El PP, tras la crisis en el Ayuntamiento de Carboneras, anuncia que "los juzgados tendrán la última palabra"

El Ayuntamiento de Carboneras es ahora mismo una olla a presión. El anuncio por parte del alcalde Salvador Hernández (Cs) este pasado viernes de quitar todas las competencias a José Luis Amérigo (PSOE) rompiendo así el pacto de gobierno que rubricaron para sacar adelante la moción de censura con la que le arrebataron la vara de mando a Felipe Cayuela (PP), ha provocado un cisma municipal.

La situación es tan compleja que ahora mismo Sálvador Hernández gobierna en minoría con el apoyo de tres concejales del PSOE y tiene en frente a otros tres más del PSOE, con Amérigo incluido, y los seis ediles del PP con los que estuvo gobernando también con un pacto hasta que tuvo lugar la moción de censura en marzo de este año.

Una encrucijada que evidencia el caos municipal en Carboneras que ha hecho estallar al edil del Partido Popular Felipe Cayuela que ha lamentado que "nunca antes se habían debilitado tanto los cimientos de la democracia en Carboneras".

Tal y como ha apuntado en su perfil personal de la red social Facebook, "actualmente tenemos un alcalde y un gobierno que no reflejan la voluntad legítima de los electores, todo debido a las acciones de un concejal tránsfuga que, contraviniendo el claro mandato popular expresado en las urnas, ha facilitado la elección del único concejal de Ciudadanos como alcalde. Esta situación es tan escandalosa como si los diputados del PSOE hicieran presidente del gobierno a Carles Puigdemont. Este acto de traición no solo distorsiona la representación política legítima, sino que también siembra desconfianza y desilusión entre los vecinos hacia nuestras instituciones democráticas".

"Este lamentable giro en nuestra política local es un recordatorio urgente de la necesidad de restaurar la integridad y la representatividad en nuestro Ayuntamiento. Es esencial que nos unamos para exigir transparencia y responsabilidad, asegurando que nuestras voces sean escuchadas y respetadas", ha exigido.

Por ello, Cayuela ha anunciado que "la última palabra la tendrán los juzgados" y fija su mirada en Andrés Belmonte Venzal, concejal del PSOE que el 13 de septiembre de 2023 registró un escrito en el Ayuntamiento de Carboneras informando que abandonaba el grupo municipal socialista y pasaba a ser concejal no adscrito. "Tres días después, el 16 de septiembre, un funcionario de administración local con habilitación de carácter nacional informó que, en casos de transfuguismo, el concejal no adscrito no puede asumir cargos ni percibir retribuciones adicionales que impliquen mejoras personales, políticas o económicas", relata Cayuela.

Pero tras llevarse a cabo la moción de censura, "el nuevo alcalde, como recompensa por los servicios prestados, nombró mediante decreto a Andrés Belmonte Venzal concejal delegado de varias áreas, miembro de la Junta de Gobierno y teniente de alcalde, infringiendo directamente lo informado por el personal funcionario de administración local el 16 de septiembre. Esta ilegalidad pone en duda la integridad del alcalde. ¿Quién puede pensar que semejante ilegalidad sea permisible?".

"No contento con esto, el alcalde, aprovechando la ausencia de la secretaria del Ayuntamiento (funcionaria con habilitación de carácter nacional), convocó un pleno extraordinario y urgente el 21 de mayo de 2024 para aprobar los sueldos del alcalde y de los concejales, incluyendo un sueldo de 47.500€ anuales para el concejal tránsfuga, igual al del alcalde. Esta acción también contravino directamente las recomendaciones del 8 de septiembre".

Cayuela se pregunta si "¿el alcalde ha cometido prevaricación o algún otro delito? ¿debería rendir cuentas ante los juzgados? Solo queda esperar que la justicia haga su trabajo, y que Carboneras recupere la integridad democrática que merece".

Ante esta situación, el 10 de junio interpuso un recurso contencioso-administrativo ante los juzgados de Almería que fue admitido a trámite el 13 de junio de 2024. "Los juzgados tendrán la última palabra sobre este asunto", concluye.

Todo se 'cocinó' en junio

El pasado mes de junio se dictó un decreto de la alcaldía en el que se delegaban diferentes competencias entre los concejales que respaldaron el ascenso de Hernández, quien ahora da un mayor protagonismo a Andrés Belmonte (PSOE) y deja sin delegación propia a otros tres ediles socialistas, entre ellos el propio José Luis Amérigo.

En concreto, Andrés Belmonte pasa ahora a ser responsable de Urbanismo, Servicios Urbanos, Hacienda, Desarrollo Pesquero, Barriadas, Industria, Transición Justa, Movilidad y Transportes.

La socialista Mariana Esteban se hace cargo de Políticas Sociales e Igualdad, Deportes, Educación, Personal y Comercio, mientras que su compañera Isabel Hernández hace lo propio con Turismo, Juventud e Infancia, Salud, Eventos Deportivos, Protección Civil y Playas.

José Luis Amérigo, que hasta ahora era primer teniente de alcalde y concejal de Industria, Puertos, Fomento y Territorio, Transición Justa y Patrimonio, se queda sin cargo, más allá de su acta como concejal.

Lo mismo ocurre con la también socialista Vanesa Fuentes, hasta ahora tercera teniente de alcalde y concejal asignada al área de Hacienda, Cultura, Mayores, Comunicación y Nuevas Tecnologías, y con Francisco Capel (PSOE), hasta este viernes cuarto teniente de alcalde y responsable de Barriadas, Seguridad Ciudadana, Infraestructuras, Agricultura y Festejos.

Graves incumplimientos del pacto

Según ha explicado el alcalde, esta nueva organización de su equipo municipal se produce debido a los “graves incumplimientos del pacto de gobierno”, que achaca a los ediles a los que ha retirado las competencias.

Además, en la resolución dictada en la que se lleva a cabo esta reestructuración, el regidor indica que también se ha puesto en marcha la “nueva modificación de las áreas competenciales delegadas, de cara a conseguir una adecuada y más eficiente gestión de los intereses municipales”.