El Cristo Yacente de Huércal-Overa vuelve al culto a pocos días de la Semana Santa
Levante
El reputado restaurador almeriense Joaquín Gilabert acaba de terminar su trabajo en esta pieza creada en 1948
Pasión, muerte y esperanza se dan la mano en el cartel de la Semana Santa de Huércal-Overa

El Cristo Yacente en el Santo Sepulcro del Redentor es una de las imágenes titulares de la Semana Santa de Huércal-Overa, declarada de Interés Turístico, una pieza única que fue encargada al reputado imaginero vasco Julián Alangua Puchet y que pasó a formar parte del culto huercalense en 1948 después de que, según cuenta Juan Carlos Mena, vocal de Cultos y Relaciones Institucionales del Paso Negro de Huércal-Overa, toda la imaginería anterior de la hermandad quedara destruida tras la Guerra Civil Española. La imagen no ha sido propiamente restaurada desde que se encargó y presentaba notables daños en el soporte así como suciedad y repintes realizados por parte de otro restaurador que opacaban la policromía original, es por ello que la hermandad decidió ponerla en las expertas manos del conservador-restaurador almeriense Joaquín Gilabert, quien devolverá la imagen a la hermandad, justo a tiempo para que pueda procesionar esta Semana Santa de cuyo cartel es, precisamente, protagonista.
"Una gran cantidad de artesanos, carpinteros, imagineros y restauradores trabajaban en Madrid tras la Segunda Guerra Mundial para reparar o restituir a las cofradías y hermandades todas las imágenes que se perdieron durante la Guerra Civil y en el caso de nuestra cofradía, que había perdido toda su imaginería, se le pidió a Alanguas Puchet que creara una nueva imagen del Santo Sepulcro del Redentor que es la que procesiona hoy en día", detalla Juan Carlos Mena. La pieza, más allá de una limpieza y algunos retoques realizados en los años 80, no había sido restaurada y el continuo uso y movimiento al que ha sido sometida con el paso de los años, había hecho mella en el soporte.
Tras la Semana Santa de 2024, la hermandad hizo llegar la imagen al taller de Joaquín Gilabert en Arboleas y desde entonces lleva el restaurador trabajando para devolverle su esplendor original, "Joaquín ya había restaurado anteriormente otras imágenes de nuestra hermandad y sabíamos que el Cristo Yacente no podía quedar en mejores manos", cuenta el vocal del Paso Negro. El restaurador ha explicado a este periódico que la imagen llegó a sus manos en un "precario estado de conservación", el soporte se encontraba en mal estado y presentaba separaciones de ensambles así como grietas y fisuras provocadas por el movimiento de las piezas de madera que conforman la estructura de la talla.
Además de los daños en la estructura, la policromía original de la imagen se encontraba oculta debido a la suciedad superficial, pero también a los repintes realizados en anteriores intervenciones que estaban totalmente "desajustados de tono". En esencia, la intervención de Gilabert ha consistido en la consolidación del soporte y eliminación de repintes y suciedad superficial además de la recuperación de los valores cromáticos originales. "Con los tratamientos de restauración efectuados se ha devuelto fortaleza al soporte y se ha recuperado el valor estético de la imagen perdido en intervenciones anteriores", afirma Gilabert.
"Fui a visitarle a su taller estos días atrás y me impactó ver la imagen restaurada, cuando estás acostumbrado a verla en el día a día no te das cuenta, pero tras ver el excelente trabajo realizado por parte de Joaquín Gilabert se hace patente que la imagen no estaba en buen estado y ahora es una maravilla verla", explica Juan Carlos Mena. El Cristo Yacente viajó de vuelta a Huércal-Overa el pasado viernes para que la misa y el oficio de las cinco llagas, en el que se le rinde pleitesía, pudiera celebrarse durante el día de ayer. No habrá tiempo, eso sí, para presentar la imagen restaurada a los vecinos y vecinas, "tendremos que esperar hasta después de Semana Santa para organizar una conferencia en la que participe Joaquín para explicar el trabajo al que ha sometido la imagen y que los vecinos puedan contemplarla en detalle y ver las fotografías del antes y el después", cuenta el vocal.
La figura regresa al culto de la cofradía más antigua de la Diócesis de Almería
Juan Carlos Mena, en declaraciones hechas a este periódico, afirma que la cofradía a la que pertenece es la más antigua de la Diócesis de Almería, habiéndose encontrado documentación relativa a su existencia en 1664, hace hoy 361 años. Tanto es así que el obispado ha concedido el título de "Muy Antigua" a los que hoy ostenta la cofradía, convirtiéndola en la hermandad más titulada de la Diócesis y cuya denominación completa sería la que sigue: Pontificia, Real, Muy Antigua, Venerable e Ilustre Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Sepulcro del Redentor.
De momento la imagen estará guardada en la casa de la hermandad y los vecinos, vecinas y visitantes de Huércal-Overa no podrán contemplarla fuera de los ritos en los que se muestra a sus devotos, esto es, el oficio de las cinco llagas y la procesión del Viernes Santo, no obstante, esto cambiará dentro de poco con la creación de las Casas Museos de Semana Santa, cuyo convenio han firmado los Pasos Morado, Blanco y Negro con el alcalde de la localidad, Domingo Fernández. "Las casas de las hermandades deberán contener un espacio para exponer la imaginería y los tronos de la Semana Santa y que así cualquier vecino pueda acercarse a verlas", afirma Juan Carlos Mena. Las 'Casas Museo' deberán estar listas para el año 2027.
Tres tallas huercalenses han pasado por las manos de Joaquín Gilabert
Precisamente sobre el Cristo Yacente en el Santo Sepulcro del Redentor hizo el conservador-restaurador su primer informe en la localidad después de que se descubrieran algunos desperfectos en la estructura en 2019, no obstante, se estimó que por aquel entonces era prioritario restaurar La Virgen del Río en primer lugar, la cual pasó el confinamiento en el taller de Gilabert hasta que pudo ser devuelta en 2021. La Virgen de La Soledad fue la siguiente talla que restauró el maestro en 2024 y ahora, por fin, le ha tocado el turno al Cristo Yacente.
Gilabert cuenta con 22 años de experiencia como restaurador de piezas icónicas de la cultura y tradición españolas entre las que destacan la Capilla barroca del Palacio de San Telmo, sede de la Junta de Andalucía; la iglesia del Divino Salvador de Sevilla, el Cristo del Capítulo de Bornos de Cádiz, la Virgen del Rosario de Granada o la Virgen de los Ángeles de Sevilla. Además, su vinculación con el Museo Picasso de Málaga le ha abierto puertas en otros museos de Europa como el de Alemania, Francia, Dinamarca, Bélgica, Reino Unido o Portugal en los que ha trabajado en piezas de grandes nombres del arte y la artesanía como Andy Warhol, Francisco de Goya, Pablo Picasso o Francis Bacon.
Sus últimos trabajos en la provincia han incluido, además de las tallas huercalenses, a la Virgen del Saliente de Albox, el Santo Cristo del Bosque de Bacares, el Ángel de la Santa Cruz de Canjáyar, la Inmaculada de Adra, San Juan y el Nazareno de Arboleas o la Virgen del Mar de Almería entrer otras muchas imágenes de gran importancia artística para la Diócesis de Almería.
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