Muere la albojense Caty García tras una lucha de más de 10 años contra el cáncer

Albox

Sus compañeros describen a Caty como una mujer comprometida que no permitía que la enfermedad le impidiese vivir

Todos destacan la sonrisa que llevaba a todas partes "era una persona alegre que transmitía tranquilidad y serenidad"

Más de 8.000 almerienses ya son parte de la Asociación Española Contra el Cáncer

Caty García con compañeras de partido
Caty García con compañeras de partido

Se suele decir de una persona que muere a causa del cáncer que "pierde la batalla" contra la enfermedad. No estoy de acuerdo con la expresión, la mera lucha es ya una victoria en sí misma, y, aunque no la conocí, creo que Caty estaría de acuerdo. 

Caty es el nombre por el que todo Albox conocía a Catalina García Martínez, vecina y amiga de la localidad que le ganó la batalla al cáncer durante más de una década y que falleció el pasado miércoles a la edad de 56 años sin que pueda decirse que haya sido derrotada. Caty nació en el hospital de Huércal-Overa pero vivió toda su vida en Albox, estudió, como la gran mayoría de niños y niñas de la localidad, en el colegio Virgen del Saliente y trabajó durante muchos años como dependienta en el estudio local Fotos Fábrega, muy cerca de su gran pasión por la fotografía.

Su vocación de servicio público la llevó a meterse en política en el año 2015, donde estuvo al servicio de su municipio de mano del Partido Popular, aunque desde siempre había colaborado con el partido de un modo u otro. "Cuando le diagnosticaron la enfermedad nos lo comunicó desde el primer momento con mucha naturalidad" dice Esteban Carrión, presidente del PP albojense, "el cáncer no afectó en nada a su vida, era muy dura y nunca daba la sensación de que estuviera enferma, al contrario, era una persona alegre que transmitía tranquilidad y serenidad". Rogelio Berbel, actual concejal de Festejos, coincide con Carrión "ha estado en la oposición dando el callo como el resto de compañeros, si no más, nunca se ha perdido un acto o un mitin del partido a causa de su enfermedad, era una mujer incansable".

El primer roce de Caty con la enfermedad fue algo antes de llegar a la política, cuando le diagnosticaron un cáncer de mama por el que fue necesario extirparle un pecho tras haberse sometido a quimioterapia. Cinco años después se descubrió que la enfermedad había derivado en metástasis ósea y tuvo que pasar de nuevo por sesiones de quimio, a raíz de las cuales Caty volvió a mejorar, incluso le dijeron que el cáncer había entrado en remisión, pero en los últimos meses resurgió por tercera vez y hacía un mes había empezado un nuevo tratamiento con quimioterapia. Pese a todo, Caty seguía disfrutando de la vida, de su familia (estaba casada y tenía dos hijos de entre 20 y 30 años, un chico y una chica) y de su pasión por la fotografía "nunca dejó de hacer fotos, solía hacer reportajes por su cuenta en diferentes eventos", comenta Carrión.

"Caty es una persona que en Albox la quiere todo el mundo, incluidos nuestros adversarios políticos, lo cual dice mucho de ella", cuenta María del Mar Alfonso, alcaldesa de Albox. "Ella estaba muy comprometida, siempre tenía que estar, incluso en la última campaña que ya estaba con sesiones de quimioterapia participó de manera muy activa. Era la madre del equipo, el nexo de unión entre nosotros que lograba que se mantuviera el equilibrio".

De la trayectoria política de Caty se recuerda lo involucrada que estaba con su pedanía, el Llano del Espino, y su colaboración con organizaciones locales como el Centro de la Mujer o la Asociación contra el Cáncer. "Era una mujer muy social, le encantaba colaborar y ayudar a la gente", dice Carrión. 

Precisamente, el pasado domingo Caty se reunió con todo el partido en una comida para celebrar el año desde que el Partido Popular ganara las elecciones municipales, "estuvimos comiendo 70 personas y aunque estaba algo malilla, Caty vino y celebró con nosotros, fue la última vez que la vimos", cuenta Alfonso.

Hoy, 20 de junio, se celebra el entierro de Caty, el funeral de una mujer que ha muerto por culpa del cáncer, sí, pero que no ha perdido ninguna batalla, porque cuando aquellos que la conocían miren atrás y piensen en ella, no recordarán una mujer con cáncer, recordarán la perenne sonrisa con la que disfrutaba la vida.

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