La zambomba flamenca, instrumento muy nijareño, vuelve a sonar en Navidad

Zambombada

La Asociación Las Refajonas ofreció este sábado una zambombada en la Plaza de la Glorieta

La zambombada, una tradición nijareña con mucho arraigo popular

La Plaza de La Glorieta fue escenario el sábado de una zambombada de Las Refajonas de Níjar / D.A.

Níjar mantiene una estrella relación con sus tradiciones y una es la cantar villancicos al ritmo de la zambomba. La plaza de La Glorieta de la Villa de Níjar acogió este sábado una zambombada flamenc a cargo de Las Refajonas. La rondalla y el coro parroquial pusieron el ritmo con sus villancicos ‘aflamencados’, mientras las ‘bailaoras’, niñas y adultas, llenaron de arte la Glorieta.

Los nijareños /as han dado continuidad a la tradición de reunirse para cantar villancicos a ritmo de la zambomba, En 2019, la iniciativa corrió a cargo de la Parroquia de Santa María. Este tradicional instrumento musical navideño cuenta con un gran arraigo en la localidad y tradición en su fabricación. Su elaboración es a mano, con barro y piel de choto. Son fechas de villancicos, panderetas y zambombas. El nombre autóctono de esta última es el alcaduz y es originario de Níjar, donde tradicionalmente se utiliza en la “fiesta de la zambomba “, según consta en el Centro Documental de Música de Andalucía.

Tradicionalmente, la zambomba se ha utilizado durante el ciclo navideño. Las reuniones de zambomba se inician en la fiesta de la Inmaculada, 8 de diciembre, y terminan después de Navidad. En estas celebraciones, reuniones festivas y de trabajo se reúnen familiares, amigos y vecinos. La zambomba -caja de resonancia- se elaboraba tradicionalmente con elementos de deshecho que formaban parte del ajuar doméstico o estaban asociados al trabajo.

La piel o vejiga se obtenían de los animales de su entorno o del ganado mayor, llevaban a cabo la curación de la misma, que varían según las zonas. El carrizo lo cortaban y pulían y cada familia elaboraba su zambomba . Esta caja de horno procede de la Alfarería “Los Góngora, de Níjar y se utiliza para colocar y preparar la cerámica en el horno para su cocción. Posteriormente se ha reutilizado como zambomba. En la comarca de Níjar, comenzaba la“fiesta de la zambomba “ en el mes de noviembre, el de los santos, y abarcaba todo el ciclo navideño. La zambomba ha estado presente en las fiesta de la matanza del cerdo.

El sonido se produce al vibrar la membrana cuando se fricciona la varilla con la palma de la mano o con los dedos mojados. Es grave, ronco e indeterminado. Se fricciona con la mano húmeda, apoyada en el muslo. Esta pieza denominada “alcaduz”, en Níjar, es parte fundamental en las norias con el fin de elevar el agua y se reutilizó como zambomba. Las dos hendiduras tienen la función de sujetar la pieza a la noria.

El alcaduz presenta un cuerpo troncocónico, con dos hendiduras una situada en la zona prximal y la otra en la zona central, base plana y boca ancha de borde exvasado. Elaborado en barro rojo y superficie alisada con barro de color terroso, que presenta depósitos de cal y huellas de uso. Se anudan una varilla de fricción o carrizo a una piel de choto, quedando la zona anudada en el interior, y cubren la abertura del arcaduz con dicha piel.

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