La temperatura del agua amenaza la supervivencia de la posidonia oceánica en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

MEDIO AMBIENTE

Sus tasas de mortalidad se disparan por encima de 28 grados, por stress térmico, según señala Alfonso Rafael Viciana Martínez-Lage, doctor en Geografía, en la revista 'Eco del Parque'

La temperatura del agua amenaza la supervivencia de la posidonia oceánica en el Parque Natural Cabo de  Gata-Níjar
La temperatura del agua amenaza la supervivencia de la posidonia oceánica en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

La temperatura ambiente, la temperatura del Mar Mediterráneo y el ascenso medio del nivel del mar son tres de las modificaciones del cambio climático, según señala Alfonso Rafael Viciana Martínez-Lage, Doctor en Geografía, Premio Extraordinario de la Universidad de Granada en 2001 y recoge ‘Eco del Parque’, revista trimestral de Amigos del Parque Natural Cabo de Gata Níjar, en su último número.

A los problemas que nos depara el futuro se van a sumar los desaciertos del pasado” señala este científico quien pone un ejemplo cercano, la Rambla del Fraile. “La salida al mar ocupaba toda la llanura de sedimentación donde hoy se ubica la mayor parte de las viviendas de este antiguo núcleo de pescadores. Ese cauce, actualmente, ha sido constreñido a la mínima expresión y protegido por pequeños muros de contención que no garantizan la protección de este núcleo urbano, toda vez que sabemos que el fenómeno DANA va a ser cada vez más potente y recurrente en el tiempo”. Este mismo problema -comenta- se puede extender al resto de núcleos urbanos del Parque Natural, colindantes con el mar, como Agua Amarga, Las Negras, Cabo de Gata o La Isleta del Moro.

Otra de las consecuencias del aumento de temperatura del mar es la “alteración de uno de los ecosistemas más emblemáticos del Parque Natural, las praderas de Posidonia oceánica”, señala este mismo interlocutor. El principal factor de riesgo para la Posidonia es “el aumento de la temperatura superficial del agua del mar como consecuencia del calentamiento global. Esta planta es muy sensible a los incrementos de temperatura”, recuerda.

La Posidonia oceánica requiere “para su óptimo crecimiento luminosidad, aguas cristalinas libres de contaminantes, lechos marinos arenosos entre los 0,5 y 40 m de profundidad y una temperatura media del agua que varía entre los 10-28 º C.”, indica. Como se ha demostrado en recientes estudios, por encima de este umbral de 28 º C, las tasas de mortalidad de esta planta se disparan por stress térmico. Entre 1982 y 2019 ha habido un aumento de 1,2 ºC de la temperatura superficial del Mar Mediterráneo, situándose en la actualidad en una media anual de 17,9 º” reflexiona este experto.

las temperaturas medias máximas están muy próximas al umbral límite de supervivencia de la Posidonia. “Ya hay zonas en el Mediterráneo Oriental donde este límite se ha sobrepasado. La alteración y destrucción de esta joya de nuestra naturaleza tendrá multitud de consecuencias tales como la pérdida de biodiversidad y de recursos pesqueros” advierte este profesor. A nivel hidrodinámico, la Posidonia actúa como un excelente aliado de las playas al evitar su erosión.

Las aguas marinas del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar cuentan con 1.084 hectáreas de Posidonia Oceánica, que generan 975,6 toneladas de sedimentos biogénicos al año que pasan a engrosar el sistema playa, es decir, 610 m3 anuales. “Su pérdida, por tanto, restaría una importante fuente de alimentación sedimentaria a las playas y calas de este espacio litoral. El aumento de temperatura del mar también es responsable de la expansión térmica del agua incrementando su volumen y su nivel medio. Este fenómeno se suma a otros factores que se resuelven, con un incremento del nivel medio del mar” abunda Viciana Martínez- Lage en esta publicación.

Las grandes cualidades de la Posidonia Oceánica

La Posidonia Oceánica tiene múltiples beneficios. “Atenúa la energía de los oleajes antes de alcanzar la playa, disminuyendo así su capacidad erosiva. La concentración de hojas muertas de posidonia en el estrán de la playa, los denominados “arribazones”, también actúan de colchones defensivos ante los embates del mar, reduciendo su poder erosivo. Además de fijar los sedimentos en el lecho marino, la Posidonia es una fuente de alimentación de material sedimentario para las playas, al suministrarle sedimentos biogénicos, tales como restos esqueletales, fragmentos de conchas y caparazones” explica Viciana Martínez-Lage.

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