Centenares de vecinos del Levante 'parten' la Cuaresma en el Día de la Vieja
Levante
En decena de municipios de la comarca se vive este jueves una fiesta popular en la que la gastronomía se mezcla con el ritual de romper una muñeca con forma de anciana rellena de caramelos y golosinas
El Día de la Vieja 2025: qué tiempo hará en cada pueblo

Cada año, en mitad de la Cuaresma, los vecinos de numerosos pueblos que conforman la comarca del Levante Almeriense celebran el Día de la Vieja. Una jornada muy especial que no aparece como festivo en los calendarios pero que, sin embargo, deja los colegios vacíos, las tiendas cerradas y las calles desiertas, pues todo el mundo se va a pasar el día al campo o a la playa.
Y este jueves ha tocado partir la Cuaresma. Y es que el icono central de este festejo es una especie de monigote o muñeca que representa a una "vieja". En localidades como Pulpí, Turre o Vera se celebra a lo largo de todo el día, como una jornada de convivencia entre familiares y amigos en los que se consume una gran variedad de alimentos además del tradicional hornazo en el campo o la playa.
Y este año el buen tiempo ha acompañado en esta jornada festiva que ha llevado a muchos vecinos de toda la comarca a celebrar una tradición que sigue atrayendo a miles de personas. Tras muchos días consecutivos de lluvia, al fin el sol ha regresado al Levante Almeriense y la jornada ha permitido celebrar el Día de la Vieja con un tiempo más veraniego que primaveral en Cuevas, Garrucha, Mojácar, Carboneras, Los Gallardos, Bédar o los tres municipios citados anteriormente.
El momento más importante de la fiesta es el hecho de partir la vieja que suele realizarse a media tarde o al finalizar la celebración. Existen varias fórmulas para partir la vieja: la mayoría de pueblos del levante almeriense arrojan piedras a la vieja o le dan palos para romperla ya que en su interior se esconden caramelos y golosinas, mientras que excepcionalmente en el municipio de Pulpí se prende fuego a "la vieja". Y los niños son los grandes protagonistas por los premios que esconden estas "viejas".
Ritual del final del invierno
Algunas referencias documentales relacionan este ritual con el fin del invierno y la entrada de la primavera. Otras teorías lo vinculan con el largo período de cuaresma, marcado por el recogimiento, el ayuno y la abstinencia. La cuaresma se solía representar con una vieja muy alta y delgada, con un bacalao en la mano, símbolo de la vigilia que debía realizarse durante todos estos días y con un faldón oscuro del cual asomaban siete pies que representaban las siete semanas que dura la cuaresma.
Por lo tanto el hecho de " partir o"matar" la vieja "podría significar "partir la cuaresma" que se traduciría como un descanso en la mitad de esta. Antiguamente en pueblos como Pulpí se elaboraban para el ritual unas muñecas que representaban al personaje de "la vieja".
Estas muñecas se solían vestir con ropa usada, aunque con el transcurso de los años comenzaron a utilizarse materiales como el papel , aprovechando los patrones de la costura o de los sacos de pan. Su fabricación normalmente dependía de las mujeres, siendo las madres las que en ocasiones ayudadas por sus hijos realizaban "la vieja" .
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