Huebro, en Níjar, se calza zapatillas y ropa de deporte para mostrar su lado solidario

Huebro, el menos habitado de los 22 enclaves vecinales de Níjar, se calzará las zapatillas y se pondrá la ropa de deporte y mostrará este sábado su lado más humanista en la cuarta edición de su ruta solidaria que se correrá por el barrio, bajo la iniciativa de su Asociación Vecinal como ha ocurrido en las ediciones anteriores.

Las inscripciones para poder participar en esta prueba popular se podrán formalizar a partir de las 17:00 horas del día de la carrera, en la Plaza, y la salida de la carrera de 5 kilómetros de distancia está prevista a las 18:00 horas. También existe la carrera de 10 kilómetros, pero es de carácter opcional. La cuota es de 10 euros.

La recaudación le será entregada al Hospital Universitario de Sanchinarro, de Madrid. La unidad de Investigación y Tratamiento Oncológico de este mismo centro sanitario fue destinatario de los 1.200 euros que se recaudaron en la segunda edición de esta prueba que contó con la presencia de Jesús García-Donas, jefe de la Unidad de Tumores Ginecológicos y Genitourinarios de HM Hospitales. La primera, que se celebró en 2018, se dedicó a Argar (Asociación de Padres de Niños con cáncer de Almería).

Huebro es todo un ejemplo de despoblación. Su número de habitantes al 1 de enero de 2022 fue de 23, entre 11 hombres y 12 mujeres, y en 2021 fue de 29, uno más que en 2020, según el Padrón Municipal de Habitantes, base de los datos publicados por el Instituto Nacional de Estadistica (INE).

Este tipo de iniciativa son una llamada, una forma de visibilizar esta situación. Huebro participó en las Cruces de Mayo, por primera vez en su historia, y recibió la “distinción especial al arraigo”, por el Ayuntamiento de Níjar. La temática de su primera cruz estaba basada en su paisaje y cultura con un exorno floral de los montes de Huebro. Para embellecer aún más el entorno de la cruz, cada vecino prestó de sus casas “esos objetos que con tanto mimo y cariño conservan como mantones, piezas de alfarería, arreos de labranza, objetos de esparto, corchas... y un sinfín de objetos de gran valor sentimental y algunas con más de un siglo de antigüedad”.

El progresivo despoblamiento de Huebro se inició en la segunda mitad del siglo XX y fue motivado, entre otras razones, por la sustitución de los molinos de agua por los de viento y por la colonización de los campos de Níjar y la introducción de la agricultura bajo plástico.

Pero la situación no siempre ha sido la actual. A partir de 1950 esta barriada llegó a alcanzar casi mil habitantes debido a una mina que se encontraba en la zona. Fue un municipio independiente hasta 1860 que abarcaba una circunferencia de unas 8 leguas donde se encontraban muchas cortijadas.

Tras la guerra de los moriscos (1568-1570), Huebro quedó deshabitado y su repoblación fue tardía. En el censo de 1586 aparece aun sin poblar y con 64 vecinos en el de 1594. El conocido como Diccionario Madoz, 1845-1950, relata la existencia de Huebro y su vistosa vega, “de 150 casas mal obradas, una plaza abalconada con una iglesia, escuela con 15 niños, casa consistorial y cárcel, una balsa llamada la Zanja almacenando el agua que mana de un risco y que por el cauce de una acequia riega la vega y da servicio a 28 molinos harineros”