Las colonias felinas, en el punto de mira de la 'Almería rural'

Animales

El obligado control de las colonias felinas que surgen en los municipios del interior obliga a tirar de ingenio a los Ayuntamientos para alejar a los animales de los centros urbanos

Se busca proteger la Salud Pública sin mirar en menos a los felinos, unos vecinos más en muchos municipios de la provincia

De gatos ferales con ‘DNI’ de Almería a animales respetados y bien acomodados

Colonias felinas.
Colonias felinas. / Marian León

Laroya, enclavado en el Valle del Almanzora, tiene una población de 210 habitantes. Es uno de esos lugares de la provincia que suelen salir cuando se habla de la despoblación. Hace un siglo tenía tres veces más habitantes que ahora, pero las calles se fueron quedando vacías. Unos curiosos habitantes le han dado vida, y más de un disgusto, a los vecinos que resisten aún en esta localidad. Son los gatos, a los que el Ayuntamiento, con una subvención proviniente del cumplimiento de la Ley de Bienestar Animal, ha esterilizado en las últimas semanas.

El problema era serio. “Somos un pueblo muy pequeño y se habían formado colonias felinas que no estaban atendidas”, explica la alcaldesa de este municipio, Dolores Moreno. Un problema de salubridad que estaba empezando a incomodar a los vecinos, pues los animales hacían sus necesidades en pleno Casco Histórico. “Era un problema”, resume la primera edil de este pueblo, más recordado por sus casas blancas y calles empedradas que por su lucha contra la población gatuna, que en un 90% ha quedado esterilizada.

Es uno de los dos municipios almerienses que han alcanzado el sueño de la subvención para tal fin. La burocracia, considera la alcaldesa, ha sido una traba. “No ha sido fácil llegar a la subvención, tenemos otros ayuntamientos que nos preguntan qué hicimos para conseguirla”, rememora.

El otro es Pechina, donde las colonias felinas estaban provocando ya un problema de convivencia con los humanos. Su Ayuntamiento logró la subvención nacional para la esterilización, recibiendo, según el Boletín Oficial del Estado, 42.097,57 euros. Los criterios para destinar dinero público al trabajo de control de las colonias en la provincia de Almería han sido el de respetar siempre la “gestión ética de las colonias felinas”

En Velefique la lucha es diferente. Lo que el Ayuntamiento desea es que los vecinos dejen de alimentar a los animales en pleno casco urbano. “Hemos habilitado tres zonas algo alejadas del casco urbano donde se puede alimentar a los animales, el objetivo es que las colonias se acostumbren a estar fuera de la zona urbana y así evitar los conflictos que se están generando entre los vecinos, porque aquellos que alimentan a los animales, no lo hacen a la puerta de su casa, lo hacen en la puerta de otro, que es el que tiene que sufrir las consecuencias”, contaba el alcalde del municipio, Rafael García, a Diario de Almería hace escasos días. 

No está todo perdido

Para los Ayuntamientos que necesiten una ayuda de dinero público para hacer frente a las colonias felinas, una alegría: aún hay tiempo, pues el plazo de solicitudes no acaba hasta el próximo 5 de agosto.

“Esta convocatoria se dirige a sufragar los gastos que hayan de afrontar los Ayuntamientos en el periodo comprendido entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2025, en la ejecución de proyectos destinados a impulsar el control poblacional de colonias felinas mediante el método ético de captura, esterilización y retorno (CER), con el objeto de facilitar la disminución de los riesgos de extensión de enfermedades por éstas, mejorar las condiciones de vida y alimentación de los animales que las componen, así como la formación o concienciación al respecto”, explica el ejecutivo en su web.

Lo que advierte el dirigente político es el daño a la salud pública si no se cesa con estas actividades, especialmente en época estival, cuando la población de la localidad se triplica. Que las calles estén limpias es clave. Al que el Ayuntamiento de Velefique dando de comer a los gatos en zonas no permitidas le va a tocar rascarse el bolsillo y estrenar el parte de multas. Hay contempladas sanciones de hasta 500 euros. “En los 21 años que llevo de alcalde, nunca he multado a nadie, hemos establecido unas sanciones pero el objetivo es concienciar a la población”, afirma García.

