Un pueblo de la Alpujarra almeriense celebra este fin de semana la Fiesta de la Matanza

La pedanía de San Roque, al sur de la ciudad de Berja, celebra este sábado y domingo la fiesta tradicional de la matanza desde que los vecinos decidieran recuperar esta actividad muy arraigada en la comarca de la Alpujarra almeriense. El evento social y culinario, tradicional y presente, se ha afianzado en la programación y viene a anunciar, de forma culinaria, la llegada de la Navidad a la ciudad virgitana. La exitosa participación de esta convocatoria incrementa y da vida a este pequeño núcleo vecinal que giró en torno a la Fuente de la Salud y contaba en el siglo XVII con una ermita dedicada a San Roque, razón de su nombre.

La Mayordomía del barrio de San Roque celebra de esta forma la XVI edición de la Fiesta tradicional de la Matanza este fin de semana con una completa programación que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Berja  en  la que se podrá ver una demostración de la elaboración de la clásica morcilla.

La fiesta tendrá lugar en el Recinto Ferial de San Roque los días 30 de noviembre y 1 de diciembre. El sábado habrá tapas variadas matanceras con el clásico cocido matancero, tapas a la brasa y plancha y, por la tarde, se podrá disfrutar de castañas con anís. Por la noche se servirán buñuelos con chocolate y DJ Llluyo amenizará la noche hasta que el cuerpo aguante.

El domingo de nuevo habrá la tradicional matanza con carnes a la brasa, embutidos, venta de morcilla y una tarde ambientada con iluminación de discoteca. También habrá pintacaras y colchoneta gratuita para que los más pequeños disfruten de esta fiesta que reúne a cientos de vecinos y visitantes que no se quieren perder esta cita.

La Mayordomía de San Roque realizará distintas rifas con productos aportados por distintos comercios del municipio que han querido colaborar, incluido el sorteo de cochinillos vivos.

Época sin frigoríficos

Cuando no había frigoríficos la matanza era un ritual que reunía a la familia alrededor del sacrificio de un cerdo durante dos o tres días con el objetivo de aprovechar su carne y preparar embutidos que proporcionaran alimento para el resto del año. Las matanzas solían coincidir con los meses más fríos del año y además de una cuestión de economía doméstica, tenían un lado festivo y de convivencia entre familiares y amigos.

La matanza del cerdo es una de las fiestas tradicionales más arraigadas en los pueblos y se celebra siempre en los meses fríos del año. Fiñana o Alhama de Almería han apostado también por esta fiesta social y cultural en torno al cerdo.