Laroya frente a la despoblación: bar gratis para una familia con hijos
Almanzora
El Ayuntamiento ofrece el único bar del pueblo, de titularidad municipal, para que lo regente una familia, preferiblemente con hijos, de forma totalmente gratuita
Sus actuales dueños se jubilan en breve y nadie se hace cargo de él
Almería/El pequeño municipio de Laroya no quiere claudicar frente al incisivo y pertinaz fenómeno de la despoblación. La localidad, enclavada en el Valle del Almanzora y con una población que no llega a los 200 habitantes, sigue dando pasos para evitar su desaparición. El último ha sido ofrecer el bar, el único que hay en el pueblo y que es de titularidad municipal, a una familia para que lo regente y evitar así el cierre de uno de los motores de los municipios pequeños. El paso del tiempo es inexorable y sus actuales dueños se jubilan en un par de semanas tras más de una década regentándolo.
"Hemos decidido realizar esta oferta porque ahora mismo nadie del pueblo se anima ya que todos están trabajando en Cosentino o tienen trabajo así que tenemos que buscar a alguien de fuera y si es con niños, mucho mejor", explica la alcaldesa de Laroya, Dolores Moreno.
Para ello, han publicado un anuncio en la red social Facebook ofertando de manera totalmente gratuita el Bar Museo Almazara que está "totalmente equipado. "¿Buscas trabajo en un ambiente más familiar para criar a tus hijos? ¿Te gustan los pueblos de montaña y con encanto? Te esperamos en Laroya, un maravilloso pueblo que sigue luchando contra la despoblación rural", reza el anuncio. La familia que venga solo tiene que ponerse a trabajar. Quizás solo falte algún vaso o cubiertos, menaje en definitiva, pero poco más", señala la regidora.
En ese sentido, señala que los nuevos dueños "solo tendrán que hacerse cargo de la luz y el agua y el mantenimiento del bar". "Queremos dar todas las facilidades porque es importante mantener abierto el bar y ofrecer de paso una nueva oportunidad a una familia con un establecimiento que tiene mucha vida y que da de sobra para vivir", añade.
"Una familia puede vivir perfectamente del bar. Tenemos más de cien alojamientos rurales y las familias no suelen llevar nada para cocinar. Siempre preguntan si hay algún sitio dónde comer. No se trata de poner en marcha nada nuevo. Es una oportunidad ahora que hay tanta gente joven que quiere vivir en pueblos, en la naturaleza, en los que los niños viven de otra manera, al aire libre, con la puerta abierta", insiste.
Apunta que el bar-museo se ubica en la antigua almazara del pueblo, revelando que cuando llegó al Ayuntamiento tuvo la oportunidad de adquirirla y recuperarla como un local de restauración. "Es muy bonito de ver por dentro. Puedes ver cómo echaban la oliva y se trabajaba con el aceite", incide.
Y si mantener abierto el bar es una encomienda titánica para un pueblo de sierra, no es menos mantener abierto también el colegio rural que actualmente cuenta con solo seis niños. Por esta razón, uno de los requisitos que más se valoran entre las familias interesadas es que tengan hijos en edad escolar para aumentar el número de alumnos del centro educativo. Además Moreno le ve muchas ventajas al considerar "que no está masificado" y que "los niños reciben una educación personalizada al haber dos maestros para los seis niños".
La alcaldesa incide en que "un pueblo sin colegio es un pueblo muerto" y por ahora se presenta la oportunidad perfecta para dar solución a dos problemáticas de una tacada: mantener abierto el bar y aumentar el número de alumnos del colegio para evitar que cierre en el futuro.
Para ello han habilitado un correo electrónico: ayuntamiento@laroya.es y el teléfono del Ayuntamiento 950128425 para que todas las familias interesadas se informen de todo el proceso y a su vez den cuenta de cómo es su unidad familiar para poder llevar a cabo una entrevista más personalizada y llevar así a cabo el proceso de selección.
El anuncio por parte del Ayuntamiento, que tuvo lugar este pasado lunes, aún no ha tenido, según la alcaldesa, repercusión. De hecho, Moreno señala como anécdota que ese mismo día recibió la llamada de una familia con dieciséis hijos "que se habían mudado recientemente a un pueblo pequeño en Soria con una propuesta similar y que de haberlo sabido antes se habrían venido a Laroya. Es una pena porque nos habriá llenado por completo el colegio", afirma.
Moreno espera que a lo largo de las próximas semanas comiencen a recibir propuestas de familias interesadas para evitar el cierre momentáneo del bar y se muestra esperanzada de que para Navidad habrá una familia más viviendo en Laroya.
El cajero de Diputación y la fibra óptica
Otra de las medidas que han permitido a Laroya dar esquinazo, de momento, a la despoblación ha sido la instalación el año pasado por parte de la Diputación Provincial de Almería de un cajero en el que poder sacar dinero y realizar multitud de gestiones evitando así tener que trasladarse hasta Macael y Olula del Río, los dos pueblos más cercanos y con sucursales bancarias. "Ahora mis vecinos no tienen que desplazarse y coger el coche y se agradece mucho", apunta.
Pero no ha sido la única herramienta con la que el Ayuntamiento de Laroya va poco a poco frenando el éxodo de sus vecinos. La instalación de la fibra óptica también ha abierto nuevas posibilidades laborales a varios vecinos que ahora pueden teletrabajar sin problema "aprovechando para vivir en un entorno rural alejado de los ruidos", afirma.
Es el caso de una pareja de colombianos que hace unos meses hicieron de Laroya su hogar y que teletrabajan al ser ambos programadores. El Ayuntamiento también les facilitó su asentamiento al cederles una casa municipal "y ahora ya han formalizado el alquiler de una vivienda en el pueblo y ya la dejan libre para que otra familia se pueda asentar", comenta Moreno.
Moreno resalta que en este pueblo hasta hace poco existía otro "problema", ya que había familias que querían ir allí a vivir pero no podían hacerlo porque no había casas disponibles.
"Ahora contamos con una subvención de la Junta de Andalucía para construir viviendas de VPO. Es la primera vez que se va a hacer algo así. El Ayuntamiento tiene que aportar el 50% del importe y una ya está terminada, mientras que las otras tres ya tienen la estructura y calculamos que en un año estarán terminadas", dice.
Pequeños pasos encaminados todos en la misma dirección: vencer a la despoblación y que son fundamentales para los municipios pequeños.
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