosotros en la oración, la gentileza y en las alegrías. Permanecerás por siempre en nuestras almas y deseamos que, dondequiera que vayas, lleves la misma luz y calidez que aquí sentimos”, expresaron con cariño los asistentes.

La despedida del padre Adrian deja un legado de unión y respeto mutuo entre la comunidad rumana y el municipio de Roquetas de Mar, marcando un ejemplo de integración y de solidaridad que continuará siendo fuente de inspiración para todos.

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