En Serón el llamamiento es, de igual manera, a la población. Hace unas semanas publicaban en sus redes sociales un mensaje dirigido a sus vecinos para “asegurar que los felinos urbanos convivan en armonía y bienestar para el beneficio de todos: animales y personas, mientras mantenemos la limpieza y la salud de nuestras calles”. El Ayuntamiento está dispuesto a acabar con las peleas entre gatos callejeros que se vienen padeciendo en los últimos meses, estableciendo un plan de acción que pasa por controlar directamente las colonias ya existentes en la población con personal propio del ayuntamiento y con la ayuda de voluntarios además de crear un protocolo de buenas prácticas para la alimentación y cuidado de las colonias. Se conseguirá así garantizar la salud pública, pues uno de los objetivos que se persiguen es evitar la transmisión de enfermedades entre animales y su contagio a los humanos.

Captura, esterilización y control: los pasos a seguir ante las colonias felinas

La web de la Junta de Andalucía ofrece amplia información sobre el protocolo que se debe seguir en los municipios en los que surja una colonia felina, un tratamiento que involucra al conjunto de la sociedad civil y política.

El primer paso es la captura del gato comunitario perteneciente a la colonia felina. Al Ayuntamiento le corresponde encontrar personal cualificado para esta tarea, siguiendo las directrices necesarias para garantizar el bienestar animal. Se podrán utilizar las conocidas como ‘jaulas trampa’, aunque “su permanencia en ella hasta su traslado al centro de protección animal en el que vaya a ser alojado le suponga el menor grado posible de estrés o malestar”. Tras ello, se deberá proceder a la identificación y registro, inscribiendo en el Registro Central de Animales de Compañía (RAIA) a las colonias felinas.

“Capturados los gatos, se procederá a su desparasitación, esterilización, identificación y marcaje de los animales”, añaden. 

Será responsabilidad del Ayuntamiento en cuestión garantizar en todo momento el bienestar de la colonia animal, procediendo a la instalación de refugios, tolvas o cualquier elemento necesario para garantizar la calidad de vida de los gatos de las colonias, la formación y acreditación de las personas cuidadoras de las colonias y de los diferentes empleados y empleadas públicas que estén implicados en la gestión de las mismas o la formación de los miembros de las policías locales en gestión de colonias felinas, así como la creación de protocolos de actuación para el rescate en caso de desastres naturales o de reubicación fuera de la colonia inicial, según recoge la Ley 7/2023, de 28 de marzo, aprobada por el ejecutivo, en manos del Partido Popular, el pasado año. 

Para tal fin, los Ayuntamientos y Entidades Locales no tendrán porque quedarse solos, pudiendo “firmar al efecto un convenio con el Colegio Oficial de Veterinarios de la provincia y/o entidad experta en gestión ética de colonias felinas y método CER, que podrá encargarse de impartir la necesaria formación del personal responsable de la gestión y mantenimiento de las colonias”, una ayuda que será más que requerida en buena parte de los casos.

Proteger a los gatos: objetivo primordial

No se trata solo de alejar las colonias felinas de los centros urbanos, como promueven diversos Ayuntamientos, sino de atajar el problema al completo, pues los animalistas han denunciado en diversas ocasiones los ataques a las colonias felinas en diversas partes de la provincia.

El PACMA denunciaba la pasada primavera que decenas de gatos han sido atropellados intencionadamente en Cuevas del Almanzora, donde también se han documentado casos de otros felinos golpeados o acribillados.

El coordinador provincial del PACMA en Almería , Eduardo Milla, alertaba entonces de que durante los últimos meses han recibido múltiples denuncias sobre incidentes relacionados con el maltrato animal en este municipio que “señalan la ocurrencia de actos de manera reiterada en el tiempo”.

“Casos de envenenamiento, incluyendo uno que tuvo lugar en las instalaciones de un instituto, todo ello en medio del silencio por parte de la dirección del centro. Además, nos encontramos con el escenario de decenas de gatos que han sido atropellados intencionalmente, evidenciado por la ausencia de marcas de frenado en el asfalto. Lamentablemente, también hemos documentado casos de gatos brutalmente golpeados y, en algunos casos, incluso acribillados”, explicaba.

El coordinador ha destacado un incidente reciente en el que un gato fue encontrado con una herida de bala en el abdomen y acabó falleciendo. “Todo esto se suma a la situación alarmante en la que las personas dedicadas al cuidado de gatos han sido objeto de amenazas”, agregó.

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