Un almeriense, premiado por la Junta por su expediente en la ESO: "Es un alumno brillante"

Dicen de Mario García sus profesores que tiene una capacidad de esfuerzo y resiliencia admirable. El joven, que actualmente cursa primero de Bachillerato en el colegio Portocarrero de Aguadulce, ha sido galardonado por la Junta de Andalucía con el Premio Extraordinario de Educación Secundaria Obligatoria. El distintivo obedece a un expediente académico excelente desplegado a lo largo de los tres primeros cursos y culminado en el último de esta etapa formativa. Un alumno 'de 10' al que su afán de superación le augura un futuro la mar de prometedor.

"Estoy muy orgulloso, este premio ha sido gracias al esfuerzo de todos estos años en Secundaria y a ese afán que me han inculcado mis padres por hacer las cosas lo mejor posible. Todavía estoy que no me lo creo y tengo la sensación de que aún puedo conseguir más", argumenta el joven almeriense. Esa ambición con la que se expresa Mario va de la mano de su humildad. No en vano todavía se ruboriza al hablar de este flamante galardón aunque no elude referirse al orgullo que reina entre su familia. Sus padres, ambos docentes, no caben en sí de la satisfacción por el logro de su vástago, tal y como cuenta él mismo.

La constancia, la confianza en uno mismo y el esfuerzo son algunas de las claves que el joven arroja a tenor de este logro. No es menos importante el descanso y tener momentos de desconexión de la rutina diaria. Para ello Mario se apoya en el balonmano, deporte que practicó su padre durante 20 años hasta que una lesión le frenó, y al que le dedica varias horas hasta cuatro días a la semana, en los que tiene que desplazarse hasta el pabellón de La Cañada para llevar a cabo sus entrenamientos. "Es una forma de descansar y liberarme", asevera.

"Todavía estoy que no me lo creo y tengo la sensación de que puedo conseguir más" — Mario García - Alumno

Como también lo es pasar tiempo con sus seres queridos. Mario alterna los fines de semana y los periodos de asueto en Cabo de Gata y Alcolea, donde residen sus abuelas. Allí se aleja del trasiego del día a día y disfruta de un tiempo que parece correr más despacio. En el municipio de la Alpujarra almeriense llena sus horas cuidando el huerto y los animales que pueblan la casa. "Tenemos hasta patos, a los que damos de comer y bañamos; a ver siguen con nosotros mucho más tiempo", anhela. Al hablar de sus abuelas, Mario no puede dejar pasar su afición por la comida. Cuenta que le encantan los sabores exóticos y combinar lo dulce con lo salado. "Mi madre hace un arroz con zanahoria, jamón york y maíz al que yo a veces le añado miel. Me gusta jugar con los sabores", revela.

Humildad para aprender

Andrés Jesús Castiñeiras ha sido tutor de Mario durante sus años en la ESO y testigo directo de la evolución del joven. Ser parte del reconocimiento que ha recibido, cuenta el profesor, "supone mucho orgullo por ver hasta dónde llegan sus alumnos". "Es un premio al esfuerzo, tan denostado hoy en día por las múltiples distracciones que tienen los jóvenes; cuando ves que están centrados y que tienen la cabeza bien amueblada, te gusta", afirma. "Lo que veo en Mario y me agrada -continúa- es su capacidad de esfuerzo, su humildad para aprender. Me parece básico que uno reconozca que tiene que aprender cosas, también sus errores y mejorarlos. Mario es un gran trabajador y nosotros aprendemos de él también", subraya el profesor.

Por su parte, José Jiménez, jefe de estudios del centro educativo, alude al "prestigio" que supone contar con alumnos del nivel de Mario. "Nos enorgullece enormemente ver el resultado de nuestra labor como docentes, pero en este caso el mérito es fundamentalmente suyo. Es un alumno brillante, modélico, con virtudes no solo a nivel académico sino personales que le han hecho triunfar", explica al tiempo que aboga por que el joven sirva de referencia a los alumnos que vienen desde atrás. "Es una motivación para que ver se puede llegar lejos", concreta.

Jiménez desgrana asimismo el recorrido que hacen los estudiantes desde sus primeros años formativos, "desde que los acunamos en Infantil". "Es un poco como el día de la marmota", cuenta. "Siempre tienes alumnos de las mismas edades, tú eres un año más viejo, pero ves que el proceso sigue funcionando", incide. En ese trabajo diario, abunda, "nuestra recompensa es ver que ellos consiguen triunfar".

Matilde García, directora del colegio, hace suyas las palabras de sus colegas docentes desgranando lo que supone contar con un escolar de este nivel. "Los premios extraordinarios tienen como objetivo reconocer el esfuerzo y las labores académicos de los estudiantes que finalizan la ESO con excelentes calificaciones. Pues bien, nuestro querido alumno Mario García Montesinos cursa actualmente primero de Bachillerato en el colegio Portocarrero y tiene una media de 10 en la ESO, una excelencia que es reconocida públicamente con el Premio Extraordinario de Secundaria que otorga la Junta de Andalucía y que destaca el esfuerzo y la dedicación del alumnado", subraya.

"Hemos de agradecer el compromiso de la Junta con la Educación a través de la entrega de estos premios, además de motivar a otros estudiantes a alcanzar su meta académica. Nuestro alumno premiado recibirá un diploma acreditativo y tendrá la posibilidad de optar a los premios nacionales al rendimiento académico del alumnado de educación secundaria obligatoria", concreta García. De igual modo, la directora ha hecho extensivo el agradecimiento a su alumno, sobre el que vaticina "que llegará muy, muy alto".