Tres seminaristas almerienses reciben sus ministerios en la parroquia de Huércal-Overa

La parroquia de Huércal-Overa fue testigo el pasado viernes 24 de enero de la institución de los ministerios de lector y acólito a Antonio, Juan Antonio y Jesús, tres seminaristas que ahora están un paso más cerca de ser sacerdotes. La celebración, presidida por el obispo Antonio Gómez Cantero, contó con la presencia de laicos, jóvenes, seminaristas, religiosas y sacerdotes de toda la diócesis.

Durante la homilía, el obispo interpeló a los seminaristas para que sus nuevos ministerios les ayudaran a profundizar en la Palabra de Dios tanto en su vida personal como en su labor pastorial y les animó a crear comunidad allá donde estuvieran. Tras la homilía se llevó a cabo el rito de institución que culminó con la entrega del leccionario al nuevo lector y del cáliz y la patena a los nuevos acólitos.

Los ministerios de lector y acólito forman parte de los llamados ministerios laicales que representan un grado de participación en las responsabilidades de la comunidad eclesial, es decir, los seminaristas instruidos han alcanzado un nivel de capacitación y preparación suficiente para comenzar a colaborar de manera activa en la comunidad, por un lado los lectores a través de la proclamación de la Palabra de Dios durante las misas y, por el otro, los acólitos ayudando a los sacerdotes y diáconos en el altar y distribuyendo la Comunión. Recibir los ministerios es un paso más en la formación de los seminaristas, uno imprescindible antes del diaconado y el presbiterado pero, tal y como afirma la Diócesis de Almería en un comunicado, también son una bendición, "el lectorado los impulsa a estudiar y vivir la Palabra de Dios, mientras que el acolitado los llama a servir en el altar, con la Eucaristía como centro de su vida".

El "Cura Valera", muy presente durante el acto

Durante la celebración de la entrega de ministerios a los seminaristas estuvo muy presente la figura del Venerable Salvador Valera Parra, conocido como el Cura Valera, párroco y arcippreste de Huércal-Overa durante la segunda mitad del siglo XIX. El cáliz del que se hizo entrega a los nuevos acólitos perteneció a este religioso tan querido por el pueblo huercalense en vida e, incluso, tras su muerte en 1889.

El propio obispo de Almería, Antonio Gómez Cantero, ha hecho saber que el Vaticano ha aprobado un milagro atribuido al Cura Valera y que le acerca más que nunca a la beatificación. En 2014 un médico huercalense residente en la región de Providence, en Estados Unidos, le rezó al Cura Valera para salvar la vida de un bebé, declarado clínicamente muerto tras permanecer sin oxígeno durante una hora; el niño, contra todo pronóstico, volvió a respirar y, puesto que a día de hoy no existe una explicación científica que explique el fenómeno, dede la Santa Sede se ha consensuado declararlo un milagro atribuido al párroco huercalense.