La DANA ‘maquilla’ los datos de agua embalsada, pero son peores que en 2023
Sequía
El temporal duplica los registros en el embalse de Cuevas y aumenta ligeramente los de Beninar pero son peores que los del año pasado. En 2012, con la riada mortal en Vera, en Cuevas se acumularon más de 40hm3 alcanzando su máximo histórico de 50,5 hm3
La DANA se ceba de madrugada con Almería: granizada en El Ejido y más de 120 litros en el Almanzora
El paso de la DANA por Almería ha dejado un dato positivo. Las fuertes precipitaciones que se acumularon en el Valle del Almanzora y la zona norte de la provincia en general a principios de esta semana, han permitido que el agua embalsada en los pantanos de la provincia haya sufrido un importante repunte. Se trata de los dos grandes pantanos con los que cuenta la provincia de Almería: Benínar y Cuevas del Almanzora. Y aquí los registros permiten esbozar una ligera sonrisa de satisfacción y de tranquilidad porque son muy positivos de cara a afrontar el resto del año, dentro de la raquítica situación que históricamente han presentado desde hace décadas.
El más beneficiado, con mucha diferencia, es el de Cuevas del Almanzora. Actualmente, tras las intensas jornadas de lluvia que se han producido durante las jornadas del lunes y del martes (sobre todo en la madrugada del lunes al martes), el pantano acumula 20,79 hm3 de agua embalsada frente a los 10,77 hm3 que tenía hace justo una semana. Unas cifras que hablan solas: se ha duplicado el volumen de agua embalsada tras dos jornadas de lluvia intensas.
En el caso del embalse de Benínar, este no ha corrido la misma suerte. Actualmente cuenta con 5,09 hectómetros cúbicos. Hace justo una semana, contaba con 4,94 hm3. Aquí la ganancia ha sido exigua y que va en consonancia con las pocas precipitaciones acumuladas en la comarca del Poniente en la que solo hubo un intenso episodio de granizo que afecto a más de 4.000 hectáreas de invernaderos en El Ejido y Dalías, principalmente.
Los datos que ofrece la Red Hidrosur, dependiente de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural, evidencian que, pese a los daños que ha provocado la DANA, las lluvias permiten dar un respiro para afrontar los dos últimos meses del año.
Aunque si se comparan con los datos de agua embalsada a 30 de octubre del año pasado, en ambos embalses había más volumen hace 365 días. En el caso del Embalse de Beninar, hace un año contaba con 5,43 hectómetros cúbicos frente a los 5,09 del día de hoy. Y en Cuevas del Almanzora había 21,94 hm3 hace un año por los 20,79 actuales.
Un crecimiento que no ha sido tan brusco como el que tuvo lugar en 2012. Aquel fatídico 28 de septiembre de 2012 una riada causó enormes destrozos en Vera Playa, costándole la vida incluso a dos personas. Las lluvias torrenciales tan abundantes provocaron daños importantes anegando la desaladora de Acuamed en Villaricos; desplomando el puente de la barriada de Los Lobos, en Cuevas del Almanzora; o destrozando la depuradora de Antas.
Y en ese diluvio caótico, el embalse de Cuevas experimentó su mayor crecida cuando embalsó 40,63 hm3 alcanzando su máximo histórico de 50,5 hm3. Registros que evidencia la cantidad de agua que cayó hace ya más de una década.
En cualquier caso, las lluvias, de esta forma, han corregido una situación anómala para estas fechas del año y que evidencia la crisis hídrica que arrastra la provincia desde hace tiempo.
Restricciones de agua
Algo que saben muy bien cerca de la mitad de los municipios de la provincia de Almería que viven con restricciones tras las últimas medidas aprobadas por la Comisión de Gestión de la Sequía de la demarcación hidrográfica de las Cuencas Mediterráneas Andaluzas, compuesta por representantes del Gobierno andaluz, de los usuarios y de organizaciones empresariales, sindicales y ecologistas y cuyo objetivo es aprobar las medidas que permitan aumentar la garantía para el abastecimiento humano y mitigar los impactos sociales, ambientales y económicos de la sequía.
En febrero una decena de municipios comenzaron a soportar una serie de restricciones para el consumo de agua. Todos tienen en común que se encuentran situados en la zona regulada de la Junta de Andalucía de Cuevas de Almanzora: Carboneras, Los Gallardos, Garrucha, Mojácar, Albox, Antas, Arboleas, Huércal-Overa, Taberno, Vera, Zurgena y el citado municipio cuevano. Todos ellos fueron declarados “en escasez severa” y ello implica un uso más restrictivo a la hora de abrir el grifo.
A ellos, se sumaron en octubre otro ingente número de municipios:Níjar (que incluye el municipio de Níjar) y la comarca de la Sierra de los Filabres que incluye los municipios de Lucainena de las Torres, Sorbas, Turre, Uleila del Campo, Albánchez, Alcóntar, Alcudia de Monteagud, Armuña de Almanzora, Bacares, Bayarque, Benitagla, Benizalón, Cantoria, Cóbdar, Chercos, Fines, Laroya, Líjar, Lubrín, Lúcar, Macael, Olula del Río, Oria, Partaloa, Purchena, Serón, Sierro, Somontín, Suflí, Tahal, Tíjola y Urrácal.
En todos estos municipios se limitan los recursos a 200 litros por persona y día y se permite únicamente el riego de supervivencia en jardines, parques públicos y campos de golf, con agua no apta para consumo humano y se establece una dotación máxima de 200 metros cúbicos por hectárea y mes. En el caso de las piscinas privadas unifamiliares, se prohíbe tanto el llenado como su rellenado.
Unas medidas que tienen como objetivo reducir el consumo de agua de manera directa pero que, si se tienen en cuenta los datos de consumo diario por persona y día en Almería, no son limitantes ya que los almerienses suelen gastar unos 130 litros por lo que el techo de los 200 está todavía muy por encima del consumo real.
Sí afecta a los ayuntamientos a la hora de llevar a cabo labores de mantenimiento puesto que dentro de las medidas aprobadas por la Comisión de Gestión de la Sequía se especifica la prohibición de uso de agua potable para baldeo de calles, llenado de piscinas privadas, riego de jardines, parques públicos y privados, campos de golf, lavado de coches fuera de los establecimientos autorizados, fuentes ornamentales que no dispongan de circuito cerrado de agua, duchas y surtidores públicos.
Respecto a las piscinas y riego de zonas verdes se mantienen las medidas excepcionales aprobadas el pasado mes de mayo siempre y cuando se respete la dotación aprobada para cada sistema y que el volumen de riego no podrá superar los 200m3 por hectárea y mes con un máximo de riego a la semana.
Según estas medidas excepcionales, las piscinas públicas se encuentran autorizadas, mientras que serán los ayuntamientos y las mancomunidades con competencias en materia de abastecimiento en alta los que, en el caso de las piscinas privadas, remitan a la Administración Hidráulica las solicitudes correspondientes junto con su informe técnico justificativo de compatibilidad con la dotación aprobada para el conjunto del sistema para su consideración (o en cada ámbito municipal en zonas sin regulación).
En el caso de los riegos de zonas verdes, se realizarán con agua no apta para el consumo humano, cuando exista este tipo de recurso, y con aprovechamiento máximo del mismo. Sólo se podrá emplear agua apta para el consumo humano cuando en el municipio no existen otros recursos no aptos para el consumo humano que pueden emplearse en el riego.
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