Fallece Miguel Zapata Miranda, uno de los pioneros del sector agrícola español

Obituario

Nació en el municipio roquetero el 28 de febrero de 1942

Llego a ser Consejero Delegado de Cajamar y vicepresidente de Asempal

Miguel Zapata junto a Gabriel Amat.
Miguel Zapata junto a Gabriel Amat. / D.A.

El 28 de febrero de 1942, nacía en Roquetas de Mar Miguel Zapata Miranda. Hijo de un capataz de la Unión Salinera, trabajó desde niño junto a su padre hasta que fichó por el Banco del Norte de Murcia, empleo que alternaba con el puesto de contable para la Alhóndiga de José Rivas. Posteriormente, pidió una excedencia a la entidad bancaria para montar una alhóndiga propia con su cuñado José Antonio Pomares, desde donde iba con su vespa a cobrar las letras de sus compradores.

Aunque pasó momentos de dificultad, le caracterizaba la constancia y la formalidad, así como tenía un gran sentido humano con sus trabajadores y colaboradores. Por ello, el 6 de mayo de 1976, la Sala de Gobierno de la Audiencia Territorial de Granada lo nombró Juez de Paz Propietario de Roquetas de Mar, así como formó parte del Consejo Rector de Cajamar, llegando a ser Consejero Delegado, Vicepresidente de Asempal y miembro distinguido del Consejo Municipal Agrario.

Gran aficionado al fútbol, reunía en su casa a compradores que venían de fuera para ver los partidos en la televisión mientras les agasajaba con algo para comer, muestra de la gran unión existente entre los compradores y los alhondiguistas. Finalmente, junto a su socio y otros alhondiguistas de Roquetas de Mar, pasó a ser uno de los socios fundadores de Costa de Almería, ejemplo académico empresarial.

Una persona, que quienes le conocieron y trataron solo pueden decir que fue un trabajador incansable basado su día a día en el sacrificio, la honradez, la constancia y el esfuerzo, que junto con otros alhondiguistas, desde los años 50, contribuyeron no solo con sus negocios, sino también avalando a agricultores y luchando por lograr traer a Almería infraestructuras que posibilitasen el acceso al agua para el riego de los cultivos; a que la áspera, infértil y seca tierra que era Almería se haya convertido en nuestros días en el referente mundial de la producción intensiva y de la industria auxiliar.

Miguel Zapata con gran profesionalidad en el sector hortofrutícola fue de los primeros empresarios en interesarse en contribuir de forma activa y voluntaria a la mejora del medio ambiente gracias a los procesos de producción en su empresa, convirtiéndose en un referente internacional en la comercialización de hortalizas almerienses, con gran responsabilidad social desde el cultivo del producto hasta su consumo.

Recuerdo su intervención en el salón Millares del Hotel Aguadulce, impregnada de sapiencia y sabiduría durante la ponencia realizada en el Curso de Verano de la UAL “Desafíos y oportunidades en la Almería del siglo XXI’, y en la que Miguel Zapata disertó sobre “La agricultura almeriense en el marco de la Unión Europea. Respuestas a las demandas de los productores, comercializadores y mercado”.

Y cuando comenzaba un nuevo amanecer celeste en esta ciudad del mediterráneo salinero, Roquetas de Mar se apesadumbró ante el alma del difunto Miguel Zapata Miranda, que marchó el día de la festividad litúrgica que conmemora a las figuras venerables de la Iglesia, abarcando tanto a santos como a beatos, a la santa gloria de la vida eterna.

Celebrándose el primer día de julio sus exequias fúnebres en la Iglesia parroquial de Nuestra Señora del Rosario Coronada, en la que el párroco y vicario judicial Antonio Mata Cañizares al acabar la Santa Misa fue a despedir con unción al fallecido, rociando el ataúd, tal a como se hace en el Pontifical, es decir, dando vuelta en torno de aquél y sacudir el hisopo tres veces en cada parte: tres en los pies, tres en el lado izquierdo, tres en la cabecera, siendo el gran momento espiritual en el que comienza el difunto Zapata Miranda el peregrinaje hacia la mansión del Padre.

Acogido por la Providencia divina, Miguel Zapata Miranda, deja una huella como empresario irrepetible, siempre será recordado, no solo como uno de los empresarios que más han contribuido con su dilatada y fructífera trayectoria empresarial a la historia de la comercialización de frutas y hortalizas de Almería, sino uno de los grandes pioneros del sector agrícola español.

Requiem aeternam dona ei Domine. Et lux perpetua luceat ei. Requiescat in pace.

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