La Isleta del Moro, una aldea marinera de Níjar y con verdad, sin tonterías
Barrios de Nija
Debe su singular nombre a la orografía y a la historia, y tiene una bien ganada fama de pescado fresco
La Isleta del Moro debe su nombre a la orografía y a la historia. La primera parte de su nombre lo ha tomado de un islote de piedra frente a su playa. Este peñón le otorga un perfil inconfundible.
El apellido le viene de las frecuentes visitas de árabes y piratas en busca de tesoros. Se cree que proviene del caudillo norteafricano Mohamed Arráez. El topónimo del lugar lo ha tomado de “Arrais” que, en árabe quiere decir “patrón de barco”. Ya en el siglo XVIII aparecía escrita como “jarraez”.
Otra versión sobre el origen del nombre del pueblo alude a que Arráez procedería del nombre de la persona que ostentaba los derechos de explotación de la moruna, un arte de pesca tradicional utilizado por sus pescadores.
La población surgió en el siglo XIX como un pueblecito marinero ligado a las actividades pesqueras artesanales y la agricultura de huertas, que abastecía de pescado a los mineros de Rodalquilar. La Isleta es pequeña en superficie y ocupación. Al 1 de enero de 2022, su número de habitantes censados fue de 255, entre 141 hombres y 114 mujeres.
La realidad es otra bien distinta en verano. La tranquilidad del resto del año muda y este enclave vecina pasa a ser un hervidero humano. Este pueblo, frecuentado antiguamente por árabes y piratas en busca de tesoros, es el destino de residencia de madrileños y catalanes. La restauración y la fama de su pescado son uno de los señuelos de esta pedanía, pero con todo la gastronomía no es el único motivo. La pesca, el submarinismo y el snorkel tienen muchos seguidores.
El senderismo es otra de las alternativas con mucho predicamento en esta barriada, con más de una veintena de rutas. Las calas forman parte de su oferta. Las del Carnaje o Los Toros, y las playas del Peñón Blanco y del Arco son algunas. La Ruta de los Piratas permite conocer fortificaciones defensivas y traer al presente batallas de otra época.
La ruta submarina otorga la posibilidad de ver más de mil especies de flora y fauna marina desde meros, sepias, congrios, pulpos a barracudas, aprovechando la claridad de sus aguas. El decorado ha cambiado este pasado fin de semana con la presencia de gran número de algas marinas, de color marrón, que inutilizaron para el baño una zona de su playa.
Redacción
La Isleta, pequeña y acogedora, es una barriada literalmente de ‘cine’. No en vano, ha cedido sus paisajes y calles al rodaje de películas y series de televisión. En diciembre de 2019 fue “Veneno”, serie creada por Javier Calvo y Javier Ambrossi sobre la vida y muerte de la abderitana Cristina Ortiz, más conocida como La Veneno, todo un iconoLGTBI para Atresmedia.
En mayo de 2018, esta barriada alcanzó una notoriedad internacional al servir como decorado de la sexta entrega de la saga “Terminator’ y se transformó en un pueblecito costero de Centroamérica para la ficción con la participación de treintena de figurantes, de origen latinoamericano, para ambientar las escenas. Su protagonista. Arnold Schwarzenegger, no estuvo en el rodaje. Más lejanas en el tiempo son las escenas rodadas en este enclave marinero por antonomasia para las películas “El pájaro de la felicidad”, “Un día sin fin”, el cortometraje “Sea-Mail” del director vizcaíno Víctor Erice.
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