El encarecimiento de las viviendas a los británicos, un problema inesperado en Almería

La provincia de Almería no para de crecer en términos demográficos. El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó el pasdo mes de diciembre la última actualización del padrón municipal con datos consolidados del 1 de enero de 2024 que refleja que la población de Almería sigue aumentando. Ya hay 763.030 habitantes, que son 9.110 personas más que el año anterior y 61.342 más que hace diez años.

De estas, más de 185.000 personas eran nacidas en el extranjero. Esta distribución refleja una considerable presencia de población inmigrante en la provincia, representando aproximadamente casi el 25% del total de la población en ese año. La alta proporción de residentes nacidos en el extranjero sugiere una dinámica de inmigración significativa que influye en la demografía local y en la composición cultural y social de la provincia.

Y ahí la colonia británica tiene mucho que decir ya que son determinantes en las elecciones municipales en una decena de localidades que se concentran en el Valle del Almanzora y Levante almeriense, una tendencia que se mantiene inalterable, con leves fluctuaciones, desde principios de siglo.

Desde hace ya varias legislaturas, los ingleses se vienen integrando en las candidaturas de los pueblos del Valle del Almanzora y Levante. Arboleas, Partaloa y Bédar son los municipios con más población foránea, superando incluso la mitad del padrón procedente de otros países, principalmente ingleses, pero también belgas, franceses y holandeses. Sin embargo, en la convocatoria de las próximas municipales, una vez actualizado el censo electoral, los votantes extranjeros alcanzan un tercio del total. Arboleas tiene 525 potenciales votantes de otras nacionalidades y 1.235 españoles, lo que se traduce en un 30% de su censo (1.760). En Bédar alcanzan el mismo porcentaje con 164 foráneos de un electorado de 545 potenciales votantes. Y la localidad con mayor proporción es Partaloa con un 35% de los vecinos llamados a las urnas procedentes de otros países: 169 de 476. Mojácar mantiene otra de las tasas más altas de electorado foráneo con un 20%, 783 de cerca de 4.000 vecinos llamados a las urnas. En Zurgena el censo tiene un 19% de extranjeros residentes en la localidad (323 de 1.724) y en Albanchez suponen el 18% de los llamados a las urnas (85 de 472).

Con estos precedentes, la anunciada subida del impuesto de transmisiones patrimoniales (ITP) para extranjeros no residentes por parte del Gobierno se ha convertido en una preocupación en muchas de estas localidades que ven cómo potenciales vecinos pueden declinar la opción de serlo. Para el abogado de origen británico Gerardo Vázquez supondrá “otro clavo en el ataúd de la inversión británica en España”.

Así lo ha asegurado en declaraciones a EFE este experto en derecho inmobiliario, quien durante años fue el abogado y uno de los portavoces de la asociación Abusos Urbanísticos Andalucía NO (AUAN), que defendía los intereses de compradores de viviendas en el no urbanizable andaluz.

“Hoy mismo me acaban de preguntar unos británicos que tienen familiares que quieren comprar por la zona. Están preocupados y quieren saber si esto va a entrar en vigor”, revela Vázquez.

El plan del Gobierno pasa por incrementar hasta el 100 % el gravamen fiscal que deben pagar los extranjeros no residentes cuando compran una en España, una medida que tiene que ser aprobada por el Congreso de los Diputados.

“Los británicos ya lo tienen muy difícil desde el Brexit, porque tienen que probar unos ingresos mínimos y ha habido otros problemas, por ejemplo con los permisos de conducción. Esto está previsto para que no haya tantas compraventas, para que la gente de fuera de España no suba el precio de la vivienda, pero me parece que las causas de esta subida son otras”, afirma.

“Aquí, en el sur de España, en zonas turísticas, esta medida va a ser muy dura”, mantiene el letrado, quien señala que en Andalucía las compraventas normales se tributan al 7 % en la actualidad, pasando al 14 % de aprobarse esta medida, aunque insiste en que en otras comunidades los tipos son mayores.

“Pero es que, además de eso, hay que añadir los gastos notariales y registrales, de asesoramiento inmobiliario y jurídico, ya que este último lo suelen pedir bastante los extranjeros, o los de notaría”, precisa el abogado.