La Fuente Pública de Mojácar revive este jueves una de sus tradiciones, el lavado de la ropa

Tradiciones

La experiencia, organizada por el Laboratorio de Arqueología Biocultural de la Universidad de Granada, conecta con la historia local

Se inscribe en de la agenda de la sexta campaña arqueológica de Mojácar La Vieja

La otra cara de la sexta campaña arqueológica ‘ Mojácar La Vieja

Este emblemático e histórico lugar revive este jueves el lavado de la ropa / D.A.

Mojácar revive este jueves una de sus tradiciones más típicas, la del lavado en la fuente pública. La iniciativa parte del Laboratorio de Arqueología Biocultural de la Universidad de Granada y forma parte del calendario de actividades culturales de los trabajos arqueológicos de la sexta campaña de en Mojácar La Vieja que dieron comienzo este pasado lunes y finalizarán el día 29.

Los promotores, con la colaboración del consistorio local, han hecho un llamamiento a adultos y niños para que se sumen a “esta experiencia cultural única. Se trata de una oportunidad perfecta para disfrutar en familia, aprender sobre nuestras costumbres, conectar con la historia de Mojácar y de poner en valor cómo se ha lavado tradicionalmente en Mojácar” según explican. 

La existencia de esta fuente, conocida popularmente como la ‘mora' o la de ‘los 13 caños’, es ya mencionada en los antiguos textos árabes y fue la clave fundacional del pueblo. Sus doce caños frontales y uno lateral actuales provienen de la reforma realizada a finales del XIX durante el mandato fue construida de José Yribarne de los Ríos como alcalde de Mojácar, en 1876. En este lugar cuenta la historia se produjo entre Garcilaso, enviado por los Reyes Católicos y a la vez, último alcalde moro, para la entrega de la ciudad. Mójacar dejó de ser por siempre musulmana con esa capitulación.

La apreciada agua de esta fuente han servido a través de los siglos para calmar la sed, para lavar y para el regadío de las plantas. Las lavanderas, para no contaminar las aguas que regaran las huertas, lavaban de dentro a afuera con los pies dentro del agua. La fuente ha sido el centro donde confluía la vida cotidiana y todo un manantial de recursos económicos: El oficio de aguador o aguadora. Transportaban el agua con animales o con su propio esfuerzo. Las aguadoras transportaban dos cántaros, uno en la cabeza con un roete de por medio y otro en la cadera. Otro oficio de la fuente era la de lavadero de ropa.

Alrededor de esta fuente fluía la vida cotidiana y una red de comercio: mercado de abastos y ganado, molino, tahona, celebración de fiestas. Lugar de encuentro y tertulias, donde los jóvenes acudían a efectuar sus juegos, y, con la excusa de beber agua, ver las piernas a las mozas que lavaban, remangadas, dentro de las acequias de agua y donde se cantaban coplas de la cultura popular, transmitidas oralmente de padres a hijos como la que decía; “Mojaqueras con roete y zapatos de charol van a la fuente a por agua “pa” lucir el polisón”.

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

Lo último

La Ventana de León Granda

Igualdad