Un grupo de mayores de Albox entra por primera vez en la Universidad de Almería

Los participantes del taller de Envejecimiento Activo, que se realiza en la localidad albojense desde el pasado octubre, pasaron la jornada del 18 de junio en la capital para disfrutar de una visita cultural que les llevó a recorrer los Refugios de la Guerra Civil y las instalaciones de la Universidad de Almería.

La primera actividad del día fue el descenso a los Refugios, una estructura subterránea que cruza el centro de la ciudad y que fue empleada durante la Guerra Civil para proteger a la población del medio centenar de bombardeos que asolaron la Almería. "Los participantes tienen entre 60 y 75 años, lo que significa que muchos de sus padres participaron en el conflicto y algunos murieron en él, por lo que la visita resultó ser muy emocionante. Varias mujeres aseguraron haber sentido presencias o vibraciones al entrar en los túneles y se sorprendían de que hubiera hasta un hospital, nos decían que ojalá nunca tengamos que volver a usar este tipo de refugios", comenta Vanesa Águila, concejala de Salud, Bienestar e Inclusión Social del Ayuntamiento de Albox que acompañó al grupo de mayores durante la jornada.  

Los hombres y mujeres del taller de Envejecimiento Activo aprendieron durante la visita que los Refugios se construyeron cuando el conflicto ya había comenzado, es decir, mientras la ciudad estaba siendo bombardeada, sus habitantes se afanaban en la construcción de estos túneles con entradas en varios puntos estratégicos en los que se podía reunir la ciudadanía rápidamente para ponerse a salvo. Uno de ellos, curiosamente, daba a la casa particular de un noble local que debía dejar entrar a sus vecinos cuando sonaban las alarmas.

Además de los accesos repartidos por todo el Paseo de la capital, se construyeron áreas que hacían las veces de hospital y quirófano e incluso un paritorio para atender a las mujeres que se vieran en la necesidad de dar a luz bajo tierra. Esta instalación, ideada por el arquitecto local Guillermo Langle Rubio y con capacidad para 40.000 personas, es una de las que mejor conservada está en Europa.

Los mayores disfrutaron de su primer contacto con la UAL aunque se quedaron sin probar las famosas "Tillas"

Tras haber recorrido los Refugios, el grupo acudió al principal evento de la jornada, la visita a las instalaciones de la Universidad de Almería. "Durante una de las sesiones del taller de Envejecimiento Activo se le preguntó a los mayores qué hubieran estudiado si hubieran tenido la oportunidad y nos respondieron que a muchos les hubiera gustado ir a la universidad para estudiar magisterio, medicina o enfermería, así que gracias a la iniciativa de la monitora, organizamos esta visita a la UAL", explica Águila.

Cualquier incauto que se atreva a internarse en el campus almeriense se encontrará con el laberinto de facultades, centros de investigación, cafeterías, aularios y salones de actos que conforman la UAL, por ello se les ofreció a los mayores una visita guiada por los principales puntos de interés. Habiéndo alcanzado cierta fama en redes sociales, cabría imaginar que el comedor universitario y sus irresistibles "Tillas" serían parada obligatoria para el grupo, si embargo, el ayuntamiento reservó para almorzar en un comedor distinto, en el que les ofrecieron una estupenda comida, pero que no servía el aclamado postre.

Pese a todo, el grupo de mayores albojenses disfrutó mucho de la experiencia y espera poder repetir.