“Si continúa esta presión, Maui Beach podría irse de Mojácar a otro pueblo”
LEVANTE
Luis Rubia Ascasibar, copropietario del chiringuito, cree que la clausura del local es “una venganza” por parar el proyecto de paseo marítimo
Aseguran que el local abrirá el sábado 1 de febrero sin problemas
La playa del Cantal de Mojácar es el máximo exponente de lo que no hace muchos años se denominó la ‘pequeña Ibiza’. En pocos metros se concentran algunos de los chiringuitos más conocidos y visitados por los jóvenes de toda España que llegan hasta la localidad en verano buscando playa y diversión. De entre todos ellos, seguramente el más famoso sea Maui Beach. Sin embargo, su continuidad en Mojácar está en peligro.
Hace unos días se conoció la sanción impuesta por el Ayuntamiento de Mojácar a este chiringuito por no disponer de la licencia de bar con música: 20.000 euros de multa y la clausura del local por dos años (el máximo de tiempo que establece la normativa para una falta grave). Sin embargo, Maui comenzará su temporada 2020 el próximo sábado 1 de febrero. “Es indudable que si Maui abre el 1 de febrero es con la consideración de que no está incumpliendo nada; nos ampara la Normativa Legal de Aplicaciones”, explica Ramón Ruiz, abogado de la empresa.
El día 27 de diciembre presentaron un recurso de reposición contra la resolución que “suspende la ejecución de la sanción hasta que no exista pronunciamiento”, asegura el jurista. Por ello, uno de los copropietarios y administrador de Maui Beach, Luis Rubia Ascasibar, está tranquilo sobre lo que pueda suceder el 1 de febrero:“no espero que pase nada, ni que venga la policía; solo espero clientes”. De hecho, explica que desde que el Ayuntamiento de Mojácar envió a la prensa la noticia de la sanción ha recibido multitud de llamadas de personas que habían reservado en Maui preguntando por la situación. “No cambia nada, Maui seguirá abierto”, asegura.
De hecho, el abogado advierte de que la ley les da la razón, en cuanto que no haya una resolución firme, “y si el Ayuntamiento hace algo en contra de la ley, actuaremos ante este incumplimiento”.
"Hay un trato discriminatorio hacia Maui"
Para el propietario del chiringuito está claro que existe una persecución por parte del Ayuntamiento. “Es vox pópuli. Todo el que vive en la zona conoce que hay un trato discriminatorio hacia el Maui”. ¿De dónde nace esa enemistad con la alcaldesa? No tiene una respuesta clara: “No sabemos de dónde viene esa inquina al Maui. Fue de pronto. De hecho, incluso la alcaldesa llegó a celebrar algún cumpleaños en el local. Por hacer conjeturas, puedo imaginarme muchas cosas, pero no puedo decirlas porque no lo sé. Se comentan que ha dicho que ya hemos ganado bastante dinero. No sé si es por envidia o por algunos intereses”.
“No existen las denuncias por ruidos o molestias”
La propiedad de Maui está muy molesta con la nota de prensa publicada por el Ayuntamiento mojaquero dando a conocer la sanción, ya que aseguran que “han podido cometer un delito de injurias”. Y es que en dicha información se decía que “el Ayuntamiento ha recibido infinidad de denuncias por el ruido, las molestias y la suciedad con la que amanece la zona, así como discusiones y gritos”. Algo que los propietarios desmienten tajantemente. “Hay un informe de la Secretaría Municipal donde dice que no ha habido ninguna denuncia por todo esto”. Por ello, califican las manifestaciones de “inciertas, tendenciosas y prevaricadoras”.
Lo que está claro es que los hermanos Rubia Ascasibar, junto a su abogado, han logrado en dos ocasiones que se declarase la nulidad del proyecto del paseo marítimo en la playa del Cantal, uno de los proyectos estrella del Ayuntamiento de Mojácar y que era especialmente dañino con su local. “Estamos totalmente convencidos de que esta sanción es una venganza por haber impedido que se aprobase el Paseo Marítimo”, reconoce Luis Rubia. A pesar de ello, apuestan por un paseo marítimo que respete los negocios existentes y llevan años pidiendo una reunión con la alcaldes que nunca llega.
Cuentan que el acoso los últimos años ha sido intenso. “En 2013 nos quitaron los equipos de música y hemos estado sin djs durante cuatro años. El verano pasado intentaron impedir que actuase Kiko Rivera hasta el último día. La policía venía al local a diario y levantaba actas. Incluso nos pidieron depositar un millón de euros por si causábamos molestias”, relata el propietario.
Así las cosas, tienen claro que “si continúa esta presión estamos barajando irnos de Mojácar”. Una pérdida que podría suponer decir adiós a más de 60 puestos de trabajo, gran impacto en el turismo con pernoctaciones en hoteles y apartamentos y gasto en la localidad, además de la publicidad que se hace relacionando el nombre de Mojácar con el de Maui. Y es que “ Maui podría estar perfectamente en Vera, por ejemplo”, asegura su dueño.
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