El Ejido prepara la primera ordenanza andaluza de prevención y control de mosquitos

El Ejido/El Ayuntamiento de El Ejido ya trabaja en el anteproyecto de la primera Ordenanza de Prevención y Control de Mosquitos de Andalucía que quedará finalizado, con toda probabilidad, a lo largo de la próxima semana.

Este miércoles 13 de mayo el concejal delegado del Área de Agricultura y Medio Ambiente, Francisco Pérez, ha decretado oficialmente la redacción de este importante documento que, como bien ha dicho, “supondrá un gran avance en el camino hacia la erradicación de esta plaga”. Pérez muestra su convencimiento de que “este texto supondrá un punto de inflexión muy relevante, ya que obligará a las comunidades de propietarios de jardines y piscinas privadas cumplir con la normativa que se establezca al respecto”. Y es que, tal y como ha precisado, “el trabajo conjunto a la hora de realizar los tratamientos en zonas muy sensibles a la proliferación de esta plaga como es Almerimar supondrá acabar en más de un 80% con las poblaciones de adultos; aliviándose, de una manera importante, las molestias que estos ocasionan”.

El edil ejidense mantendrá este jueves 14 de mayo una reunión con los técnicos de su área para perfilar los aspectos más importantes del texto, que una vez quede redactado, se someterá a exposición pública durante un periodo de 30 días en el Portal de la Transparencia para que se realicen las alegaciones oportunas. Más tarde, deberá de aprobarse en Pleno y someterse nuevamente a otro periodo de sugerencias; lo que hace prever que esta Ordenanza pionera pueda entrar en vigor el próximo mes de octubre.

Cabe destacar que la Unidad de Enfermedades Tropicales del Hospital de Poniente ya ha anunciado su colaboración con esta iniciativa y es que aportará su visión técnica sobre la transmisión de determinadas patologías a través de la picadura de algunas especies específicas de estos insectos.

Con ella, tal y como se recordará, el gobierno local pretende establecer una normativa real y efectiva que permita dotar al Consistorio de las herramientas necesarias para poder exigir a los responsables de zonas privadas y comunidades vecinales la aplicación en las áreas verdes de sus residenciales las medidas preventivas y de tratamiento oportunas para acabar con la propagación de estas poblaciones; así como que se pueda sancionar a aquellos sujetos que favorezcan su reproducción.