Denuncian una situación ‘crítica’ en los 70 poblados chabolistas de Níjar

Infravivienda

La Plataforma Derecho a Techo dice que el Ayuntamiento de Níjar ha cortado el agua y la luz en el de Atochares y “algunos han comenzado a consumir agua de pozos contaminados”

Níjar aprueba continuar con los alojamientos temporales para erradicar el chabolismo

El número de afectados por la infravivienda ronda las 3.000 personas
El número de afectados por la infravivienda ronda las 3.000 personas / D.A.

La plataforma Derecho a Techo alerta sobre la preocupante situación que atraviesan más de 70 asentamientos chabolistas en el término municipal de Níjar, donde residen unas 3.000 personas en condiciones de extrema precariedad, sin acceso a servicios básicos como agua potable ni electricidad.  

Los poblados han ido proliferando en el Campo de Níjar, especialmente “desde que el Ayuntamiento derribó el asentamiento del Walili porque el municipio ha doblado su población en los últimos años con la ampliación de invernaderos y la industria agraria ecológica del Bio, pero sin construir alojamiento para los trabajadores, que además se encuentran en lugares aislados y sin transporte público” valoran desde esta asociación.

Níjar y su entorno sigue su proceso de “turistificación con un aumento de la oferta y precios destinados al turismo, tanto de apartamentos de nueva construcción, como de viviendas locales y en los últimos días, el Ayuntamiento de Níjar ha procedido al corte del suministro de agua en las tomas habilitadas para el aseo en el asentamiento de Atochares, así como al corte del suministro eléctrico en este núcleo”, informan.

 Estas medidas han dejado a más de “500 personas, incluidas familias con menores, sin luz durante dos días. El suministro de agua no se ha restablecido y actualmente los residentes solo tienen acceso a una fuente no potable ubicada fuera del asentamiento y con un caudal insuficiente” comentan.

En Atochares, la situación es especialmente “crítica. Entre sus residentes hay mujeres y menores de edad. La privación de agua supone un riesgo sanitario grave para este colectivo y para los trabajadores expuestos diariamente a químicos fitosanitarios y a condiciones de trabajo insalubres”. Derecho a Techo denuncia que la falta de agua impide la higiene básica necesaria para prevenir enfermedades y reducir la exposición a sustancias tóxicas.  

 A pesar de los riesgos que pone, algunos vecinos en situación de extrema necesidad “han comenzado a consumir agua de pozos contaminados, mezclándola con lejía como única forma de hacerla medianamente “potable”. Estos pozos están contaminados tanto por el uso de fitosanitarios como por los pozos negros del propio asentamiento”. La asociación alerta de que estas condiciones pueden llevar a problemas graves de salud e incluso a situaciones de inanición debido a la imposibilidad de cocinar o mantener una mínima salubridad.

Derecho a Techo exige al Ayuntamiento de Níjar y a las administraciones públicas responsables “el restablecimiento inmediato del suministro de agua potable y electricidad* en Atochares y el resto de asentamientos afectados, soluciones habitacionales dignas* y alternativas reales para las personas desalojadas, especialmente mujeres y menores y un plan integral de intervención* en los asentamientos chabolistas que garantice condiciones de vida dignas, el acceso a recursos básicos y la protección de los derechos humanos”.  

La plataforma no promueve la proliferación de asentamientos chabolistas. “Pero no podemos ignorar que la falta de acceso al agua y a la electricidad poniendo en peligro no solo la salud, sino también la vida de cientos de personas, no son la vía para solucionar este problema complejo, sino de agravarlo. y consideramos son necesarios planes de vivienda para el conjunto de los trabajadores.

stats